
Tierna pechuga de pollo rellena de manzana y salvia, una mezcla que me parece algo fuera de lo común. Es esa combinación entre el frescor de la fruta y el saborcito de las hierbas que la hace tan especial. Por fuera tiene una corteza dorada y crocante y el centro queda jugoso, así que en casa la comemos tanto cuando tenemos visita como en nuestros domingos tranquilos.
Cuando me animé a prepararlo la primera vez, no pensé que a mis peques les fuera a gustar tanto ese toque de manzana. Ahora ya se volvió un clásico en la mesa.
Jugosa pechuga de pollo rellena
- Zahnstocher o hilo de cocina: sirven para cerrar el pollo y que el relleno no se salga al hornearlo
- Sal y pimienta: el truquito final, usa sal de mar y pimienta negra molida al momento
- Parmesano: da más profundidad al relleno, si puedes consigue uno italiano original
- Pan rallado: ayuda a que todo quede unido, prueba rallado casero para más sabor
- Salvia fresca: le da esa nota tan característica, fresca es mejor pero seco saca del apuro
- Ajo: potencia el aroma, mejor si lo picas bien para sacarle todo el gusto
- Manzana: mejor verde o Honeycrisp para ese equilibrio entre dulce y ácido, escoge una que no se deshaga fácil
- Cebolla pequeña: pone la base a todo el relleno, ve por una que sea firme y no se desmorone al cocinar
- Aceite de oliva: el extra virgen queda genial y le da perfume a cada bocado
- Pechugas de pollo: sin piel ni huesos, si puedes compra locales y frescas para que salga bien jugoso
Pasos sencillos para prepararla
- Termina cocinando en el horno
- Pasa el pollo dorado a la fuente y mételo al horno por veinte a veinticinco minutos. Sabrás que está porque si cortas un poquito, el jugo sale claro y no ves partes rosadas. Si tienes termómetro, busca que marque setenta y cuatro grados dentro.
- Dale sabor y sella en sartén
- Cubre las pechugas por fuera con sal y pimienta. Dales una pasada rápida a fuego fuerte en una sartén que luego puedas meter al horno. Busca que se doren lindo por todos los lados.
- Haz las bolsitas y rellena
- Abre cada pechuga con mucho cuidado, haciendo un bolsillo largo pero sin cortarlas de todo. Rellena cada una con la mezcla y cierra bien usando los palillos o hilo.
- Mezcla y sazona el relleno
- Pon la salvia fresca picada y el pan rallado con la mezcla en la sartén, remueve también el parmesano si lo quieres. Dale un toque de sal y pimienta, mezcla y deja templar para no quemarte luego al rellenar.
- Cocina lo del relleno
- Calienta el aceite en una sartén, añade la cebolla y el ajo hasta que estén suaves. Echa después la manzana y cocina sin que se deshaga. Así logras un relleno con aroma y dulzura.
- Prepara el horno y la bandeja
- Prende el horno a 190°C arriba y abajo. Unta con aceite de oliva la fuente para que no se pegue y quede con buen color.

Mi parte favorita es la salvia fresca, no hay cómo competir con ese olorcito que deja en toda la cocina. Recuerdo cuando mi hijo probó el primer bocado y me dijo que nunca había comido algo con tanta mezcla de frutas y hierbas. Desde entonces, la salvia nunca falta en lo que cocino para la familia.
Consejos para guardar
Guarda las pechugas ya preparadas tapadas hasta por dos días en la nevera. Frías también quedan de diez, así que para la lonchera o picnic van genial. Eso sí, espera a que el relleno esté bien frío antes de guardarlas para que no se humedezcan. Si vas a congelar, envuelve la pechuga bien con papel film y luego bolsa ziploc. Para descongelar, pásala al refri y calienta luego suavemente en el horno.
Ideas para variar tus ingredientes
Te encanta más crujiente? Puedes agregar nueces picadas o pecanas al relleno. Unas cranberries secas le dan acidez y un toque dulce. Cambia el parmesano por otro queso duro si lo prefieres, y con perejil en vez de salvia, también sale un sabor más fresco.

Formas ricas de acompañar
Va perfecto junto a vegetales asados o salteados como papas, zanahorias o pastinacas. Si quieres algo ligero, sírvela con ensalada de hojas verdes aliñada con limón. Y si vas a lucirte, pon una salsa de manzana o arándanos frescos al lado. El puré de papas también queda de lujo.
Un poco de historia
Esto de rellenar pechuga de pollo viene de hace un montón en Europa. Generalmente se hace con espinacas, champiñones o queso. Ponerle manzana y salvia es más moderno, le da onda otoñal y muestra cómo se reinventan los platos de siempre. Siempre ha funcionado mezclar carne con frutas, así que nunca falla tenerlo en el menú.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué manzana queda mejor para el relleno?
Las que son ácidas, como Granny Smith o Honeycrisp, quedan perfectas con el pollo y la salvia.
- → ¿Cómo consigo que el relleno crujiente?
Ponle nueces picadas tipo nuez o pecana y verás el crunch.
- → ¿Cómo sé que el pollo está bien cocido?
Dentro tiene que llegar a 74 °C, estará blanco por dentro y el jugo sale transparente.
- → ¿Con qué acompañarlo?
Verduras al horno o una ensalada verde fresquita le quedan de lujo al pollo relleno.
- → ¿Puedo usar salvia seca en vez de fresca?
Sí, más o menos una cucharadita de la seca sirve en vez de una de la fresca picada.
- → ¿Hace falta sí o sí el parmesano?
Le da sabor, pero si no quieres ponerlo, no pasa nada, sale bueno igual.