
No hay nada como una buena pizza en pan francés hecha al horno cuando llegas a casa después de un día loco y tienes cero ganas de pelearte con masa. Lo mejor está en el toque mantecoso con ajo y hierbas que queda súper crujiente. Puedes ponerle lo que se te antoje arriba y es perfecta para cenar en familia o picar en la noche.
La primera vez que hice esto, mi marido se comió más de la mitad antes de ponerlo en la mesa y hoy mis hijos piden pizza en pan francés todos los viernes por la noche.
Ingredientes
- Pan francés: como medio kilo, uno que sea ligero porque absorbe mejor el ajo con mantequilla y queda súper crocante
- Aceite de oliva: Realza el sabor y ayuda a dorar, mejor si tienes extra virgen
- Mantequilla: La real mezcla genial con el aceite, elige sin sal para controlar el punto
- Ajo fresco: Usa dientes de ajo recién picados, nada de ajo de frasco
- Orégano seco: Da ese sabor clásico a pizzería, asegúrate de que huela bien
- Sal: Solo un poco para potenciar todo
- Queso parmesano rallado: Aporta ese toque rico y ayuda a dorar, ralla un trozo recién comprado
- Salsa para pizza: Usa tu favorita de bote o date un lujo y compra Rao’s, revisa que diga tomate primero
- Queso mozzarella rallado: Lo mejor es entera y baja en humedad, rállala tú mismo, así derrite genial
- Pepperoni en rebanadas: Compra ya fileteado y guárdalo en el congelador para usar rápido, o pon lo que te guste
Jugosas instrucciones
- Saca el cuchillo:
- Corta el pan francés primero a lo largo y luego a lo ancho, así quedan cuatro pedazos larguitos, cada uno listo para armar su propia pizza
- Prepara la mezcla de ajo y hierbas:
- Pon mantequilla, aceite, ajo picado, orégano y un poco de sal en una ollita a fuego medio, mezcla sin parar unos dos minutos hasta que huela rico y la mantequilla se derrita. Si se dora mucho bájale y saca del fuego
- Unta y pon queso:
- Pincela bien los lados cortados del pan con la mezcla de ajo, luego cubre todo con parmesano rallado. Eso crea esa barrera deliciosa que ayuda a que el pan quede crocante con los toppings encima
- Prehornea los trozos:
- Acomoda los panes en una charola clara y hornea en horno bien caliente a doscientos veinte grados (Celsius) unos seis o siete minutos para que agarren costra y el queso se funda un poco
- Agrega lo demás:
- Saca el pan, esparce un buen montón de salsa para pizza, pon mozzarella rallada y termina con pepperoni o lo que quieras
- Hornea de nuevo:
- Mete de regreso al horno, deja de diez a trece minutos hasta que el queso se funda y burbujee y los bordes se vean doraditos. Si quieres más doradito, mételo arriba bajo el grill un minuto extra, vigilando para que no se queme el queso
- Corta y disfruta:
- Cuando salga del horno, corta como prefieras y sirve calientito directo de la bandeja. Mejor comerlo recién hecho

Mi parte favorita siempre es ese borde dorado con queso donde se junta la mantequilla y el parmesano. Mis hijos siempre se roban las esquinitas antes de que llame a todos a cenar y la verdad, no los culpo.
Tips de almacenamiento
Deja que se enfríe por completo antes de guardar, así no se aguada. Envuélvelo con papel aluminio o en una bolsa cerrada y al refri hasta por dos días. Si necesitas más tiempo, congela cada trozo por separado. Para recalentar, pon las porciones directo en charola y al horno a ciento setenta y cinco grados por cinco a ocho minutos hasta que el queso burbujee y los bordes vuelvan a estar crujientes.
Cambia los ingredientes
Si no tienes mozzarella usa algún queso que también derrita fácil como Monterey Jack o provolone. Si alguien no puede comer gluten elige pan especial. Para la opción veggie, olvida el pepperoni y usa champiñones, pimientos o aceitunas. Y si evitas el ajo, usa cebollinos o cebollita de verdeo para un toque suave.

Cómo disfrutarlo
Combina con una ensalada verde crujiente solo con aceite de oliva y vinagre o unas verduras asadas y tienes comida completa. Me gusta sacar algunos dips como ranch, salsa marinara o pesto para darle más onda. Haz mini porciones si tienes fiesta o para botanas de partido.
Un poco de historia
La pizza en pan francés empezó a ser famosa en Estados Unidos por los setentas, porque todos querían el sabor clásico de pizza sin tener que hacer masa desde cero. Muchos crecieron con la versión congelada, pero hecha en casa es igual de rápida y con mucho más sabor y textura.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipo de pan funciona mejor?
Elige un pan francés suave y ligero, de unos 50 cm. Así consigues que quede bien crujiente. Evita los que son demasiado densos o con mucha corteza dura.
- → ¿Cómo evito que el pan se humedezca?
Unta los trozos de pan con mantequilla y ajo y hornéalos unos minutos antes de poner la salsa y el queso. Así sale la base dorada y no se empapa.
- → ¿Se pueden usar otros quesos además de mozzarella?
Claro, prueba con mozzarella baja en grasa, provolone, parmesano o cualquier otro que te guste para diferentes sabores y texturas.
- → ¿Qué salsa para pizza es mejor?
Sirven tanto las salsas premium como económicas. Rao’s tiene mucho sabor y Ragu es rica y a buen precio.
- → ¿Cómo guardo y caliento lo que sobra?
Deja que se enfríen las porciones, envuélvelas bien y ponlas en la nevera hasta dos días. Para recalentarlas pon el horno a 180°C y déjalas de 5 a 8 minutos. Así quedan mejor.
- → ¿Qué otros ingredientes le puedo poner?
Puedes agregar verduras, chorizo cocido, champiñones, aceitunas o carnes diferentes. Sólo no uses ingredientes que suelten mucha agua para que no pierda el crujiente.