
No hay nada que diga verano como ver un pastel de arándanos simple saliendo burbujeante del horno. Siempre hago este cuando quiero algo fácil y hogareño. Y nunca falla en sorprender cuando hay reuniones con amigos o familia.
Jugosos Ingredientes
- Arándanos: dan ese dulzor natural y textura jugosa. Usa frutos gorditos, azules oscuros, o si prefieres, los congelados para hacerlo rápido
- Azúcar blanca: endulza relleno y cobertura. El azúcar de caña le da mejor sabor
- Fécula de maíz: ayuda a que los jugos de la fruta formen esa salsa espesa tan rica, busca una nueva para evitar grumos
- Zumo de limón: corta el dulzor y aporta frescura, siempre me gusta usar uno recién exprimido
- Ralladura de limón: suma aroma extra, solo la parte amarilla para que huela sabroso
- Sal kosher: hace que todo resalte y se junte el sabor, mejor fina para que se reparta bien
- Harina común: le da forma a la tapa esponjosa, elige sin blanquear si quieres un toque más profundo
- Polvo de hornear: les da ese empuje a los bizcochitos, fíjate en la fecha para un buen levado
- Mantequilla fría: clave para una corteza crujiente y suave, córtala en daditos chicos que se mezclan mejor
- Nata espesa: hace la masa bien jugosa, yo siempre elijo nata entera para más sabor
- Azúcar extra para arriba: queda crocante y dulce, pon azúcar gruesa si te gustan los trocitos crujientes
Súper Instrucciones
- Armando el Relleno de Arándanos
- Mete los arándanos en un bol grande con azúcar, fécula, zumo y la mitad de la ralladura. Échales una pizca de sal y revuélvelos suave hasta que queden brillosos y bien cubiertos. Así garantizas que el relleno quede espeso y con sabor parejo.
- Haciendo la Cubierta
- Toma un bol mediano y mezcla harina, polvo de hornear, lo que queda de la ralladura y sal. Cuando todo esté bien integrado, echa la mantequilla fría en cubos y mézclala con las manos o unos tenedores hasta que parezcan migas, dejando algunos pedacitos grandes. Luego ve añadiendo la nata poco a poco, solo hasta que la masa se junte y quede rústica, blandita sin estar mojada.
- Juntándolo Todo
- Extiende el relleno de arándanos en una fuente mediana para horno asegurándote de llegar a todos los bordes. Distribuye la masa a cucharadas encima, dejando algunos huecos para que los jugos burbujeen. Así queda la parte de arriba más crocante.
- Terminando y al Horno
- Pinta los bizcochitos con un poquito más de nata. Añade azúcar por arriba para que queden bien brillositos y dorados. Pon la fuente sobre una bandeja para que no se ensucie el horno si gotea. Mete todo a 190 grados (Fahrenheit) de 47 a 50 minutos hasta que salga jugo espeso, burbujeando y los bizcochitos estén bien dorados.
- Deja que Enfríe
- Dale al menos 15 minutos antes de comerlo. Así la mezcla espesa un poco y no se desarma al servir.

Lo que más me gusta es cómo explotan los arándanos ácidos en cada bocado. El toque de la cobertura me recuerda a la cocina de mi abuela, cuando nos dejaba pintar los bizcochos con nata y echarles azúcar antes de meter todo al horno. Son esos detalles los que hacen que este plato sea tan especial para mí.
Cómo Guardarlo
Ponle papel plástico o de aluminio encima y guárdalo en la nevera si sobra. Aguanta hasta tres días bien. Si quieres que dure más, corta porciones y congélalas bien envueltas. Para comer después, mételo en horno suave para que la capa de arriba quede rica de nuevo.
Otras Opciones de Ingredientes
Si no tienes arándanos, prueba con moras o mezcla de frutas de verano para cambiarlo un poco. ¿Nata espesa? Si no tienes, echa nata ligera o leche entera, solo que la cubierta queda un poco más suave. ¿Lo quieres sin gluten? Cambia la harina por mezcla sin gluten, la misma cantidad, y listo.
Ideas para Servir
Sírvelo caliente en boles y pon una bola de helado de vainilla bien cremoso encima. También va genial con un poco de nata montada o yogur griego. Si tienes gente, hazlo en fuente grande directo al horno y que cada quien se sirva a gusto.
Un Poco de Historia y Tradición
Este postre es súper clásico en el sur de Estados Unidos y lleva muchas generaciones cocinándose. Surgió de poner masa casera encima de fruta fresca y hornearla hasta que burbujee. En mi familia, este plato siempre trae recuerdos de meriendas al aire libre y ese olor riquísimo a frutas llenando la cocina. Perfecto para compartir y sentirse en casa.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Se pueden usar arándanos congelados en vez de frescos?
Claro, podés ponerlos congelados directo. Mezclalos con azúcar, fécula y limón según indica.
- → ¿Cómo lograr una cobertura bien crujiente?
Usá manteca bien fría y mezclá la masa sin amasarla mucho. Así queda tierna y desmenuzable.
- → ¿Cómo saber si ya está listo?
La cubierta debe estar bien dorada y los arándanos hacer burbujas espesas por los lados.
- → ¿Se puede hacer con anticipación este postre?
¡Sí! Hornealo un rato antes y servilo tibio o frío. Incluso aguanta un día perfecto.
- → ¿Existe opción sin lácteos para la cubierta?
Reemplazá la manteca por margarina vegetal y crema de coco en vez de crema clásica. Así no lleva lácteos.