
Estos cuadrados de calabaza súper jugosos y cubiertos con un frosting cremoso de queso crema están causando furor en mi casa todo el otoño. Sobre todo después de pasear con las linternas, todos esperan ansiosos este pastel lleno de sabor. El toque especiado de la calabaza con la suavidad del queso combina genial cuando tomamos café tranquilamente.
Siempre que llega el otoño, mis hijos me piden que haga estos cuadraditos de calabaza. Lo mejor de todo es que se mezclan rapidísimo y a las visitas les encantan, no dejan ni las migas.
Deliciosos ingredientes
- Queso crema y mantequilla: Para la cobertura cremosa. Deben estar blanditos para que quede bien suave y no se corte.
- Azúcar glas: Para endulzar el frosting y que tenga textura de nube. Tamízalo antes para que no salgan grumos.
- Extracto de vainilla: Da un toque dulce y profundo. Mejor usar del bueno, hecho con vainas.
- Huevos: Ayudan a mantener todo junto. Sácalos antes para que estén a temperatura ambiente.
- Puré de calabaza: Aporta humedad. Fíjate que sea puro, sin añadir nada raro ni especias.
- Aceite vegetal: Hace que la miga quede suave y blandita. Sirve uno neutro como el de girasol o canola.
- Sal y especias: Canela y nuez moscada son imprescindibles para que huela a otoño. Si puedes, ralla la nuez moscada tú mismo.
- Levadura química y bicarbonato: Juntos hacen que el pastel suba esponjoso. Asegúrate de que no estén caducados.
- Azúcar y azúcar moreno: Dulzura y ese puntito acaramelado. El moreno extra fresco da mucho más sabor.
- Harina de trigo: Da cuerpo. Usa tipo 405 para que quede suave y revisa que no huela raro.
Súper guía paso a paso
- Dale un rato a que se enfríen:
- Cuando saques los cuadrados del horno, déjalos que se enfríen totalmente. Si tienes una rejilla para pasteles, mucho mejor.
- Montamos el frosting:
- Bate el queso crema ya blando junto con la mantequilla hasta que esté cremoso. Añade el azúcar glas y la vainilla poco a poco mientras sigues mezclando, tiene que quedar una crema sin grumos.
- Decora con el frosting:
- Tapa bien los cuadrados ya fríos con el frosting. Con una espátula o cuchillo largo puedes hacer onditas por encima si te animas.
- Al horno:
- Pon la masa en un molde engrasado. Yo elijo uno de unos 23 x 33 cm. Mete al horno ya caliente a 175 °C con calor arriba y abajo y deja durante unos 25 a 30 minutos. Pincha con un palillo al final, si sale seco es que ya están.
- Masa lista:
- Ve agregando la mezcla seca a la parte líquida. Mezcla con cuidado con una lengua o batidor, solo hasta que no veas restos de harina. No remuevas de más, si no, queda pesado.
- Parte líquida por un lado:
- Pon en otro bol el aceite, el puré de calabaza, los huevos y la vainilla y bate hasta que todo tenga el mismo color y no queden grumos ni partes separadas.
- Mezcla los ingredientes secos:
- Echa en un bol grande la harina con los dos azúcares, levadura, bicarbonato, sal, canela y nuez moscada. Remueve bien, así las especias se reparten por toda la masa.

Me chifla cómo el azúcar moreno le da un gusto a caramelo al bizcocho y el puré de calabaza deja la textura súper húmeda. Mis pequeños no pueden resistirse y siempre roban una punta antes de que meta el frosting.
Formas de guardar
Para que se conserven bien, mete los cuadrados hechos en el frigorífico. Así el frosting de queso crema sigue fresco y rico. Tápalos bien para que no cojan olores y se mantengan suaves. Lo curioso es que a partir del segundo día aún están más buenos.
Cambia lo que quieras
Si no tienes puré de calabaza, dale una oportunidad al de boniato, queda igual de bien. La harina sin gluten también va, pero con la de trigo queda un poco más jugoso. Si no te va la canela, puedes poner jengibre o un poco de cardamomo y listo.

Ideas para servir
Estos cuadraditos combinan genial con té, un chocolate caliente o un vaso de ponche. Para lucir, córtalos en porciones pequeñas y pon unas nueces picadas encima. Espolvorea con canela para decorar bonito.
Un poco de historia
En Estados Unidos este tipo de dulce con calabaza es parte de la tradición desde hace un montón, y por aquí ahora también está de moda. Esta versión se puede servir en porciones pequeñas, así no hay peleas. De hecho, cuando hay café con amigos, desaparecen antes de que te enteres.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo hago para que la masa no se reseque?
Poner puré de calabaza, algo de aceite vegetal y huevos mantiene todo jugoso y evita que se ponga duro.
- → ¿Qué tipo de harina va mejor?
La 405 de trigo deja la masa bastante esponjosa y es fácil de mezclar.
- → ¿Puedo tener el glaseado listo antes?
Claro, puedes batir el glaseado de Frischkäse el día anterior y dejarlo tapado en la nevera. Al usarlo, solo revuelve un poco y listo.
- → ¿Cómo preparo la bandeja para hornear?
Es importante engrasar bien la bandeja, así los pedazos de Kürbis salen fácil después de horneados.
- → ¿Es posible ponerle menos azúcar?
Puedes jugar con la cantidad de azúcar blanco o moreno según cuánto dulzor y sabor prefieras.