
Este pollo con miel y pimienta sobre macarrones con queso junta dos platillos reconfortantes en una comida irresistible. Las tiras de pollo crujientes bañadas en una salsa dulce y picante de miel con pimienta combinan a la perfección con la pasta cremosa y quesosa, creando un plato que encanta tanto a niños como adultos.
Inventé esta receta intentando copiar mi plato favorito de un restaurante, y rápidamente se convirtió en nuestra tradición de los domingos. Mi esposo ahora la pide siempre que tenemos invitados, y nunca deja de impresionar.
Ingredientes
- Pasta en espiral: Da la textura ideal y retiene la salsa de queso maravillosamente
- Tiras de pollo empanizado: Aportan comodidad y textura crujiente
- Tocino: Añade profundidad ahumada que complementa la salsa dulce de miel
- Miel: Forma la base del glaseado con su dulzura natural
- Azúcar morena clara: Mejora la caramelización de la salsa
- Salsa de soya: Introduce notas umami que equilibran lo dulce
- Jugo de piña: Aporta frescura tropical y acidez natural
- Jugo de limón fresco: Corta la riqueza con un toque cítrico
- Pimienta negra y cayena: Proporcionan el picante esencial que contrarresta los elementos dulces
- Quesos de buena calidad: Incluyendo parmesano, mozzarella y colby jack para la mejor salsa
- Crema espesa: Garantiza una salsa sedosa que cubre cada bocado
Instrucciones paso a paso
- Prepara el pollo:
- Cocina las tiras de pollo empanizado según las instrucciones del paquete hasta que estén doradas y crujientes. Para mejores resultados, hornéalas sobre una rejilla en una bandeja para que queden crujientes por todos lados. El pollo debe ser lo bastante firme para aguantar el glaseado sin ablandarse.
- Cocina la pasta:
- Hierve la pasta en espiral en agua muy salada hasta que esté al dente. No la cocines demasiado ya que seguirá ablandándose al mezclarla con la salsa caliente. Guarda media taza del agua de cocción por si necesitas ajustar la consistencia después.
- Prepara la salsa de miel y pimienta:
- Mezcla miel, azúcar morena, salsa de soya, jugo de piña, jugo de limón, vinagre, pimienta negra y cayena en una cacerola a fuego medio. Lleva a hervor suave, luego baja el fuego y cocina a fuego lento durante 15 minutos completos, revolviendo de vez en cuando. La salsa debe cubrir el dorso de una cuchara cuando esté lista, y espesará más al enfriarse.
- Haz la salsa de queso:
- Derrite la mantequilla en una sartén grande de fondo grueso a fuego medio-bajo. Añade la crema y calienta hasta que esté tibia pero sin hervir. Agrega los quesos gradualmente, un puñado a la vez, revolviendo constantemente para lograr una textura suave. Añade el ajo picado y sazona con sal y pimienta al gusto. Mantén el fuego bajo para evitar que la salsa se corte.
- Arma el plato:
- Mezcla la pasta con la salsa de queso hasta que cada fideo esté cubierto. Incorpora suavemente el tocino desmenuzado, reservando un poco para decorar si quieres. Sumerge cada tira de pollo en la salsa de miel y pimienta, asegurando que queden bien cubiertas. Para más sabor, sumérgelas dos veces después de que la primera capa se haya asentado.
- Sirve el plato:
- Coloca la pasta con queso en platos hondos, pon encima las tiras de pollo glaseadas y decora con hojas de albahaca fresca y trocitos de tocino adicionales si lo deseas. Sirve inmediatamente mientras está caliente y el pollo aún crujiente.

El ingrediente más sorprendente en esta receta es el jugo de piña. Descubrí su importancia por pura casualidad cuando me quedé sin vinagre de sidra una noche y usé lo que tenía a mano. La dulzura tropical que aporta crea una dimensión en la salsa que los invitados siempre notan pero nunca pueden identificar exactamente.
