
Este Mac and Cheese al horno al estilo del sur tiene un toque reconfortante total. La salsa de queso cheddar queda súper cremosa, la pasta suave se derrite en la boca y la cobertura crujiente de panko te abraza en cada bocado. Si te animan los platos con queso y quieres algo fácil pero fuera de lo común, esto es para ti.
No olvido la primera vez que lo hicimos con el grupo en una tarde de pelis. Terminamos discutiendo quién era más fan del queso. Desde entonces, este plato al horno es nuestro salvavidas contra los días tristes.
Ingredientes
- Panko: le da ese crocante irresistible a la cubierta El panko queda más ligero que el pan rallado común aunque puedes usar el que tengas en casa
- Pasta tipo macarrón: es perfecta para absorber la salsa Elige una con superficie rugosa para que se agarre más salsa
- Pimentón dulce: suma sabor a la cobertura El toque ahumado y colorido lo hace especial
- Queso cheddar intenso: es el corazón del plato Si lo rayas al momento, consigue un sabor brutal y se funde mejor
- Sal: potencia el sabor de todos los ingredientes Echa un poco, prueba, y si hace falta agrega más según el queso que uses
- Mantequilla sin sal: base para la mezcla de harina y mantequilla Siempre escoge mantequilla de verdad para más sabor
- Leche entera: deja la salsa como terciopelo Si quieres aún más cremosidad, échale un chorrito de nata
- Harina de trigo: ayuda a espesar la salsa tipo bechamel Usa tipo 405 para una textura fina
Deliciosa guía paso a paso
- Dale forma al topping y hornea:
- Unta apenas de aceite la fuente y echa toda la pasta bañada en salsa. Combina el panko y el pimentón, ponlo por encima, aprieta suave para que luego quede precioso y muy crujiente.
- Mezcla tu salsa y pasta:
- Pon la pasta escurrida en una fuente grande y mézclala con la salsa de queso con cuidado. Queda mucho mejor si te aseguras que toda la pasta se baña en salsa pero sin machacarla.
- Hora de la salsa con leche:
- Añade la leche poco a poco mientras remueves para que quede suave y sin grumos. Cocina todo a fuego medio unos 5 minutos, quieres que espese bien.
- El horno primero:
- Arranca precalentando el horno a 175 grados con calor arriba y abajo. Así luego todo se cocina igual y agarra mejor el gratinado.
- Entra el cheddar:
- Ahora mete el queso cheddar en varias tandas y deja que se derrita con calma. Si necesitas, echa una pizca más de sal y prueba siempre antes de seguir.
- Monta la salsa con harina:
- Pon la mantequilla en una olla a fuego medio y deja que se derrita despacio. Añade la harina y remueve unos 2 minutos sin dejar que se tueste para que no amargue.
- Que la pasta no se pase:
- Cuece los macarrones solo hasta que estén firmes, unos 8 minutos, y escúrrelos rápido. Es importante no dejar que se pasen ya que luego en el horno siguen cocinándose.
- Al horno con todo:
- Mete la fuente sin tapar por unos 25 minutos. Cuando el olor a queso invade la cocina y ves burbujas, está listo. Saca cuando esté dorado y crujiente.

Cosas útiles que saber
Te va a llenar muchísimo y funciona genial como plato principal
No se seca rápido fuera de la nevera y sigue jugoso un buen rato
Congela de maravilla y para dejar listo en días movidos es top
Lo más divertido para mí es la corteza de panko mi sobrino siempre quiere ser el encargado de poner la cobertura El otro día casi se la come toda antes de llevarlo a la mesa
Cómo guardar y aprovechar sobras
Si te queda Mac and Cheese, tápalo y mételo a la nevera máximo tres días. Para recalentarlo, ponle un poquito de leche por encima y caliéntalo despacio en horno o microondas para que siga cremoso. Si te gusta que el tope se mantenga bien crujiente, hornéalo aparte. Si vas a congelarlo, deja que se enfríe bien en porciones dentro de un buen tupper. Aguanta por lo menos dos meses en el congelador y queda genial al recalentar.
Cambia los ingredientes sin miedo
No tienes cheddar Ningún problema, combina emmental y algo de parmesano y queda brutal. Si te va lo suave, usa gouda. ¿Te gusta ahumado? Añade pimentón ahumado o un poco de bacon en dados. Otra opción es usar pasta integral en vez de la blanca porque absorbe la salsa igual de bien.
Ideas para acompañar y servir
Este Mac and Cheese se roba la atención solo, pero como guarnición para costillas BBQ o pollo asado es un lujo. Queda riquísimo con una ensalada crujiente a un lado o un poco de verduras hechas despacio. Para un toque extra ponle aros de cebolla encima cuando sale del horno. Y si tienes fiesta, hazlo en moldes mini y sirve como picoteo.

Tradición y raíces sureñas
En el sur de Estados Unidos, este plato es puro cariño casero y tradición. Desde hace generaciones la gente lo lleva a cualquier celebración familiar. Nació cuando había que alimentar a todos sin gastar mucho, mezclando cosas simples. Ahora triunfa entre familias jóvenes y sigue siendo ese gustazo fácil que une a grandes y chicos. Eso es lo que más me enamora: lo sencillo y lo mucho que nos hace disfrutar juntos.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué quesos quedan mejor para este plato?
Usa Cheddar para que quede potente y agrégale un poco de Gruyère si buscas más sabor aún.
- → ¿Cómo lograr que la salsa de queso quede bien suave?
Calienta despacio la mezcla de mantequilla, leche y harina a fuego bajo. Así la textura se vuelve cremosa.
- → ¿Se puede dejar preparado y hornear después?
Sí, puedes guardar la pasta ya armada en la heladera y meterla al horno justo antes de servir.
- → ¿Qué tener presente para la cocción de la pasta?
Cuece los macarrones solo al dente o un poquito menos, para que no se pasen en el horno.
- → ¿Cuál es el tip para una costra súper crocante?
Mezcla Panko con manteca derretida y un toque de pimentón, pon bastante encima antes de hornear.