
Siempre recurro a este orzo con carne molida cuando quiero un plato de comida casera rápida que a todos les dé ese abrazo cálido. Carne jugosa, orzo suave y todo hecho en una sola sartén que no deja platos extra, hasta los más quisquillosos repiten. Lo mejor es que se arma en media hora y puedes tener todo listo cualquier día después del trabajo sin estrés.
Siempre hay caras felices cuando esto llega a la mesa en mi casa. La primera vez lo preparé después de un día complicadísimo y jamás pensé que sería tan fácil arrancar sonrisas. Ahora mis hijos lo piden al menos una vez a la semana.
Ingredientes
- Queso Parmesano recién rallado: ralla un bloque tú mismo para ese sabor potente y textura cremosa
- Carne molida magra: busca que esté bien roja y sin zonas grises para que quede más fresca
- Caldo: de res o vegetal sirve, escoge bajo en sal si quieres controlar el punto
- Orzo: pastita chica y ovalada que queda lista en poco tiempo
- Ajo: unos dientes frescos picaditos para ese olor irresistible
- Cebolla: una amarilla cortada finito para dar ese fondo dulcecito
- Pimentón dulce: dale un toquecito ahumado con el más fresco que tengas a mano
- Pasta de tomate: suma intensidad y color vibrante
- Condimento italiano: la mezcla de hierbas que da ese aire mediterráneo
- Sal y pimienta: infaltables, prueba antes de llevar a la mesa
Deliciosas Instrucciones Paso a Paso
- Termina con queso:
- Cuando el orzo esté blandito y absorbió el caldo, apaga el fuego. Agrega el Parmesano y mézclalo hasta que se derrita por todas partes. Eso le da ese toque cremoso que lo hace adictivo.
- Sirve y ajusta:
- Pruébalo y cambia la sal o la pimienta como más te guste. Sírvelo caliente, directo en tazones para que nadie se lo pierda recién hecho.
- Agrega condimentos:
- Pon la pasta de tomate, el pimentón y el condimento italiano. Revuelve con ganas y deja que todo tueste un par de minutos. Ese pequeño tostado levanta el sabor de todo el plato.
- Integra el caldo y el orzo:
- Ahora vierte el caldo que prefieras y echa el orzo ya enjuagado, ni te preocupes por hervir aparte. Lleva todo a ebullición suave, luego baja a fuego bajo. Si tienes tapa, cúbrelo y deja que repose así unos diez-doce minutos. Da una vuelta suave a mitad de tiempo para que no se pegue abajo.
- Dora la carne:
- Echa la carne desmenuzándola bien. Con una cuchara de madera ve rompiendo para que se cocine parejito y no queden trozos enormes. Sabrás que está lista cuando ya no veas partes rosadas, te tomará unos seis o siete minutos. Si hay mucha grasa, tírala y así todo queda más ligero.
- Saltea la base:
- Pon un buen chorro de aceite en una sartén grande a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo, y mueve por tres o cuatro minutos. En cuanto empieces a oler rico y veas la cebolla transparente, es que ya estuvo. No la dejes quemar, que eso amarga.
- Prepara los sabores:
- Pica la cebolla en cubos chicos y el ajo más diminuto todavía. Hacerlo fino ayuda a que cada bocado tenga saborcito.

Para mí, el Parmesano marca la diferencia. El más chico de la casa se apura por poner una montaña extra antes de que lleguen los demás al bol. Esos gestos simples hacen que la cena sea más divertida.
Tips Para Guardar
Los restos duran lo más bien en un tarro cerrado dentro de la heladera, hasta cuatro días. Si quieres que vuelva bien cremoso al calentar, échale un chorrito de caldo. También puedes congelarlo: déjalo en la heladera una noche para que se descongele y después lo calientas en sartén o microondas sin problemas.
Sustituciones de Ingredientes
No tienes carne de res? Sin drama, usa pavo o pollo molido y queda igual de rico pero más liviano. Elige caldo de verduras si lo quieres planta friendly y usas carne vegetal. ¿No hay Parmesano? Pecorino romano o hasta un cheddar fuerte le dan ese final cremoso distinto pero buenísimo.

Cómo Servirlo
Este platillo es suficiente solo, pero yo a veces le sumo una ensalada bien verde o brócoli al horno al costado. Un pan crujiente caliente es ideal para raspar lo que queda de la salsita. También podrías poner unas hierbas frescas por encima, como perejil o albahaca, para un toque de color y frescura.
Historia y Cultura
Aunque parece arroz, el orzo es un tipo de pasta típico de la cocina mediterránea. Mezclarlo con carne molida y tomate es algo muy común en casas griegas o italianas. Son comidas sencillas pero abundantes que hacen que la familia se junte a la mesa.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar caldo de pollo en vez de res?
¡Claro! El caldo de pollo o de verduras va bien y le da un toque más ligero o cambiante al plato.
- → ¿Cómo evito que el orzo se pegue?
Muévelo a la mitad de la cocción y revisa que tenga suficiente líquido para que quede bien suave.
- → ¿Puedo agregar verduras?
Por supuesto, pimientos picados, espinaca o chícharos van perfectos y suman color y nutrientes.
- → ¿Hay un queso que pueda usar aparte de parmesano?
Puedes cambiar el parmesano por pecorino romano o incluso mozzarella si quieres otro sabor o textura.
- → ¿Cómo guardo las sobras?
Enfría y pon lo que quede en un recipiente cerrado al refri hasta por tres días. Calienta en la estufa o microondas, agrega un poquito de caldo si ves que está muy seco.