
Esta pasta cremosa con prosciutto mezcla el toque rosado del jamón italiano curado con una salsa rica pero sencilla. Es el tipo de cena que te hace sentir en un restaurante, aunque no destines toda la tarde en la cocina. Relájate mientras cada bocado te trae confort y sabor sin complicaciones.
Inventé este plato de improvisto para una cita en casa y desde entonces se convirtió en nuestro favorito cuando queremos algo fácil pero especial.
Jugosos Ingredientes
- Pasta pappardelle: Mejor si son tiras anchas y rugosas, así se empapan bien de salsa y quedan super sabrosas
- Prosciutto: Aporta ese punto salado bien sabroso, pide lonchas finitas para mejor textura
- Aceite de oliva con mantequilla sin sal: Mezclarlos da una base cremosa y hace que el prosciutto se dore increíble, usa mantequilla fresca si puedes
- Ajo fresco: Picado y firme para más perfume en la salsa elige los dientes gorditos
- Nata para montar: Lo que le da cremosidad total busca que tenga 36% de grasa para que quede suavecita
- Tomate fresco: Da un toque ácido ligero, se recomienda maduro pero firme para que no se deshaga
- Guisantes congelados: Dulces y coloridos, además están a mano todo el año
- Condimento italiano: Ayuda a darle ese olorcito a hierbas recién molidas, evita las mezclas viejas
- Albahaca fresca: Pícala en el último momento para que no pierda aroma y frescura
- Sal y pimienta negra: Lo básico, ve probando mientras cocinas y ajusta al final
- Parmesano recién rallado: Opcional, pero suma tantísimo, mejor si es Parmigiano Reggiano auténtico y lo rayas justo antes de comer
Súper Instrucciones
- Pasta al dente:
- Hierve una olla grande con mucha agua y sal. Agrega la pappardelle y remueve para que no se pegue. Cocina siguiendo las instrucciones del paquete hasta que quede al dente. Aparta un poco de agua de cocción antes de colar bien.
- Prosciutto crujiente:
- En una sartén amplia, pon el aceite y la mantequilla a fuego medio alto. Coloca el prosciutto bien separado, si hay mucho hazlo en tandas. Dóralo unos 4 minutos, dándole una vuelta a mitad de tiempo, hasta que los bordes estén tostados y el centro siga maleable. Retira y deja sobre papel absorbente, no tires la grasita que queda en la sartén.
- Sofríe el ajo:
- Baja el fuego y añade el ajo picado directamente en la sartén caliente. Dale vueltas unos 30 segundos, solo hasta que huela y no se ponga marrón. Así saca todo el sabor sin pasar de más.
- Prepara la salsa cremosa:
- Añade la nata, luego echa el tomate en cubitos, los guisantes y las hierbas italianas. Deja que burbujee 4 o 5 minutos moviendo seguido, hasta que espese, el tomate se ablande un poco y los guisantes sigan verdes. Verás la salsa empezar a ponerse brillante.
- Mete prosciutto y albahaca:
- Desmenuza o rompe el prosciutto enfriado (guarda ejemplares para decorar al final). Mezcla el resto con la salsa y toda la albahaca recién cortada. Hazlo ahora para dar ese toque de jamón y hierba en la crema.
- Une todo con la pasta:
- Agrega la pappardelle escurrida a la sartén. Revuelve con pinzas para cubrir todas las tiras. Si la mezcla está muy espesa, ponle un poquito del agua guardada hasta que corra bien pero no se haga sopa.
- Sirve y decora:
- Pon la pasta en platos y reparte por encima el prosciutto reservado. Añade parmesano rallado, albahaca extra y sal o pimienta al gusto justo antes de llevar a la mesa.

Cómo Guardar
Pon lo que sobre en un recipiente bien cerrado y guárdalo en la nevera hasta tres días. Al calentar otra vez, pon un poquito de leche o nata extra para que no se seque ni se ponga pegajoso. No congeles, porque la salsa con nata se puede cortar y pierde textura.
Alternativas de Ingredientes
Si no ves pappardelle puedes usar fettuccine o tagliatelle porque absorben la salsa igual de bien. Cuando no haya prosciutto prueba con jamón serrano en rebanadas bien finas, o incluso pavo ahumado y de buena calidad. La nata se puede cambiar por una mezcla mitad leche mitad nata, si buscas algo más ligero, solo que espesa un poco menos.
Ideas Para Servir
Disfruta esta pasta como principal acompañada de pan crujiente tibio para mojar toda la salsa. Una ensalada verde con vinagreta de limón va genial para equilibrar lo cremoso del plato. Si te gusta lo tradicional italiano, pon en la mesa un chorrito de aceite de oliva virgen y parmesano extra.

Un Poco de Historia
El jamón curado y las salsas cremosas son clásicos del norte de Italia, donde los platos más contundentes reanudan los meses fríos. Esta pasta recuerda las recetas típicas de Emilia Romagna y Lombardía, combinando cerdo local con pasta fresca y hortalizas recién recogidas. Es muestra de cómo la comida italiana convierte lo simple en algo inolvidable.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipo de pasta queda mejor aquí?
Lo mejor es usar pappardelle porque sus tiras son anchas y la salsa se adhiere muy bien. Pero si tienes fettuccine o tagliatelle, también sirven sin problema.
- → ¿Cómo puedo hacer que la salsa quede más ligera?
Si quieres una salsa menos densa, cambia la mitad de la nata por leche entera. Queda menos pesada y igual de cremosa.
- → ¿Puedo cambiar el prosciutto por otro ingrediente?
Puedes usar panceta o incluso jamón cocido en lonchas finas. Sólo tienes que dorarlas un poco antes de añadir la salsa.
- → ¿Con qué acompaño esta pasta?
Queda buenísima con una ensalada verde o pan crujiente. Así balanceas lo cremoso con frescura o un toque crujiente.
- → ¿Qué hago si la salsa se espesa de más?
Echa un poco del agua donde se hirvió la pasta para aflojar la salsa, así cubre todo sin pegarse demasiado.
- → ¿Hay que usar albahaca fresca sí o sí?
La fresca siempre da mejor olor, pero si no tienes, puedes poner una pizca de albahaca seca justo antes de llevar a la mesa.