01 -
Sirve la pasta en los platos. Echa el prosciutto reservado por encima, un poco de parmesano y si quieres ponle más albahaca. Prueba y, si le falta, ponle otro poco de sal y pimienta.
02 -
Agrega la pappardelle escurrida a la sartén. Revuelve hasta que toda la pasta esté cubierta. Si queda muy espeso, ponle un poco del agua donde cociste la pasta para arreglarlo.
03 -
Desmenuza el prosciutto ya frío con tus manos. Mézclalo con la salsa junto con parte de la albahaca. Guarda un poco del prosciutto para el final.
04 -
Hecha la crema, el tomate picado, las arvejas y el condimento italiano en la sartén. Cocina a fuego suave, mezclando de rato en rato, unos 5 minutos hasta que espese.
05 -
Baja la temperatura del fuego. Agrega el ajo picado a la sartén y dale vueltas por medio minuto hasta que huela rico.
06 -
Mientras la pasta se está haciendo, pon la mantequilla y el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Agrega todo el prosciutto extendido y cocínalo 4 minutos volteando a la mitad, que quede doradito pero no demasiado duro. Sácalo y ponlo en un plato con papel absorbente. Deja la grasita en la sartén.
07 -
Llena una olla grande de agua con sal y caliéntala hasta que hierva. Mete la pappardelle y cocina siguiendo lo que dice el paquete, hasta que esté lista pero aún firme. Guarda un poquito de esa agua antes de escurrir la pasta.