
En los días fríos no hay nada que me reconforte más que una buena sopa de cebada y champiñones. El sabor intenso de los hongos y la textura cremosa la vuelven un plato que, aunque sencillo, siempre se roba las miradas. Lo mejor es que con un par de ajustes, cualquiera puede disfrutarla en versión vegana, así que nadie se queda afuera de la mesa.
Cuando la preparé para mis amigos por primera vez, todos quedaron fascinados con el toque de los hongos y la cebada. Desde entonces, en cada invierno está sí o sí en mi lista de sopas infaltables.
Lista sabrosa de ingredientes
- Perejil fresco: Da sabor y alegra el plato, añádelo justo antes de servir para que se vea y huela increíble.
- Sauerrahm o versión vegana: Un poquito por encima es todo lo que necesitas para que quede cremosita y deliciosa.
- Aceite de oliva o mantequilla: Es la base perfecta, hace que todo se mezcle bien y resalten los sabores. Elige buena mantequilla o aceite de calidad.
- Zanahorias o apio (opcional): Si quieres más color y nutrientes, van de maravilla en cubitos.
- Champiñones frescos (pueden ser portobello, shiitake, etc.): Aportan todo el sabor a tierra y profundidad, cuantos más tipos de setas le pongas, mejor.
- Thymian seco o fresco: Una ramita fresca da el toque de hierbas ideal y mucho aroma.
- Sherry seco: Un chorrito le da un fondo dulce y más sabor (usa bueno si tienes).
- Ajo: Un diente pelado y picado, así la sopa queda sabrosa y completa.
- Cebolla: Bien picadita, deja el fondo dulce y lleno de sabor. Mejor si está fresca.
- Cebada perlada: Si te gusta que la sopa llene y quede espesita, la cebada fría y entera es lo mejor.
- Sal y pimienta: Al final, ajusta a tu gusto —si mueles la pimienta al momento, mucho mejor.
- Caldo de verduras: Para darle el cuerpo y fondo a la sopa, mejor si preparas el caldo tú mismo.
Fáciles pasos a seguir
- Termina y sirve:
- Sírvela en platos hondos, ponle una cucharada de crema agria o su toque vegano, si quieres. Espolvorea perejil picadito antes de llevarla a la mesa.
- Hazte la base:
- Pica bien la cebolla y el ajo. Limpia los champiñones y córtalos en láminas finas.
- Tiempo de saltear:
- Pon mantequilla o aceite en la olla, fuego medio. Sofríe la cebolla cinco minutos para que esté blanda y empiece a soltar aroma. Añade el ajo, el tomillo y los hongos. Cocina todo moviendo seguido hasta que los champiñones se vean dorados y bien cocidos. Aquí es donde cogen el sabor verdadero.
- Echa la cebada:
- Pon la cebada y dale una vuelta durante un minuto para que tueste un poquito —no dejes de mover para que no se pegue. Así potenciansu sabor y textura.
- Agua y paciencia:
- Vierte el caldo de a poco y remueve. Luego baja el fuego, tapa y deja cocer cuarenta y cinco a cincuenta minutos, sin prisas —remueve cada tanto para que la cebada no se quede pegada.
- Últimos retoques:
- Pon el sherry y deja hervir otros cinco minutos sin tapar. Al final, ve probando y añade sal y pimienta al gusto hasta que esté a tu antojo.

En mi opinión, el ingrediente estrella es el shiitake. Tiene un sabor potente que marca la diferencia. Me recuerda a esas cenas familiares en invierno donde todos terminábamos pidiendo otro plato porque estaba espectacular.
Guarda y conserva fácil
Si la tapas bien y dejas en la heladera, se mantiene tres días como nueva. También puedes guardar porciones en el freezer. Si notas que se espesa con el tiempo, solo agrégale un poco más de caldo al recalentarla y vuelve a estar cremosa. Mejor agregar la crema agria o su versión sin lácteos cuando la sirvas, no antes.
Cambia lo que quieras
¿Te falta sherry? Usa zumo de manzana o un vino blanco que no sea muy dulce. Si no te gusta la cebada, prueba con un puñado de arroz o fideos chicos. ¿Más color y vitaminas? Mete dados de zanahoria, apio o chirivía.
Ideas para servir
Una rebanada de pan integral para mojar le da el toque. Si prefieres que quede bien potente, tira unos crujientes de cebolla frita o semillas de girasol tostadas por encima. Es perfecta tanto como primer plato como plato principal.

Historia cultural sabrosa
La cebada está presente hace siglos en la cocina, sobre todo en zonas rurales. Esta sopa se parece mucho a los platos caseros típicos del centro y sur de Europa. Tiene ese guiño a la tradición y a lo que comían nuestros abuelos en temporada de frío.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipos de champiñones quedan mejor?
Prueba combinar portobello, shiitake, champiñones blancos o los que te gusten. Así la sopa sale más rica y diferente.
- → ¿Puedo hacer la sopa sin gluten?
La cebada trae gluten, pero si usas arroz o mijo en vez de cebada queda genial y sin gluten.
- → ¿Con qué reemplazo la crema ácida vegana?
Queda muy bien con cremas de soya, anacardo o avena. Cualquiera de esas pega perfecto en la sopa.
- → ¿Qué otras verduras puedes agregar?
Zanahoria, apio y puerro van de lujo, suman textura y hacen que la sopa sea más completa.
- → ¿Cómo hago para que tenga más sabor?
Caldo casero de verduras y un montón de hierbas frescas tipo tomillo o perejil le suben el sabor un montón.