
El pollo con costra de parmesano es lo máximo para quienes buscan algo que abrace el alma. Los filetes quedan jugosos y dorados con una costra llena de sabor y ese crujiente que enamora. En serio, con cuatro cosas simples que seguro tienes en la despensa te sale un plato que todos van a querer probar, ya sea entre semana o si vienen amigos.
Me acuerdo que lo preparé un día de locos en la casa, queríamos comer algo diferente pero fácil. Desde entonces no falta porque todos quedan felices con esa costra tan quesosa.
Súper sabrosos ingredientes
- Perejil o albahaca picadita: para que se vea fresco y huela increíble, ponlas al final y siempre que sean naturales
- Pechugas de pollo sin piel ni hueso: así ahorras tiempo, busca que sean parejas o ábrelas tú si necesitas
- Pimienta negra molida: da ese toque picosito, recién molida sabe mucho mejor
- Sal kosher: asegura cada bocado sabroso, la de grano grande va mejor porque no sala de más
- Condimento italiano: mete un aire de hierbitas frescas, recién molido o el de siempre de tu despensa funciona bien
- Queso parmesano rallado: sube el sabor y te regala la mejor costra, si lo rallas en casa se pega mejor
- Pan rallado panko: luz y crocantez en cada mordida, revisa que no esté viejo para que siempre quede bien
- Ajo en polvo: le da ese fondo sabroso y se mezcla súper bien, lo fresco da más punch
- Aceite de oliva: balancea la mantequilla y ayuda a que se ponga dorado, mejor si es extra virgen
- Mantequilla: hace suave y rica la capa, usa una sin sal de buena calidad para que el sabor resalte
Cómo se hace paso a paso
- Sirve y decora:
- Saca las piezas, déjalas reposar un par de minutos y espolvorea con perejil o albahaca fresca encima para que luzca y huela delicioso antes de llevarlas a la mesa
- Hornea y da vuelta:
- Lleva la charola al horno caliente, espera diez minutos, voltea los filetes con cuidado y dales otros diez minutos o hasta que estén bien dorados y el centro marque 165°F en el termómetro
- Coloca en la charola:
- Acomoda los filetes ya empanizados sobre el papel en la bandeja, dejando espacio entre ellos para que el aire circule y queden crujientes
- Pasa al empanizador:
- Primero sumerge el pollo en la mezcla de mantequilla para que se cubra bien por ambos lados, luego pásalo por la mezcla de pan y parmesano, apretando suave para que la costra se pegue bien
- Filetea el pollo:
- Con cuidado parte cada pechuga en horizontal para hacer filetes más delgados, así se cocinan parejo y rápido
- Prepara el empanizador seco:
- En un segundo plato mezcla pan panko, parmesano, condimento italiano, sal y pimienta, deshaz los grumos para que la mezcla quede suelta y cubra bien el pollo
- Mezcla la capa húmeda:
- En un plato poco profundo, junta la mantequilla derretida, el aceite de oliva y el ajo en polvo, bate con un tenedor hasta que veas que queda un líquido suavecito y parejo
- Prepara y prende el horno:
- Forra una bandeja con papel encerado y pon el horno a calentar en 425°F, así cuando termines de empanizar todo, ya está listo para hornear

Lo que más amo de esto es el parmesano. Esa costra dorada y salada me queda súper crocante cada vez y siempre me acuerdo de las cenas familiares donde mi abuelo se robaba más parmesano del plato de todos.
Consejos para guardar bien
Guárdalo en un topper bien cerrado dentro del refri por no más de tres días. Si lo dejas envuelto en aluminio pierde lo crujiente, así que evítalo. Para recalentar y devolver el crunch ponlo unos minutos al horno caliente o en sartén, nunca en micro si quieres que siga crocante.
Cambios de ingredientes
Si buscas una versión sin gluten, cambia el panko por pan rallado o crackers especiales. Obvio, las hierbas frescas dependen de lo que tengas, el tomillo o el romero quedan igual de bien con el parmesano. Si te gusta el picante, mezcla un poco de cayena o chile seco molido con el pan.
Maneras ricas de acompañar
Va perfecto con ensalada de arúgula sencilla, o con verduras al horno y gajos de limón. Si quieres hacerlo todavía más especial, échale encima unas cucharadas de salsa de tomate casera tibia o termina con láminas extra de parmesano. Todo en un gran plato al centro queda increíble cuando hay visitas.

Un poco de historia
El pollo con costra de parmesano toma la onda de la comida ítaloamericana, pero ya es el consentido en muchos hogares. El mix de queso, pan y hierbas recuerda a la clásica cotoletta italiana, pero horneado es más ligero y práctico para los días de prisa.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo hago para que el pollo quede jugoso?
La mantequilla y el aceite de oliva hacen que el pollo mantenga su humedad dentro del horno, así sale bien jugoso.
- → ¿Cuál es el truco para que tenga una costra crocante?
Si presionas bien el pollo en la mezcla de parmesano y pan, logras una cobertura gruesa y crujiente al hornear.
- → ¿Puedo usar hierbas frescas aquí?
Sí, puedes espolvorear al final perejil, albahaca, tomillo o romero fresco o incluso mezclarlas con la mantequilla para darles más sabor.
- → ¿Cómo se recalienta sin perder lo crujiente?
Mete las sobras unos minutos al horno a 190°C, o usa una sartén caliente para recuperar el toque crujiente.
- → ¿Esta preparación puede ser sin gluten?
Claro, usa pan rallado sin gluten o galletas saladas sin gluten en vez del panko y listo.