Opciones para preparar con anticipación
La salsa de miel y pimienta puede prepararse hasta con una semana de anticipación y guardarse en un recipiente hermético en el refrigerador. Solo caliéntala suavemente antes de usar. La salsa de queso es mejor hacerla fresca, pero si es necesario, puede prepararse un día antes y recalentarse muy lentamente con un chorrito de leche para recuperar su textura cremosa. Arma el plato final justo antes de servir para el mejor contraste de texturas entre el pollo crujiente y la pasta cremosa.
Ideas para personalizar
Esta receta versátil acepta variaciones creativas. Para una versión más picante, duplica la pimienta cayena o añade una cucharada de tu salsa picante favorita al glaseado de miel. ¿Prefieres algo más ligero? Sustituye las tiras empanizadas por pechuga de pollo a la parrilla y usa mitad y mitad en lugar de crema espesa para la salsa de queso. Para más verduras, incorpora floretes de brócoli asados, champiñones salteados o espinacas marchitas a la pasta antes de servir.
Sugerencias para servir
Este contundente plato combina maravillosamente con una ensalada simple aliñada con vinagreta para contrarrestar lo cremoso. Para una comida completa, sírvelo con espárragos asados o judías verdes salteadas con ralladura de limón y ajo. Una copa de vino Riesling frío o agua con gas y lima complementa perfectamente los sabores dulces y picantes. Para ocasiones especiales, comienza con un aperitivo ligero como bruschetta o un plato de frutas frescas para equilibrar la riqueza del plato principal.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar este plato con anticipación?
Puedes preparar los componentes por separado con anticipación. Haz la salsa de queso y la salsa de miel y pimienta hasta 2 días antes y guárdalas en la nevera. Cocina la pasta al dente, mezcla con aceite de oliva y refrigera. Para mejores resultados, arma todo justo antes de servir recalentando las salsas (añade un chorrito de leche a la salsa de queso), combinando con la pasta y poniendo el pollo recién glaseado encima.
- → ¿Qué puedo usar en vez de jugo de piña?
Si no tienes jugo de piña, puedes sustituirlo por jugo de naranja o de manzana con unas gotas de vinagre para acidez. En caso de emergencia, disuelve 1 cucharada de miel en 3 cucharadas de agua con un poco de zumo de limón para imitar el perfil dulce-ácido del jugo de piña.
- → ¿Qué tan picante es este plato?
El plato tiene un nivel de picante suave a medio gracias a la pimienta negra y el cayena. La dulzura de la miel y el azúcar moreno equilibra bien el picante. Para una versión más suave, reduce o elimina la pimienta cayena. Para aumentar el picante, añade más cayena o un poco de salsa picante a la mezcla de miel y pimienta.
- → ¿Qué acompañamientos van bien con el Pollo Miel Pimienta con Pasta?
Este plato contundente combina bien con guarniciones ligeras y frescas. Prueba con una ensalada verde sencilla con vinagreta, brócoli o espárragos al vapor, pan de ajo o verduras asadas. Para una comida completa con texturas contrastantes, sírvelo con ensalada de col o una ensalada de pepino y tomate.
- → ¿Puedo usar diferentes quesos para la salsa?
¡Claro! Aunque la combinación de parmesano, mozzarella y colby jack crea un equilibrio perfecto de sabor y cremosidad, puedes sustituirlos por quesos como cheddar fuerte, gouda, gruyere o monterey jack. Para mejores resultados, mantén una mezcla de queso curado (como parmesano) y quesos que se derritan bien para conseguir buena textura.
- → ¿Cómo evito que mi salsa de queso se corte o quede granulada?
Para evitar que la salsa se corte, usa fuego bajo cuando añadas el queso, retira la sartén del fuego antes de añadir el queso y añádelo poco a poco mientras remueves constantemente. Nunca dejes que la salsa hierva después de añadir el queso. Usar queso rallado al momento (no envasado) también ayuda, ya que el queso pre-rallado contiene agentes antiaglomerantes que pueden afectar la textura.