
Este delicioso pollo guisado sureño es justo lo que necesitas para una noche relax con amigas o un plan familiar especial. Las piezas de pollo, super tiernas, se cocinan despacito en una salsa cremosa y con mucha onda sureña que queda genial. Todavía recuerdo ese olor a pollo doradito y hierbas por toda la casa la primera vez que se lo preparé a mis compas. Desde entonces, no paro de hacerlo.
Mi gente nunca deja de elogiar ese sabor de la salsa y lo blandito que queda el pollo, que se despega solo. Ya lo repetí un montón de veces y siempre le encuentro algún truco nuevo para subirle el nivel.
Jugosos ingredientes
- Piernas de pollo con piel y hueso: ayudan a que el pollo quede jugoso y con mucho sabor. Mejor si es de cría responsable
- Contramuslos de pollo con hueso: junto a las piernas suman variedad y textura tierna
- Harina de trigo: aporta cremosidad y una capita dorada al dorar. Que sea bien fina va increíble
- Pimentón: da color intenso y ese toque ahumado. El tipo español es top
- Polvo de ajo y cebolla: meten sabor desde el arranque, tanto en la mezcla como luego en la salsa
- Pimienta negra y sal: lo esencial para darle vida, siempre mejor si la pimienta es fresca
- Cayena: suma ese picor suave, puedes variar la intensidad a tu rollo
- Aceite vegetal o grasa de bacon: para dorar. La grasa de bacon intensifica los sabores
- Cebolla fileteada: deja la salsa con dulzor y profundidad. Mejor amarilla y bien sabrosa
- Ajo fresco: le da un toque profundo que se nota al final
- Caldo de pollo: la base de la salsa, busca que sea potente y casero si puedes
- Nata: suaviza y hace la salsa todavía más rica. Compra de la que tiene mínimo 30% de grasa
- Salsa Worcestershire: esa gota umami que redondea el sabor. Si es buena, mejor
- Tomillo fresco: le pone aroma y frescor, si solo tienes seco también va pero fresco levanta mucho más
- Perejil picado: decora y suma frescura al final, queda super bonito
Pasos a seguir
- Crea la mezcla de harina:
- Une la harina con el pimentón, el ajo y la cebolla en polvo, la pimienta, sal y cayena en un bol grande. Mezcla bien hasta verlo parejo
- Empaniza el pollo:
- Pasa cada pieza bien por la harina especiada y sacude lo que sobre para que la costra no se caiga después
- Dora el pollo:
- Calienta el aceite o la grasa en una sartén grande a fuego medio-fuerte. Dóralos primero con la piel hacia abajo, mínimo cinco minutos cada lado para que queden bien dorados. Mejor pon pocas piezas para que no se amontonen. Sácalas aparte cuando estén listas
- Sofríe los aromáticos:
- Baja el fuego a medio y suma las rodajas de cebolla al aceite que quedó. Remueve y dorar unos cinco minutos hasta que estén blandas. Luego mete el ajo picado y saltea un minuto más hasta que lo huelaas bien
- Liga la base de la salsa:
- Espolvorea dos cucharadas de esa harina especiada sobre la cebolla. Remueve bien para que no se hagan grumos
- Prepara la salsa y caldo:
- Agrega poco a poco el caldo de pollo soltando lo pegado del fondo con una cuchara de madera. Sin dejar de revolver hasta que tenga textura cremosa. Que hierva suave unos cinco minutos para que espese
- Mete lo cremoso:
- Ahora añade nata, salsa Worcestershire y tomillo fresco. Déjalo bullir dos minutos. Así toma su sabor tan especial
- Termina de guisar el pollo:
- Pon el pollo ya dorado de vuelta en la salsa, la piel arriba. Báñalo con salsa sin cubrir del todo. Tapa con papel de aluminio o tapa y mete al horno precalentado (175 grados) unos 25 a 30 minutos. El pollo tiene que quedar muy tierno
- Sírvelo y decora:
- Pon los trozos en los platos con perejil picado y mucha salsa por todo. Queda bestial con puré de papa, arroz o grits cremosos

Cosas útiles que saber
- Tiene mucha proteína porque lleva buena porción de pollo
- Es facilísimo de dejar listo y al día siguiente está incluso mejor
- La salsa suave es lo más sobre puré de papas o arroz con manteca
Mi momento favorito es probar la salsa justo antes del final. Siempre le echo un toque extra de salsa Worcestershire y tomillo fresco, es el secreto. El pollo guisado es tradición del domingo en casa y todos llegan a la mesa con ganas de probarlo.
Cómo guardar bien
Si te sobra guarda en un tupper bien cerrado en la heladera. Aguanta hasta tres días y a veces sabe más rico luego. Si ves que la salsa se espesa al calentar, agrégale más caldo o un poco de nata para que vuelva a estar suave
Opciones para cambiar
- No tienes grasa de bacon, usa aceite de girasol o un poco de manteca clarificada
- Quieres algo más liviano, pon crème fraîche o leche en vez de toda la nata, queda igual cremoso
- Si te gusta mete apio o zanahoria bien picados al sofreír con la cebolla, suma profundidad

Formas de disfrutarlo
En plan tradicional va genial con puré de papas cremoso o arroz. En el sur usan mucho los grits también. También queda buenísimo con pan de maíz al horno o simplemente con judías verdes al vapor para acompañar
Historia y tradición
Este plato muestra lo hospitalarios y variados que son los sabores sureños de Estados Unidos. Para muchas familias, el pollo guisado simboliza compartir, cariño y estar juntos en la mesa. El soulfood así no solo llena el estómago, también calienta el corazón
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué acompañamientos quedan mejor?
Arroz, puré de papas o grits (maíz molido) combinan genial con este pollo lleno de sabor.
- → ¿Puedo usar pechuga de pollo?
Claro, la pechuga queda bien si te aseguras de que no se cocine de más para que siga jugosa.
- → ¿Cómo bajo o subo el picante?
Ponle cayena a tu gusto. Así eliges si lo quieres suave o con más chispa.
- → ¿Qué le da esa textura tan cremosa a la salsa?
Enharinar, añadir caldo de pollo y crema para espesar y dar buen sabor es la clave.
- → ¿Se puede servir en diferentes ocasiones?
Por supuesto, encaja tanto en comidas familiares como en cenas relajadas.