
Esta maravilla de pollo con miel y ajo tiene el toque pegajoso y sabroso en cada mordida. Les encanta tanto a los que sólo comen lo de siempre como a los que buscan probar de todo. Se prepara rapidísimo y parece que llevaste cocinando todo el día. Con lo que tienes en la despensa y sin estar pegado a la estufa, es mi opción estrella para días ajetreados o cuando de repente caen invitados.
Me topé con esta delicia cuando llegaron visitas de imprevisto y tenía que sacar algo al toque. Desde esa noche, mi familia y amistades me la piden a cada rato.
Jugosos ingredientes
- Pechugas de pollo: se hornean súper rápido, quedan suaves y no se resecan, si puedes usa frescas y orgánicas para más sabor
- Salsa de soya: ese toque saladito y especial, cámbiala a tu gusto si quieres sin gluten o baja en sal
- Sal y pimienta: usan solo un poquito para levantar los sabores y balancear lo dulce, dale tu toque
- Ajo picado: aporta el aroma y fuerza, cuanto más fresco y picadito mejor para que se mezcle todo el gusto
- Miel: lo que da ese dulzor y que la salsa quede caramelizada, la miel pura local le da más punch
- Aceite de oliva: ayuda a dorar el pollo y unir la salsa, el extra virgen va genial por su nota afrutada
Fáciles pasos a seguir
- Reposar y servir:
- Cuando acabe el horno, saca la fuente y déjala quieta 5 minutos. Así los jugos se acomodan y el pollo queda más rico. Puedes cortarlo o ponerlo entero, con salsita encima.
- Horneado:
- Pon la bandeja en la mitad del horno y deja que el pollo se cocine sin tapar por unos 25 a 30 minutos, hasta que llegue a 74°C en el centro. A la mitad del tiempo, échale salsa del fondo por arriba para más sabor.
- Organiza en la bandeja:
- Mete las pechugas en una sola capa en la fuente, luego reparte la salsa de miel y ajo por todas, usando una cuchara para empapar cada rincón.
- Seca y condimenta el pollo:
- Seca bien las pechugas con papel y échales sal y pimienta por los dos lados. Hazlo suavecito para que se impregne todo.
- Prepara la salsa:
- Junta en un bol pequeño miel, salsa de soya, aceite de oliva y el ajo bien picadito. Bate todo hasta que quede suave y con brillo, sin restos de nada, esa es tu salsa especial.
- Enciende el horno:
- Prende el horno a 190°C (375°F) y dale tiempo a que tome temperatura para una cocción pareja.

Lo que más adoro es cómo la miel se tuesta en los bordes, deja trocitos dorados y pegajosos que mis hijos siempre pelean por ellos. Cada vez que lo hago, me acuerdo de la primera cena que di solo y todos se fueron felices y con el plato limpio.
Almacena fácil
Deja que lo que te sobre se enfríe bien antes de ponerlo en un táper con tapa. Mételo en la nevera y aguanta hasta tres días. Para calentarlo, usa el microondas tapado o la sartén con un chorrito de agua para que siga suave y no se reseque.
Otras opciones de ingredientes
Si prefieres la carne más jugosa, cambia las pechugas por muslos sin piel. La miel puedes sustituirla por sirope de maple para cambiar el sabor. Si no te preocupa el gluten, la salsa de soya tradicional funciona perfecto, o el amino de coco si quieres algo diferente.
Ideas para acompañar

Este pollo con miel y ajo queda estupendo sobre arroz jazmín humeante y un toque de vainitas salteadas o brócoli. Si tienes antojo de algo clásico, sírvelo con papas al horno. Para algo fresco, usa lo que sobre en una ensalada con verdes crujientes y un poquito más de salsa.
¿De dónde salió este platillo?
El pollo con miel y ajo junta los mejores sabores de cocinas chinas y occidentales. Esa mezcla pegajosa, dulce y salada viene inspirada en los platos típicos asiáticos, pero aquí lo haces fácil en casa. En mi familia nadie le dice que no a este tipo de salsas, son el hit en todas las reuniones.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo evito que el pollo se quede seco?
Sácala del horno justo cuando esté cocida y espera un rato antes de cortarla. Así no pierde el jugo natural.
- → ¿Puedo usar muslos en vez de pechuga?
Sí, los muslos quedan aún más jugosos y con sabor fuerte, solo vigila el tiempo de horno para que no se pasen.
- → ¿Con qué acompañar el pollo miel ajo?
Una ensalada fresca, arroz caliente, puré de papas o verduras asadas quedan de lujo junto al pollo.
- → ¿Se puede cambiar el dulzor?
Ponle menos o más miel según cómo te guste, así queda justo a tu manera.
- → ¿Cómo guardo lo que sobra?
Deja que el pollo se enfríe y guárdalo en un recipiente cerrado en la heladera. Caliéntalo suave después para que no se seque.
- → ¿Es un plato sin gluten?
Usa salsa de soya sin gluten y checa que el resto de los ingredientes también lo sean, así no hay problema.