
Esta versión en capas de chocolate y mantequilla de maní convierte los tradicionales dulces Buckeye de Ohio en unas barras que no podrás dejar de comer. Tiene una base húmeda de chocolate, un centro suave de mantequilla de maní y todo termina con una capa brillante de ganache que queda perfecta al enfriarse.
Inventé estos brownies para una comida compartida y fueron lo primero que se acabó. Desde entonces, cada vez que pregunto qué llevo de postre, me piden estos por su nombre.
Brillantes Ingredientes
- Para la base de brownie
- 1 taza de mantequilla sin sal: logra una textura densa y suave, nada seca
- ½ taza de chispas de chocolate semi amargo: da más intensidad sin dulzura excesiva
- 2 tazas de azúcar regular: ayuda a que la corteza salga brillante y balancea el cacao
- 4 huevos grandes: aportan humedad y firmeza para esa miga perfecta
- 1 cucharadita de extracto de vainilla: realza el sabor del chocolate con un toque cálido
- ¾ taza de cacao en polvo sin azúcar: tipo holandés si puedes, para sabor más suave
- 1 taza de harina de trigo común: es lo justo para que se mantenga la forma pero queden blanditos
- ½ cucharadita de sal kosher: levanta todos los sabores y equilibra lo dulce
- ½ cucharadita de polvo de hornear: da una pizca de aire, sin que queden secos
- Para el centro de mantequilla de maní
- ¾ taza de mantequilla derretida sin sal: hace la capa de mantequilla de maní super lisa
- 1 ½ tazas de crema de cacahuate suave: usa una marca clásica para mejor textura
- 1 cucharadita de extracto de vainilla: suma dulzura ligera al centro
- 3 tazas de azúcar glass: logra el sabor y la textura característica de buckeye
- Para la ganache
- 1 ½ tazas de chispas de chocolate oscuro: termina con un toque amargo delicioso
- 6 cucharadas de crema para batir: para una cobertura que queda lista en la textura perfecta
Fáciles Instrucciones Paso a Paso
- Enfría y corta fácil:
- Cuando todo esté montado, deja que repose en la nevera por al menos dos horas. Usa un cuchillo afilado pasado por agua caliente y seco entre corte y corte para cuadraditos perfectos. Saca a temperatura ambiente unos minutos antes de comer para mejor textura.
- Logra la capa de ganache:
- Mete el chocolate y la crema en un bowl para microondas. Calienta un minuto y después bate energéticamente hasta que se vea liso y brillante. Si quedan trozos, mete en intervalos de 10 segundos y mezcla bien cada vez.
- Extiende la capa ganache:
- Cubre el centro de manteca de maní con la ganache rápidamente, usando una espátula para dejar una superficie lisa antes de que se ponga firme. Arranca del centro y llévalo a las orillas para que todo quede parejo y brillante.
- Esparce la manteca de maní:
- Pon la mezcla cremosa sobre el brownie mientras esté tibio, aplastando con la yema de los dedos con azúcar glass si hace falta para nivelar y no romper la base. Trabaja del centro hacia afuera para que todo quede parejito.
- Prepara el relleno de mantequilla de maní:
- En un bowl mezcla la mantequilla derretida, crema de maní, vainilla y azúcar glass. Bate hasta que esté bien espeso pero que aún se pueda esparcir, como una masa de galletas pegajosa.
- Hornea la base:
- Lleva el batido listo al molde y reparte con una espátula hasta las esquinas. Deja en el horno entre 23 y 25 minutos. El borde debe estar firme pero el centro suavito. Mete un palillo; debe salir con unas migas mojadas.
- Agrega los ingredientes secos:
- Ahora, suma el cacao, la harina, la sal y el polvo de hornear. Hazlo con espátula y suave, nada de sobrebatir, solo hasta que ya no veas harina seca. Si mezclas mucho, se pone duro.
- Pon los huevos:
- Agrega uno por uno y mezcla bien en cada vuelta. Así entrará aire sin pasarse. Verás el batido más brilloso y espeso. Pon la vainilla y remueve lo justo para que se integre.
