
Esta limonada cremosa no solo quita la sed, también alegra el día. Mezcla el ácido fresco del limón con la suavidad dulce de la leche condensada y un buen puñado de menta súper fresca. No me dura ni media tarde en casa cuando hace calor.
La preparé un día improvisando en un picnic porque no tenía azúcar normal. Todos quedaron fascinados y me pidieron cómo la había hecho.
Irresistibles Ingredientes
- Hojas de menta fresca: sueltan ese aroma cuando las estrujas un poco intenta que estén verdes y brillantes
- Hielo en cubos: sirve los vasos bien fríos usa cubos grandes para que no se agüe rápido
- Rodajas de limón y más menta: decora cada vaso con color elige limones firmes que se vean bonitos al cortar
- Leche condensada dulce: da esa textura suave y un dulzor riquísimo busca la que es espesa y clarita
- Zumo de limón recién exprimido: da ese puntito ácido y fresco cambia con la leche
- Agua fría: suaviza y refresca mucho si puedes, usa agua filtrada
Fáciles Pasos
- Sirve y decora:
- Llena los vasos con hielo y reparte la limonada. Añade unas hojitas de menta extra o una rodajita de limón y ya tienes un vaso irresistible.
- Enfría bien:
- Mete la jarra mínimo media hora al refri. Ahí los sabores se mezclan más y esa menta se siente mejor con los cítricos.
- Prueba y ajusta dulzor:
- Da una probadita y si quieres más dulzón pon un poco extra de leche condensada. Mezcla bien otra vez.
- Estruja la menta:
- Pon las hojas en la jarra y aplástalas suave con una cuchara para que suelten todo su aroma.
- Agrega agua fría:
- Añade el agua poco a poco mientras sigues mezclando. Así te aseguras que salga bien cremosa y no se corte.
- Mézclalo todo:
- En una jarra grande echa el zumo colado y la leche condensada. Bate bien hasta que se mezcle todo, sin quedar partes separadas.
- Exprime los limones:
- Saca unos 240 ml de jugo y cuélalo para quitar semillas o mucha pulpa. Así queda súper suave.

Lo que me conquistó es la leche condensada. Mi abuela la ponía en su café y siempre me encantó. Con limón es pura magia de sabor.
Consejos para guardar
Guarda la limonada en una jarra tapada en la nevera. Se mantiene riquísima un par de días pero acuérdate de dar unas vueltas antes de servir porque a veces se asientan los sabores.
Cambios de ingredientes
Si necesitas hacerla sin lácteos, cambia la leche condensada por la de coco. También podrías poner un poco de jugo de lima para un toque más ácido o usar albahaca en vez de menta para cambiar de hierba.
Ideas para servir
Sirve en vasos altos con bastante hielo y pajillas coloridas para que se vea veraniego. Va de maravilla junto a asados o sola para darte un gusto por la tarde.

Contexto cultural
Está inspirada en bebidas brasileñas, donde se mezcla leche condensada con fruta cítrica para refrescarse en fiestas de verano. Esa mezcla trae nostalgia y buen rollo.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo logro que la limonada quede más cremosa?
Mézclala bien usando un batidor manual para que la leche condensada se junte súper bien con el jugo de limón. Así todo queda suave y sin grumos.
- → ¿Puedo cambiar la leche condensada por una opción vegetal?
Claro, usa leche condensada de coco si quieres evitar lácteos. Queda igual de cremosa y rica.
- → ¿Qué hago si la limonada se pone demasiado ácida?
Prueba la mezcla cuando ya está lista y agrega más leche condensada poco a poco para que el sabor quede equilibrado.
- → ¿Cómo le saco más sabor a menta?
Machaca suavemente las hojas de menta dentro de la jarra, así soltará su aroma sin dejar la bebida amarga.
- → ¿Cómo la mantengo fría pero sin que se aguade?
Enfría primero la limonada en la nevera y después sírvela con poquitos hielos grandes para que no se diluya tan rápido.
- → ¿Se puede dejar preparada con antelación?
Sí, puedes mezclar todo unas horas antes y dejarla en el refri. Solo ponle la menta y los adornos antes de servir para que siga fresca.