
Este postre lleva una capa de duraznos jugosos con un toque dulce y una cubierta de bizcocho suave que se dora súper rica. Si encuentras duraznos en su punto, este clásico se vuelve increíble. Me encanta llevarlo caliente con helado de vainilla para comidas en el patio o juntos en familia.
Lo hice para el cumple de mi abuela y apenas quedaron migas. Ahora mi familia jura que por este postre esperan la temporada de duraznos.
Tentadores Ingredientes
- Duraznos frescos y maduros: Busca fruta fragante, suave y que huela rico
- Azúcar mascabado clara: Le pone profundidad con sabor a caramelo
- Almidón de maíz: Hace el jugo más espesito y brillante
- Miel: Endulza con su toque floral, que sea suave
- Esencia de vainilla: Da calidez, mejor si es natural
- Jugo de limón: Realza el toque ácido y cuida que los duraznos luzcan vivos, usa un limón jugoso
- Canela, nuez moscada y jengibre molidos: Aportan sabor cálido y hogareño; si puedes, que sean recién molidos
- Sal: Hace que lo dulce no empalague
- Harina de trigo común: Para la estructura del bizcocho, mide justo la cantidad
- Azúcar blanca: Para endulzar arriba y dentro
- Polvo y bicarbonato para hornear: El truco para bizcochos altos y esponjosos
- Mantequilla sin sal bien fría: Consigue esa cobertura hojaldrada; que sea mantequilla de verdad y bien fría
- Crema agria y leche: Hacen la masa blandita y llena de sabor, usa productos enteros si puedes
- Huevo: Pinta la capa de arriba para dorado lindo
- Más canela y azúcar: Para coronar y darle costrita crujiente
Sencillos Pasos
- Último Toque:
- Revuelve el huevo con leche y pincela todo el bizcocho con eso. Espolvorea canela y azúcar extra, y así tendrás un tope crujiente.
- Hora del Horno:
- Mete al horno sin tapar, deja entre treinta y cinco a cuarenta y cinco minutos. Busca un dorado bien intenso y burbujitas en el relleno. Espera cinco minutos antes de servir; disfrútalo tibio.
- Agrega el Bizcocho:
- Desarma trozos de masa con las manos sobre los duraznos, que se vea rústico y desigual para mejor textura.
- Mezcla los Líquidos:
- En un bowl chico mezcla crema con la leche. Esta mezcla va a la nevera unos minutos para que aguante fría mientras sigues.
- Haz la Masa de la Cubierta:
- Une harina, azúcar, polvos, bicarbonato y pizca de sal. Agrega la mantequilla fría en cuadritos y usa tenedor o cortador hasta que tengas una especie de arenado grueso.
- Junta Todo:
- Echa la mezcla fría de crema y miel en la preparación seca. Mueve con espátula sólo hasta que veas grumos, no mezcles de más.
- Prepara los Duraznos:
- Pela y corta los duraznos en gajos gruesos. Que estén blanditos pero no deshechos. Haz esto justo antes de hornear así no pierden jugo.
- Mezcla el Relleno:
- Mete el azúcar moreno y el almidón en un tazón grande y mezcla hasta que parezca arena seca. Súmale los duraznos, la miel, esencia de vainilla, limón, canela, nuez moscada, jengibre y sal. Revuelve suave hasta que todo esté cubierto.
- Hornear la Fruta:
- Pasa todo a una charola de cuarenta por treinta centímetros, ya enmantequillada. Hornéalo diez minutos a ciento setenta grados. Así los duraznos se ablandan y sueltan almíbar.

Lo mejor para mí es esa costra mantecosa arriba. Mi hija pide siempre más canela y la dejo que la ponga antes de hornear, queda crujientita y dulce.
Consejos de Conserva
Cuando ya esté frío, guarda lo que sobre en un envase cerrado y mételo a la heladera hasta cinco días. De hecho, al siguiente día sabe aún mejor. Para más tiempo, congélalo en porciones, bien envueltas, hasta tres meses. Pásalo a la nevera la noche antes y caliéntalo a ciento cincuenta grados quince minutos para que vuelva a estar rico.
Cambios de Ingredientes
No tienes duraznos frescos Puedes cambiar por congelados; solo descongélalos y sécalos bien con papel antes de usar. La fruta en lata mejor no porque se vuelve floja y aguada al hornear. Si no tienes crema agria, vale yogur griego. Puedes reemplazar la miel por agave o jarabe de maple para cambiar el sabor.
Formas de Disfrutarlo
Sirve este postre tibio y acompaña con bolas grandes de helado de vainilla para sentirte en casa. Si te va lo sureño, echa más miel o un poco de bourbon encima. También va genial con crema batida o así solo para el desayuno del día siguiente.

Raíces Americanas del Cobbler
Este postre viene del sur de Estados Unidos, donde los colonos cocinaban dulces sencillos con frutas de temporada y masa rápida. Yo crecí comiéndolo en barbacoas de julio y fiestas en la iglesia. El toque del bizcocho al horno siempre nos gustaba por sus bordes crujientes dorados.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar melocotones congelados aquí?
Sí, puedes usar melocotones congelados. Para que no te quede demasiado líquido, descongélalos por completo y sécalos un poco.
- → ¿Cómo logro que el bizcocho quede aireado?
Mantén la mantequilla bien fría, no trabajes demasiado la masa y mézclala lo justo. Así te quedará un bizcocho suave.
- → ¿Cuál es la manera simple de pelar los melocotones?
Haz una cruz pequeña en la piel y mételos unos segundos en agua hirviendo. Luego pásalos a agua fría y verás que se pela fácil.
- → ¿Se puede dejar listo antes de tiempo?
Recién horneado sabe mejor, pero puedes dejar listos los ingredientes secos y cortar los melocotones justo al momento de preparar.
- → ¿Cómo guardo lo que me sobre?
Guárdalo tapado en el refrigerador hasta cinco días o en el congelador por tres meses.