- Haz la base:
- Calienta la mantequilla a fuego medio, sin que hierva. Saca del fuego y pon el chocolate y el azúcar, mezclando hasta que no queden trocitos y todo esté uniforme.
- Prepara el molde:
- Enciende el horno a 175°C y pon papel para hornear en tu molde. Así los brownies saldrán enteros y el punto es ideal para una miga blanda en medio y orilla con buena forma.

La parte de mantequilla de maní es la estrella absoluta. Descubrí que elegir marcas comerciales en vez de naturales les da el toque clásico de los dulces buckeye de Ohio que tengo tan presente de niña. Mi hija ahora me pide estos en lugar de pastel de cumpleaños.
Almacenamiento y Congelado
Estos brownies se guardan súper bien en el refri hasta cinco días si los tapas bien. Luego del primer día, los sabores se mezclan y mejoran. Si quieres guardarlos por más tiempo, córtalos en cuadritos y congélalos colocando papel entre capas. Déjalos una noche en el refri antes de comer para que la textura quede perfecta.
Variantes de Ingredientes
Aunque esta versión es la más clásica, puedes cambiar bien algunas cosas. Prueba con mantequilla de maní con trozos si te gusta el crunch. Para la cobertura, chocolate blanco queda más dulce y diferente. Si te va lo intenso, añade un cuarto de taza más de cacao y reduce la harina igual. Y si prefieres un toque salado, espolvorea sal gruesa sobre la ganache tibia.
Ideas para Servir
Sirve los brownies un poco fríos para que las capas se sientan distintas. Si quieres sorprender a tus invitados, calienta los platos y agrégales una bola de helado de vainilla al lado. Un hilo de salsa de mantequilla de maní encima queda de lujo para ocasiones especiales. Van de maravilla con café, leche o hasta un vino dulce tipo oporto.

Historia de Ohio
Los dulces buckeye reciben su nombre porque se parecen a la semilla del árbol típico de Ohio. El clásico es una bolita de mantequilla de maní sumergida en chocolate. Aquí le damos una vuelta y lo llevamos a barra con capas, pero el sabor sigue siendo ese que quienes son de Ohio reconocen enseguida, trayendo recuerdos de partidos de otoño y reuniones familiares.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Por qué se llaman brownies Buckeye?
El nombre viene de los caramelos Buckeye, muy famosos en Ohio, que se parecen a una nuez llamada buckeye. El dulce toma esa mezcla deliciosa de mantequilla de cacahuete y chocolate, solo que aquí en versión brownie con varias capas.
- → ¿Sirve mantequilla de cacahuete natural?
Mejor usa la mantequilla de cacahuete común, la cremosa de siempre. Las opciones naturales o sin azúcar llevan aceites distintos y hacen que la mezcla quede demasiado aceitosa o no tan suave.
- → ¿Cómo los guardo mejor?
Ponlos en un recipiente bien cerrado en el refri y aguantan hasta cinco días intactos. Si necesitas guardarlos por más tiempo, mételos al congelador, puedes separar las capas con papel encerado para que no se peguen y listo, duran hasta tres meses.
- → ¿Por qué hay que enfriar antes de cortar?
Enfriar es clave para que las capas se mantengan firmes, sobre todo la ganache. Así cuando los cortas, quedan prolijos y no se mezclan los colores de las distintas capas.
- → ¿Puedo cambiar el chocolate de la ganache?
Sí, puedes usar chips de chocolate semidulce o de leche en vez de los oscuros si prefieres. Sólo va a quedar un sabor más dulce y menos intenso en la parte de arriba.
- → ¿Algún truco para que las capas queden parejas?
Cuando pongas la masa de brownie en el molde, trata de que quede igualada usando una cuchara. Para la capa de cacahuete, espera a que los brownies enfríen un poco y usa los dedos para no romper la base. El ganache, viértelo despacio y extiende suave con una espátula plana.