
Colas de langosta a la parrilla con una salsa cremosa de mantequilla, ajo y limón que aportan un sabor increíble. Este platillo exprés captura la frescura del verano y se siente especial y delicioso.
La primera vez que hice colas de langosta en la parrilla fue en una fiesta de verano. La mantequilla con ajo y limón fue lo que más destacó. Desde entonces, es un platillo recurrente para consentirme y a quienes quiero.
Qué necesitas
- 4 colas de langosta: entre 140 y 170 gramos cada una, frescas o bien descongeladas para que se cocinen parejo
- Aceite neutro: como canola o aguacate para pintar la langosta y evitar que se pegue
- Mantequilla sin sal: derretida para darle a la salsa esa textura cremosa
- Ajo fresco: picado finito para darle aroma y sabor intenso a la mantequilla
- Jugo y ralladura de limón: aportan esa acidez que equilibra la mantequilla
- Perejil fresco: picado para dar color y un toque herbal fresco
- Sal y pimienta negra recién molida: para realzar los sabores de forma natural
Pasos para cocinar
- Prepara las colas:
- Si están congeladas, déjalas descongelar totalmente y sécalas bien. Con tijeras de cocina abre la cáscara por arriba sin cortar la parte del final. Con cuidado levanta la carne y déjala sobre la cáscara sin despegarla del todo. Esto ayuda a que se cocinen mejor y se vean más bonitas.
- Sazona las colas:
- Pinta la carne con aceite neutro. Espolvorea sal y pimienta al gusto. Déjalas reposar mientras prendes la parrilla para que el sazón penetre bien.
- Calienta la parrilla:
- Súbela a temperatura media-alta, entre 230 y 260 grados Celsius. Limpia y engrasa las rejillas para que nada se pegue y salgan bonitas marcas.
- Haz la salsa de mantequilla, limón y ajo:
- En una olla pequeña derrite la mantequilla a fuego bajo para que quede suave y cremosa. Agrega el ajo picado y la ralladura de limón cocina un minuto sin que se queme. Apaga el calor e incorpora el jugo de limón y el perejil para darle frescura.
- Grilla las colas:
- Coloca las colas con la cáscara hacia abajo. Cierra la tapa y deja por unos 4 o 5 minutos. Unta generosamente con la salsa de mantequilla y ajo. Voltea para que la carne toque la parrilla y cocina otros 4 a 6 minutos, bañando otra vez con la salsa. La langosta debe verse opaca, firme pero jugosa y con un ligero tostado. La temperatura interior ideal es entre 57 y 60 grados Celsius para que quede perfecta.
- Sirve y disfruta:
- Pasa las colas a un plato. Vierte un poco de salsa que quedó, espolvorea más perejil y acompaña con gajos de limón para dar un toque extra.

Uno de mis trucos favoritos es echar abundante mantequilla con limón y ajo al final para que la langosta brille y cada bocado sea sensacional. Recuerdo la primera vez que la hice en una noche calurosa, las hierbas frescas combinaban genial con el limón, y fue inolvidable.
Cómo guardar sobras
Si te queda langosta, guárdala en un recipiente cerrado en la nevera hasta dos días. Calienta despacio en el horno tapado con papel aluminio para que no se seque. La salsa de mantequilla con ajo puedes hacerla antes y calentar suave para darle vida antes de servir.
Cambios para variar
Cambia el perejil por estragón o albahaca para darle otro toque herbal. Puedes poner un poco de pimentón ahumado o chile en polvo suave a la salsa para un poco de picante. Si quieres una mantequilla más pura y que aguante mejor el calor, usa mantequilla clarificada para la parrilla.
Ideas para acompañar
Sirve con una ensalada verde con vinagreta cítrica para seguir el sabor del limón. También van bien espárragos a la parrilla o papas pequeñas asadas para completar la comida. Un Sauvignon Blanc frío o un rosado seco maridan súper bien con los sabores frescos.
Toques según la estación
En invierno, cambia la ralladura de limón por naranja o toronja para un sabor más cálido. Antes de servir, espolvorea piñones tostados para un contraste crujiente. En verano, pon hierbas frescas como cebollín o eneldo para que huela a jardín recién cortado.

Disfruta este plato elegante que trae el sabor del verano sin complicaciones. Es genial para sorprender a tus invitados o darte un gustito especial en cualquier momento.
Preguntas Frecuentes Sobre Recetas
- → ¿Cómo preparar bien las colas de langosta para la parrilla?
Con tijeras de cocina, corta la cáscara superior de las colas descongeladas sin separar la carne. Levanta la carne con cuidado y déjala sobre la cáscara para que se cocine pareja y sea más fácil para sazonar.
- → ¿A qué temperatura debería estar la parrilla para las colas?
Calienta la parrilla a medio-alto, como 230–260°C (450–500°F), así sellas rápido y la langosta no se seca.
- → ¿Qué aporta la mantequilla de ajo y limón a las colas?
El ajo fresco y el limón mezclados en mantequilla derretida le dan un toque brillante y sabroso que resalta el dulce natural de la langosta.
- → ¿Cómo saber cuándo las colas están listas?
La carne cambia a un color opaco y se siente firme. Un poco de quemado en los bordes es normal. Lo ideal es que la temperatura interna llegue a 57–60°C (135–140°F).
- → ¿Algún truco para que la langosta quede jugosa?
Mientras grillas, baña las colas con mantequilla de ajo y limón varias veces. Así mantienes la humedad y el sabor sin que se reseque.