
Siempre recurro a estos rollos veganos de canela rosas cuando quiero sorprender con algo especial y delicioso para un brunch o una ocasión especial. El glaseado debe su color intenso a un chorrito de jugo de betabel, y la masa suave y especiada se arremolina alrededor de un centro pegajoso de canela. Cada mordida te abraza como una tarde nostálgica, pero con ese toque alegre de color.
La primera vez que hice estos rollos fue para San Valentín con unos amigos, y las sonrisas lo dijeron todo. Ahora no puedo dejar pasar el año sin prepararlos juntos y ya es toda una tradición esperada.
Atractivos ingredientes
- Jugo de betabel: es lo que pinta el glaseado de rosa, cuanto más fresco mejor para un tono vibrante
- Azúcar: le da dulzura a la masa y ayuda a que se dore parejo
- Sal: realza todos los otros sabores y equilibra la dulzura
- Levadura seca instantánea: es lo que infla la masa y crea esa textura de rollo clásico, revisa que esté fresca para que haga su trabajo
- Canela: la reina de los aromas, usa molida al momento si puedes
- Harina de trigo: la responsable de la esponjosidad, siempre usa harina reciente
- Leche de almendra: ayuda a que la receta sea vegana y deja la masa húmeda, si no es endulzada mucho mejor
- Azúcar glas: el secreto del glaseado, tamízala para que quede más suave
- Aceite de coco: en versión derretida le da suavidad y un aroma sutil
- Extracto de vainilla: agrega una nota casera y profunda
Sencillos pasos para hacerlo
- Coloca la harina y mezcla con los ingredientes húmedos
- Mete la harina, azúcar, aceite de coco derretido, canela, vainilla y sal en el mismo bol. Mézclalo bien con una cuchara de madera o tus manos hasta que no veas rastros secos
- Haz la masa y amásala
- Baja la masa a una superficie espolvoreada de harina y trabaja presionando y doblando por unos cinco minutos para que quede suave y elástica Esto hace que los rollos puedan separarse fácilmente al comerlos
- Prepara el glaseado
- En un recipiente pequeño une el azúcar glas y el jugo de betabel y mueve hasta que el color sea rosa fuerte Debe quedar una textura líquida pero espesa Si queda muy líquida, mete más azúcar
- Deja subir la masa por primera vez
- Pon la bola de masa en un bol aceitado, cubre con un trapo y deja que repose una hora en un lugar calientito hasta que doble su tamaño
- Extiende y añade el relleno
- Con las manos estira la masa dejando un rectángulo de aprox. medio centímetro Espolvorea la mezcla de azúcar y canela directo encima y cubre con un poco más de aceite de coco derretido para que se pegue bien
- Enrolla y corta
- Empieza por el lado largo y enrolla apretando bien Después corta los rollos del mismo tamaño con hilo dental limpio o un cuchillo afilado, así no aplastas la masa
- Segunda fermentación
- Pon los rollos en una charola dejando espacio entre ellos, cubre y deja leudar otra media hora para que se esponjen aún más
- Hornéalos
- Llévalos al horno precalentado a 175 grados Celsius (350°F) y deja por 20 a 25 minutos. Sabrás que están listos cuando tomen un toque dorado y se vean bien cocidos
- Mezcla la levadura y la leche
- En un bol mediano echa la leche de almendra tibia y la levadura seca y deja burbujear por cinco minutos. Ese calor activa la levadura y así la masa sube
- Decora y sirve
- No los tapes al salir, espera solo unos minutos y baña con el glaseado rosa para que quede brillante y se derrita un poco

Me encanta cómo el jugo de betabel da color a estos rollos y no tienes que usar ningún colorante artificial. Una vez mi hermana y yo hicimos el doble y salimos a repartirlos con los vecinos en un sábado lluvioso, todo el mundo quedó feliz y fue un plan perfecto para animarnos.
Formas de guardarlos frescos
Guarda los rollos ya fríos en un táper bien cerrado y déjalos a temperatura ambiente máximo dos días, así no se resecan. Si quieres guardarlos más tiempo, al refri duran cinco días perfectamente. Solo caliéntalos diez segundos en el microondas y quedan como recién hechos.
Cambios de ingredientes
Si prefieres puedes reemplazar la leche de almendra por soya o avena, o usa leche de coco si no quieres frutos secos. También puedes usar mezclas de harinas sin gluten si lo necesitas, pero puede que queden un poco más densos.

Ideas para disfrutarlo
Estos rollos lucen geniales junto a un café recién hecho o una tacita de chai especiado. Si los pones con fruta fresca haces un desayuno de lujo. También quedan brutales como postre en cumpleaños o una reunión de brunch de fin de semana.
Cómo surgió en la cultura
En Suecia llevan generaciones disfrutando este tipo de rollos en sus famosos descansos de café llamados fika. Esta nueva versión vegana mantiene lo reconfortante y además se adapta perfecto a las reuniones modernas y al estilo plant-based.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo cambia el color con el jugo de remolacha?
El jugo de remolacha pone estos rollitos con un tono rosita genial, no cambia el sabor y hace tanto el glaseado como la masa bien vibrantes.
- → ¿Cómo lograr que los rollos salgan bien esponjosos?
Dale a la masa su tiempo para que suba dos veces y amasa hasta ver que está elástica. Así quedan suaves por dentro y bien formaditos.
- → ¿Puedo usar otra leche vegetal si no tengo de almendra?
Sí, con leche de avena o de soja también queda súper, mantienen el toque jugoso y rico de la masa.
- → ¿Cómo hacerlos sin gluten?
Sólo cambia la harina común por una mezcla sin gluten para hornear y verás que tienen una textura similar.
- → ¿Cómo queda el glaseado bien suave?
Mezcla azúcar en polvo con jugo de remolacha hasta que brille y esté sin grumos. Unta sobre los rollos medio fríos para que quede lindo.