
Langosta Newburg clásica tiene esa onda cómoda pero elegante, todo junto en una sola mezcla cremosa. Cuando quiero lucirme sin complicarme la vida, esto es lo que hago. La salsa con mantequilla y ese golpecito de jerez hace que la langosta pase de ser algo de fiesta a favorita en mi casa cada vez que la preparo.
La primera vez que saqué este plato mi esposo se convenció de que lo había pedido en un restaurante gourmet. Ya ni pregunto, todos sus cumpleaños me pide esto mismo.
Sabrosos Ingredientes
- Carne de langosta: hay que conseguir la más fresca o la mejor congelada que encuentres, es lo que manda en esta comida
- Mantequilla: es lo que le da el toque cremoso a la salsa
- Harina de trigo: ayuda a espesar y consigue que todo quede suavecito
- Nata espesa: lo que aporta cuerpo y esa textura súper sedosa a cada bocado
- Jerez seco: para tener ese sabor clásico, dulzón y profundo, necesario para que sepa auténtico
- Yemas de huevo: para que la salsa quede brillante y espesita
- Nuez moscada molida: aporta un poco de calidez y une todo el sabor
- Sal y pimienta: ajusta a tu gusto para dejarlo en su punto
- Pimienta cayena: solo si te animas a darle un picantito suave que va genial con el marisco
- Perejil fresco: mucho mejor plano, le da frescura antes de servir
- Panes tostados, volovanes o arroz blanco: cualquiera de ellos genial para acompañar, así aprovechas hasta la última gota de salsa
Fáciles Pasos
- Sirve y Adorna:
- Pon la langosta caliente sobre arroz, volovanes o pan tostado y termina con perejil picado por encima, sirve enseguida para que todo esté delicioso.
- Agrega la Langosta:
- Mezcla despacito la carne de langosta, que esté bañada toda de salsa, solo deja unos minutos a fuego bajo para que no se pase.
- Sazona con Jerez y Especias:
- Echa el jerez y después la nuez moscada, sal, pimienta y la cayena si te animas. Remueve bien para que todo tome sabor.
- Mezcla Yemas y Salsa:
- Pon las yemas que templaste otra vez en la olla a fuego flojito. Remueve con calma unos dos minutos hasta que brille, pero sin hervir porque si no, se corta.
- Templa las Yemas:
- Bate las yemas en un bowl pequeño, ves echándole la salsa caliente de a poco mientras mezclas, así no se cocinan de golpe.
- Espesa la Salsa:
- Añade la nata muy despacito sin parar de remover. Usa fuego bajito para que espese suave durante unos 3-4 minutos, hasta que se adhiera a la cuchara.
- Haz el Roux:
- Cuando la mantequilla ya no esté burbujeando, añade la harina y mezcla rápido para que no haga grumos. Deja que se ponga doradita y se huela rico, así queda cremosa la salsa.
- Derrite la Mantequilla:
- Mete la mantequilla en una olla grande, que se funda a fuego medio. Solo deja que burbujee, sin que tome color, así queda dulce y suave.

La langosta fresca me trae recuerdos de los veranos en la playa con mi familia. Lo que más me gusta agregar es la nuez moscada, no se nota mucho pero hace que la salsa se junte bien y tenga ese calorcito sutil.
Guarda Como Pro
Si te sobra, mételo en un táper bien cerrado y a la nevera, así dura dos días máximo. Cuando vayas a recalentarlo, hazlo en una olla y fuego muy bajo, removiendo para que no se corte la salsa. Si ves que queda muy denso, ponle un chorrito más de nata y arreglado.
Cambia los Ingredientes
No encuentras langosta? Prueba con camarones cocidos, vieiras o mezcla de mariscos, queda diferente pero delicioso. Puedes usar mitad nata y mitad leche si prefieres menos grasa, solo que la salsa no será tan cremosa. Sin jerez, sirve vino blanco seco, aunque el sabor queda algo más ácido y menos clásico.
Ideas Para Disfrutar
Esta langosta va de maravilla sobre volovanes, arroz blanco o pan tostado crujiente. Si lo quieres para una ocasión especial, sírvela con esparraguitos, papas al horno y una ensalada de hojas verdes bien fresca. Puedes dar un toquecito de limón al final si te apetece más chispa.
Un Poco de Historia
La langosta Newburg salió por primera vez en Nueva York a finales de 1800, hecha para deslumbrar en cenas elegantes. Su salsa cremosa con jerez es una mezcla de técnica francesa y la pasión americana por lo sabroso y lujoso.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo hago que la salsa no se corte?
Añade las yemas poco a poco con nata caliente mientras bates y nunca dejes que hierva cuando ya tiene huevo.
- → ¿Cuál es la mejor forma de preparar la langosta?
Siempre usa langosta cocida, puede ser fresca o congelada, pero si es congelada deja que se descongele bien y sécala antes de usar.
- → ¿Puedo dejar lista la salsa antes?
Sí, puedes hacer la salsa antes de poner la langosta. Caliéntala suave después y agrega la langosta justo antes de comer.
- → ¿Se puede cambiar la nata espesa?
Claro, usa mitad y mitad si quieres que quede más ligera y aún cremoso.
- → ¿Con qué lo sirvo mejor?
Ponlo sobre tostadas, hojaldre o sobre arroz cocido para que absorba toda la salsa rica.
- → ¿Cómo le doy más sabor?
Ponle un poco de cayena si te gusta el picante y termina con perejil fresco para darle color y toque fresco.