01 -
Después de hornear, espera unos 10 o 20 minutos antes de cortar y compartir. Así se asientan bien los sabores.
02 -
Saca la tarta, baja la temperatura del horno a 200°C. Haz porciones en 6 u 8 trozos y vuelve a meterla otros 45 minutos.
03 -
Pon el pastel en el horno ya caliente y déjalo 15 minutos.
04 -
Echa el relleno en el molde. Dobla los bordes de la masa si sobra. Pon las 3 láminas de masa filo restantes encima, cambiando el sentido. Mete los bordes hacia adentro y unta todo con aceite de oliva.
05 -
Cubre el molde aceitado con 3 hojas de masa filo, alternando la dirección y pintando cada una suavemente con aceite de oliva.
06 -
Pon el horno a calentar a 230°C y engrasa con aceite de oliva un molde redondo para tartas.
07 -
En un bol amplio, combina el pollo desmenuzado y las cebollas. Añade los huevos batidos y echa un poco del caldo reducido para que no quede seco. Sazona con sal y pimienta a tu gusto.
08 -
Cuando el pollo esté frío al tacto, quítale la piel y huesos y rompe la carne en tiritas.
09 -
Aparta el pollo cocido y deja que enfríe. Cuela el líquido a otra olla y guarda las cebollas. Hierve el caldo fuerte hasta obtener una textura espesa y gelatinosa.
10 -
Tapa la olla y sube el fuego hasta que empiece a hervir. Baja el fuego y deja cocer despacio unos 90 minutos, hasta que el pollo esté tierno y bien hecho.
11 -
Pon las cebollas, la mantequilla y el aceite de oliva en una olla grande con tapa. Agrega el pollo entero y suma agua hasta que casi lo cubra.