
Este chili de pavo, súper reconfortante, tiene todo el sabor clásico pero se siente más ligero. Se hace rápido usando cosas sencillas que casi siempre hay en casa. Queda perfecto para noches frías… en menos de una hora tienes un plato lleno de pavo molido suave cocido con tomates, frijoles y especias llenitas de sabor. Cada cucharada es caliente y te hace sentir como en casa.
En casa todos se hicieron fans desde que lo preparé apurada un día entre semana. Empezó a ser mi opción favorita para invitar a muchos sin complicaciones. Lo que más me gusta: poner muchos toppings frescos en los tazones y comer juntos.
Jugosos Ingredientes
- Pavo molido: escoge pavo magro para que quede ligero y rico, es la mejor opción si quieres evitar la carne roja
- Aceite de oliva virgen extra: agrega suavidad y ayuda a que todo se fría parejo, usa uno suave
- Cebolla: le pone dulzura y más fondo, una cebolla amarilla grandecita va de maravilla
- Pimienta negra recién molida: un toque de picor suave, muélela en el momento para que no pierda aroma
- Sal: realza absolutamente todos los sabores, prueba usar sal de mar o gruesa
- Pimentón ahumado: aporta levemente ese rollo ahumado, el auténtico español es increíble si lo encuentras
- Frijoles negros: hacen el chili más llenador y aportan muchísima fibra, enjuágalos bien para que no queden demasiado salados
- Caldo de pollo: ayuda a darle la textura ideal al guiso, usa el que venga bajo en sal si puedes
- Hoja de laurel: aromatiza todo sin volverse muy intenso, ponla entera y acuérdate de quitarla justo antes de servir
- Pimienta cayena: sube un poco la intensidad, agrégala solo si te gusta lo picante
- Orégano: para un fondo herbal, usa seco o desmorona un poco fresco si tienes
- Azúcar moreno: apenas un poco equilibra la acidez, usa el oscuro si quieres algo profundo
- Tomate picado en cubos: mete un toque ácido y textura, si consigues asado mejor
- Tomate triturado: es la base suave, busca latas de buena calidad y sabor concentrado
- Pimentón molido: marca ese sabor tan clásico del chili, un pimentón rojo intenso y fresco suma mucho
- Canela molida: apenas una pizca aporta calidez y un toque especial
- Ajo: auténtico golpe de sabor, usa fresco y pícalo para que huela toda tu cocina
- Cebolla en polvo: si deseas más punch, puedes ponerle junto a la cebolla fresca
- Comino molido: da el toque terroso, recién molido queda increíble
Fáciles Pasos
- Sirve y Decora
- Sírvelo bien caliente en platos y deja toppings a la mano. ¿Ideas? Queso rallado, rodajas de jalapeño, cilantro fresco, crema ácida, o cebollita verde picada. Está más rico si lo pruebas en el momento.
- Ponle los frijoles y termina de cocer
- Agrega los frijoles ya enjuagados y mezcla. Déjalo a fuego suave otros cinco minutos para que los frijoles agarren sabor y terminen de calentar. Si ves que te quedó muy espeso, pon un poco de caldo extra. Pruébalo y ajusta sal o pimienta si hace falta. Acuérdate de sacar la hoja de laurel antes de repartirlo.
- Saltea ajo y especias
- Mete el ajo picadito y saltea solo un minuto para que no se queme pero sí suelte su olor. Echa todas las especias: comino, pimentón, cayena, canela, sal y pimienta. Remueve bien para que todo el pavo se impregne y deja que se tuesten solo un poco. Así se activan todos los sabores.
- Sofríe el pavo y la cebolla
- Echa el aceite en una olla grande y caliéntalo. Agrega el pavo, desmenuzándolo con una cuchara, y cocina hasta que se vea cocido por completo (unos 5 minutos). Es el truco para conseguir saborcito dorado. Mete la cebolla y sigue cocinando, moviendo seguido. Debe ponerse transparente y suavecito pero no dorado, solo un par de minutos.
- Deja cocinar con jitomate, caldo y sazón
- Ahora sí, vierte todo el tomate triturado y picado, junto con su juguito. Azúcar, orégano, la hoja de laurel, cayena y el caldo entran aquí. Revuelve super bien y baja el fuego. Tapa ligeramente y deja todo cocinando pausado unos quince minutos para que todos los sabores se mezclen y se ponga espeso. Raspa el fondo de la cacerola y mueve ocasionalmente para que no se pegue nada.

Lo que más disfruto de hacer este chili es el aroma ahumado que deja el pimentón. Mi peque siempre participa eligiendo toppings y poniendo varias rodajas de jalapeño con montones de queso. Compartir este platote siempre hace que todos en casa repitan, porque sí, une mucho en la mesa.
Ideas para Guardar
Este chili aguanta perfecto en el refri bien tapado hasta por cuatro días. Solo enfríalo antes de pasarlo al recipiente. Y sí, congela de lujo. Reparte en porciones y mete al congelador hasta tres meses. Para que quede genial, descongela en el refri durante la noche.
Cambia Ingredientes
No hay problema si cambias los frijoles negros por pintos o rojos según lo que tengas. El pavo puede ser sustituido por pollo molido si lo necesitas. ¿Quieres una opción vegetariana? Usa soya texturizada o ponle solo más frijol y listo. Cualquier caldo sirve, pero mejor si lo consigues bajo en sal para ajustar a tu gusto.
Ideas para Servir
Puedes ponerlo sobre arroz o junto a pan crujiente y sale un señor plato. Atrévete a agregar aguacate, limón en gajos o unos totopos encima. Es la opción ideal para fiestas donde cada quien se arma su plato o para dejar caliente todo el rato en la olla de cocción lenta.

Un Poco de Historia
El chili tiene raíces profundas como platillo reconfortante en el suroeste de Estados Unidos. Esta versión con pavo es una vuelta moderna y suave al chili de res clásico, pero sin perder su sabor especiado y tomatoso. Lo divertido es que todos le ponen su toque secreto y los toppings lo hacen a gusto de cada familia.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo dejar el chili de pavo listo con anticipación?
Sí, este chili guarda bien. Déjalo enfriar antes y mételo al refrigerador hasta por 4 días. Su sabor se vuelve aún mejor después de reposar.
- → ¿Cómo puedo variar el picante del chili?
Pon menos o más cayena, y usa toppings suaves o picosos a tu gusto. Si te atreves, unas gotas de salsa picante le van genial.
- → ¿Qué le puedo poner encima al chili de pavo?
Lo más clásico es queso rallado, crema ácida, rodajitas de jalapeño, un poco de cilantro fresco o cebollita de verdeo.
- → ¿Congela bien el chili que sobra?
Sí, asegúrate de enfriar el chili, guárdalo en envases cerrados y directo al congelador. Así dura hasta 3 meses. Luego solo descongela y calienta.
- → ¿Qué frijoles quedan mejor en este chili?
Queda con frijol negro, pero puedes usar rojos o pintos también. Si los mezclas sale aún más rico.
- → ¿Y si quiero que me quede más espeso?
Déjalo un rato más destapado o aplasta unos frijoles dentro de la olla. Así tomará la consistencia que buscas.