
No hay nada como un buen guiso de carne con verduras para quitarse el frío. El olor llena la casa y me transporta a esas noches nevadas con la familia charlando en la mesa. El guiso siempre tiene ese toque reconfortante de carne suave y verduras tiernas que se deshacen en la boca.
La primera vez que hice este guiso, me asombró lo fácil y rápido que es prepararlo. Terminamos comiéndolo directo de la olla porque no podíamos esperar a servirnos.
Jugosos Ingredientes
- Carne de res para guisar o aguja: Busca trozos con algo de grasa para que queden súper suaves
- Aceite de oliva: Si puedes, que sea virgen extra para más sabor
- Harina común: Da cuerpo y ayuda a espesar todo
- Sal y pimienta negra: Sé generoso para potenciar el sabor
- Cebolla grande: Mejor amarilla, que da dulzor y textura rica
- Dientes de ajo: Mucho mejor si los usas frescos
- Caldo de carne: Busca uno bajo en sal para controlar el punto
- Vino tinto seco: Le da carácter, pero puedes poner más caldo si no tienes
- Pasta de tomate: Aporta color lindo y ese toque umami
- Salsa Worcestershire: Un chorrito levanta el sabor a otro nivel
- Zanahorias: Elige las más firmes para que resalten dulces y llenas de color
- Papas: Las Yukon Gold o russet aguantan perfectamente
- Apio: Mete un punto salado y sutil al conjunto
- Arvejas congeladas: Ponlas al final para que den color verde y frescura
- Tomillo seco y romero seco: Hierbas aromáticas que lo hacen sentir casero
- Hojas de laurel: Da ese sabor tan clásico, ¡acuérdate de quitarlas después!
- Perejil fresco: Picalo al final para dar un punch de color y sabor fresco
Deliciosos Pasos
- Termina la cocción
- Los últimos cinco minutos mete las arvejas para que mantengan ese verde bonito y sumen dulzor. No te olvides de pescar las hojas de laurel y ajusta de sal y pimienta si hace falta.
- Sirve fácil
- Saca generosas cucharadas en platos calientes y termina con perejil picado. Va increíble con pan crujiente o sobre unas papas hechas puré.
- Agrega las verduras
- Ahora van los trozos de papas, la zanahoria y el apio. Mézclalo todo, pon la tapa de nuevo y sigue cocinando hasta que al pinchar las verduras estén bien blanditas, mínimo media hora.
- Monta el guiso
- Devuelve la carne y sus jugos a la olla. Echa caldo, un poco de Worcestershire, el tomillo, romero seco y las hojas de laurel. Sube el fuego hasta que burbujee leve, luego pon el fuego al mínimo, tapa y deja que se haga con calma al menos hora y media.
- Desglasa la olla
- Ahora toca el tomate en pasta. Sofríelo un minuto y luego añade vino tinto o un poco más de caldo. Ráscale al fondo con una cuchara para sacar todo lo pegado y deja que hierva suave unos minutos.
- Dora bien la carne
- Pon aceite en una olla grande a fuego fuerte. Cuando esté caliente, añade la carne en tandas para que se dore de todos los lados, sin amontonar. Sácalas en un plato cuando estén listas y sigue con el resto.
- Prepara la carne
- Séquala con papel, pásala por harina, pon sal y pimienta. Así agarra sabor y ayuda a que espese el guiso después.
- Sofríe lo básico
- Baja el fuego, mete la cebolla y el ajo justo donde quedó el sabor de la carne. Dale vueltas como tres minutos hasta que la cebolla huela dulce y esté blanda.

Amo cómo el vino tinto le da tanta profundidad al caldo. Si no tienes, suma más caldo y un chorrito de vinagre balsámico para que agarre ese gustito cálido igual. Ver a mi papá 'probar' el guiso mientras burbujeaba es de mis recuerdos favoritos de comida.
Consejos para guardar
Deja que se enfríe a temperatura ambiente antes de meterlo en la heladera. Guarda en tuppers bien cerrados y consume en tres días. Para que dure más, separa en porciones y congela por hasta tres meses. Cuando lo calientes, suma un poco de caldo si ves que se espesa mucho.
Cambia ingredientes
Si quieres, podés cambiar la carne por cordero o usar solo champis para una versión vegetariana. ¿No hay hierbas frescas? Un toque de condimento italiano va genial. Para un dulzor distinto, prueba cebollitas perla en lugar de la cebolla común. ¿Sin vino tinto? Más caldo o un poco de balsámico logran algo similar.

Ideas para servir
Servilo bien caliente con pan de masa madre o uno rústico de campo. Si querés que sea aún más reconfortante, sírvelo encima de puré de papas o fideos con manteca. También queda espectacular con hojas verdes salteadas, tipo kale o acelga.
Un poquito de historia
El clásico guiso de carne viene de tradiciones tanto irlandesas como estadounidenses. Se hacía con cortes económicos, pero al cocinarlos lento quedaban tiernos y sabrosos. Este plato se ganó su fama de comida reconfortante en familias que buscaban rendir ingredientes y alimentar a todos bien.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué corte de carne va mejor aquí?
El osobuco o cualquier trozo con algo de grasa y nervio funciona genial. Así queda suavecito después de mucho tiempo en la olla.
- → ¿Se puede omitir el vino tinto?
Claro, pon más caldo de carne o échale un chorrito de vinagre balsámico para mantener el sabor intenso.
- → ¿Cómo espeso el caldo?
Puedes aplastar un poco de papa en la olla o mezclar maicena con agua fría y agregar al final hasta que tome cuerpo.
- → ¿Qué otras verduras puedo usar o cambiar?
Puedes poner nabos, champiñones o chirivía. Cámbialas como gustes y agrégalas con las demás.
- → ¿Cómo guardo lo que sobra?
Mete todo al refri hasta por 3 días, o congela en envases bien cerrados hasta 3 meses. Caliéntalo despacio para que siga rico.