
Este clásico pastel griego de pollo te abraza con sus láminas crujientes de filo dorado. El relleno es sabroso y tiene mucho sabor, gracias a las cebollas que se cocinan despacio y al pollo pochado que queda bien tierno. Si buscas algo que llene pero que también luzca bonito para una reunión o una comida de domingo, este es el indicado. El pollo jugoso envuelto en capas de filo mantecoso siempre me recuerda las celebraciones familiares en la casa de mi abuela.
La primera vez que lo cociné fue en una tarde lluviosa y mi mamá me guió por teléfono paso a paso. Ese olor a pollo cocido y cebollitas inundó la casa. Desde entonces, cada vez que horneo este pastel tengo la sensación de llevar un pedacito de Grecia a mi hogar.
Ingredientes
- Pasta filo: La clave para que quede una capa crujiente y liviana. Revisá en el super que las hojas no estén secas
- Pimienta negra: Molida al momento para un toque fresco. Vale la pena usar un molinillo bueno
- Huevos: Batilos para que unan todo y aporten color y untuosidad. Si podés, elegí de campo
- Pollo entero: Cocinarlo pochado da una carne suave y jugosita, además del caldo muy rico. Que el pollo sea fresco y no tenga olor raro
- Aceite de oliva: Da sabor y ayuda a dorar la pasta. Mejor si es extra virgen
- Manteca sin sal: Le suma ese gusto rico tanto a las cebollas como al pollo. Lo ideal es una manteca europea
- Cebollas: Laminadas finas y cocinadas despacito para que se endulcen. Elegí las que estén bien firmes
Súper Simples Pasos
- Reposar y Servir:
- Dejalo reposar afuera un rato, unos diez o veinte minutos. Así el relleno se asienta y podés cortar porciones prolijas. Servilo tibio y disfrutá
- Al Horno:
- Arrancá con horno fuerte, doscientos treinta grados, solo quince minutos para que la pasta arranque a dorar. Sacala, bajá a doscientos grados, cortá en porciones y volvé a meter al horno. Dejalá hasta que esté bien dorada y ultra crocante, unos cuarenta y cinco minutos más
- Tapar y Sellar:
- Poné tres hojas más de filo encima del relleno, pincelalas otra vez con aceite y meté los bordes hacia adentro para que todo quede cerrado y bien cubierto. Pasale un poco más de aceite por arriba para ese brillo especial
- Preparar y Rellenar:
- Enmantecá bien la fuente con aceite de oliva, después poné tres capas de filo, una arriba de otra, pincelando con aceite entre cada una y alternando el sentido. Llená el molde con el relleno de pollo y doblá los bordes sobrantes hacia adentro
- Mezclar el Relleno:
- Desmenuzá el pollo ya frío y sacá la piel y los huesos. Mezclá con las cebollas que guardaste. Agregá los huevos batidos y un poco de caldo reducido para que quede húmedo pero no líquido. Metéle pimienta y sal
- Reducir el Caldo:
- Sacá el pollo del fuego y dejá que se enfríe un poco. Pasá todo el líquido de cocción —con las cebollas— a otra olla, y hervilo hasta que quede espeso y gelatinoso. Cuidá que no se pase
- Pochado de Pollo:
- Con la olla tapada al máximo, subí a fuego medio fuerte hasta que hierva. Después bajá a mínimo y dejá que el pollo se cocine solo por unos noventa minutos. Esto deja las cebollas re suaves y el pollo blandito
- Base de Cebolla y Pollo:
- Uní la cebolla con manteca y aceite en la olla más grande que tengas, y acomodá el pollo encima. Cubrilo apenas con agua para que no se seque

Lo que más disfruto de este plato son las cebollas suaves que casi se funden con el relleno, hacen que cada bocado sea húmedo y lleno de gusto. Una vez la llevé a un picnic en primavera y aunque el viaje fue movido, cada trozo salió entero y hasta estaba más sabroso que recién hecho.
Cómo Guardarla
Te dura bien en la heladera por tres días. Guardá lo que sobre bien tapado o en un recipiente con tapa. Para recalentar, usá horno bajo y evitá el microondas para que no pierda el crocante.
Cambios de Ingredientes
Si no conseguís filo podés cambiar por hojaldre del super. El sabor y la textura son diferentes pero igual sale deliciosa. También se puede usar pollo asado que haya sobrado; solo ponéle un poco de buen caldo para que el relleno no quede seco.
Cómo Servirla
Queda bárbara con una ensalada fresca de tomate y pepino. Para darle un aire bien griego, agregá un cuenco de tzatziki cremoso para mojar, o combiná con queso feta bien saladito y aceitunas negras.

Historia y Costumbre
En Grecia, pasteles así son infaltables en reuniones, ya sea para fiestas o domingos en familia. Son símbolo de compartir y agasajar. Preparar las capas y cocinar el caldo une a quienes lo hacen con una tradición de hospitalidad larguísima.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipo de pollo es mejor para este plato?
Lo mejor es usar un pollo entero, ya que así queda más jugoso y puedes hacer tu propio caldo junto con las cebollas para el relleno.
- → ¿Puedo cambiar la masa filo por hojaldre?
La masa filo es más ligera y crujiente, pero si prefieres un resultado más suave y grueso puedes probar con hojaldre sin problema.
- → ¿Por qué hay que dejar que se enfríe antes de cortar?
Si esperas a que repose después del horno, el relleno se asienta y es mucho más fácil cortar y servir sin que se desarme.
- → ¿Cómo logro una masa bien crujiente arriba?
Pinta cada capa de masa con aceite de oliva y empieza horneando con el horno fuerte para que se ponga dorada y bien crujiente.
- → ¿Cómo guardo los restos?
Cuando esté frío, mete los trozos en un táper en la nevera y para recalentarlos mejor usa el horno para que sigan crujientes.