01 -
Parte cada pizza de pan francés en los pedazos que prefieras y sírvelas calientes.
02 -
Mete de vuelta las pizzas ya armadas al horno. Déjalas de 10 a 13 minutos hasta que el queso esté bien derretido y los bordes se doren y queden crujientes. Si te animas, pon el horno en modo grill a 230°C (450°F) por un minuto para un toque más dorado, pero míralas siempre para que no se quemen.
03 -
Saca el pan del horno. Reparte la salsa para pizza por cada trozo, agrega mozzarella rallada, pepperoni o lo que más te guste.
04 -
Pon la bandeja al horno y deja que el pan se dore ligeramente arriba, unos 6 o 7 minutos.
05 -
Pinta bien cada pedazo de pan, cubriendo los bordes, con la mezcla tibia de ajo y hierbas. Al final, espolvorea el parmesano para que quede parejito.
06 -
En un sartén chiquito a fuego medio, junta mantequilla, aceite de oliva, ajo picado, orégano y un poco de sal. Revuelve todo el rato hasta que la mantequilla se derrita y empiece a oler rico, como a los 2 o 3 minutos. Cuando el ajo huela bien, quítalo del fuego.
07 -
Corta el pan francés por el centro y luego cada parte a lo ancho, para sacar cuatro trozos grandes. Pon cada mitad hacia arriba en una bandeja grande de color claro.
08 -
Configura tu horno a 220°C (425°F) para que todo quede bien cocido.