
Este guiso potente con carne de res y cebada se ha vuelto nuestro hit en días fríos. Va genial porque la carne queda suave como mantequilla, la salsa es sedosa y todo el plato es puro disfrute en la mesa.
No me olvido de la vez que este guiso llenó la casa de aroma un sábado lluvioso. Desde entonces mi familia lo pide cada que hace frío.
Sabrosos ingredientes
- Corte de res con hueso: agrega jugosidad y sabor, buscá una pieza bien veteada
- Perejil fresco: al final le da esa onda fresca que levanta todo si te va lo aromático no puede faltar
- Sal y pimienta: ajustá a gusto para encontrar el punto justo, la sal gruesa y la pimienta molida en casa suman mucho
- Aceite de oliva: ayuda a dorar y a que se forme costra, un virgen extra va de diez
- Cebolla: clave para darle cuerpo a la salsa, tiene que estar bien picada
- Zanahorias: aportan color y dulzura, si están crujientes mejor
- Hongos champiñón: sueltan mucho sabor umami, mejor frescos para que la salsa quede cremosa
- Ajo: da fondo y matices, siempre echalo fresco si podés
- Concentrado de tomate: suma fuerza al guiso, intentá usar el que no trae cosas raras
- Cerveza Stout: mete todo el toque intenso y maltoso, sí o sí tiene que ser oscura
- Caldo de carne: entregue ese sabor base y que todo ligue, uno clarito sin cosas artificiales es lo mejor
- Cebada perlada: espesa y hace que todo quede más completo, si la comprás en feria queda mejor
- Tomillo o romero: perfuma con frescura, tenelos en maceta si podés son lo más
Guía paso a paso
- Dejá la carne lista:
- Pasa papel de cocina sobre las piezas de carne y condimentalas con pimienta y sal
- Sellado fuerte:
- Calienta aceite en una olla bien pesada y dorá la carne por todos lados, sacala y dejala a un costado
- Salteá verduras:
- Pone en la olla cebolla, zanahorias y champis, dejalos dorar y sumale el ajo y la pasta de tomate, remové hasta que largue olorcito
- Desglasa:
- Agregá la cerveza negra y rascá el fondo para que levante todo el sabor dorado
- Empezá cocción lenta:
- Lleva la carne de nuevo a la olla, incorpora caldo, cebada y las hierbas, revolvé y poné a ebullición
- Cocina despacio:
- Tapa la olla y deja a fuego bajito unas tres horas. La carne cuando esté súper blanda y la cebada cremosa, está listo
- Terminá el plato:
- Saca los huesos, desmechá la carne y mezclá de nuevo, corregí sal y pimienta
- Sirve:
- Servilo bien caliente y tira un puñado de perejil por arriba, eso le pone color y vida

Cosas que tenés que saber
- Lleno de fibra y proteína te deja satisfecho
- Podés congelar sin problemas y después recalentar
- La mezcla del tomate y la cerveza hace que la salsa se destaque
- La cebada absorbe tanto sabor cuando cocina que deja todo suave y cremoso
Mi parte favorita es la cebada, porque se siente suave y chupa todos los sabores de la salsa. En los inviernos, este plato es como un cuento para compartir en familia. Siempre pienso en mi abuela, enfriando la olla afuera en la nieve mientras nosotros nos calentábamos las manos en los tazones humeantes.
Cómo guardar sin líos
Si sobra, pone todo en un tuper bien cerrado en la heladera. Ya al día siguiente queda aún mejor porque los sabores se mezclan fuerte. También va genial al freezer, aguanta semanas sin drama y si lo porcionás, lo recalentás rapidísimo cuando te pinta el antojo.
Cambia lo que quieras
¿No tenés cebada? Mandale arroz o alguna pasta chica y queda bárbaro. Además de champiñones podés usar portobelos o setas de campo sin problema. Si no usás alcohol, reemplazá la cerveza con caldo extra y un chorrito de vinagre balsámico. Y si no tenés hierbas frescas, las secas también sirven sin rollo.
Cómo disfrutarlo mejor
Cómetelo en un bol grande y profundo con un montón de perejil picado y un poco de pimienta recién molida. Va re bien con pan rústico al costado y si le ponés una ensalada verde, la noche está hecha. A los chicos les encanta si le ponés bastones de zanahoria crujiente extra.

La historia detrás
Guisos con cebada son clásicos de muchos rincones de Europa, sobre todo en la zona de montaña. Siempre llenan y dan calorcito, por eso son favoritos en invierno. Cocinar lento es el secreto del sabor profundo y carne blandita. En mi familia siempre fue el plato que une a todos alrededor de la mesa desde hace un montón de generaciones.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Para qué dejar el hueso al rinderkotelett?
El hueso suelta más sabor mientras se cocina y la carne queda súper suave.
- → ¿Puedo usar otras verduras?
Claro, ponle otras de raíces como chirivía o nabo, quedan genial.
- → ¿Qué tipo de caldo queda mejor?
Caldo de vacuno da mucho cuerpo, pero también puedes hacerlo vegetariano con caldo de verduras.
- → ¿Cómo lograr que la carne salga bien tierna?
Si se hace lento y con fuego bajo, después de dorarla bien al principio, se deshace sola.
- → ¿Puedo dejar preparado esto de un día para otro?
Sí, este plato se calienta perfecto y muchas veces al día siguiente está aún más sabroso.