
Siempre recurro a alubias y huevos españoles cuando quiero algo reconfortante los fines de semana o para cenas rápidas. Vas a alucinar con lo fácil que es juntar suaves alubias cannellini con una salsa de tomate muy sabrosa y huevos pochados por encima. Parece simple, pero el resultado es muy especial. Va bien tanto para un brunch lleno como para cualquier comida de diario.
La primera vez que probé este platillo fue una mañana helada y me encantó cómo el aroma del pimentón y el comino le calentaron el alma a la casa. Ahora mi familia siempre lo pide cuando queremos algo rico y bien sabrosón.
Jugosos ingredientes
- Aceite de oliva: le da suavidad a todo y potencia los sabores. Mejor si es extra virgen.
- Pan rústico: olvídate de los cubiertos, este plato pide untar con un buen pan de panadería.
- Perejil fresco: solo un poco por encima para darle un toque distinto, ya sea rizado o liso.
- Huevos grandes: los coces directamente en la salsa para que queden jugosos. Usa los más frescos que tengas a mano.
- Sal y pimienta: al final, para que todo se una y el resultado quede perfecto.
- Agua o caldo de pollo: según si quieres el plato más ligero o más sabroso. Que esté bueno, si tienes caldo casero, mejor aún.
- Alubias cannellini: suavidad y un montón de proteína. Lávalas bien antes y mira la fecha del bote.
- Tomates picados: la base jugosa. Que sean en conserva y sin azúcar, así sabe más a tomate de verdad.
- Pimentón ahumado: le da ese aire tan español. El de España o Hungría es el más rico.
- Comino molido: suma un fondo terroso que resalta aún más las alubias.
- Polvo de chile: un poco de picante y sabor profundo. Busca uno que no solo sea picante sino también aromático.
- Pimiento rojo: un toque crujiente y dulce. Elígelo bien brilloso y firme.
- Ajo: para que todo tenga más vida y notas cálidas. Los dientes frescos siempre dan el mejor olor.
- Cebolla mediana: su dulzura sutil hace la base de la salsa. Busca las que sean pesadas y fuertes.
Sencillos pasos para prepararlo
- Sirve caliente:
- Reparte alubias con huevos en platos hondos. Pon buena cantidad de pan para untar en la mesa y deja que todos se sirvan.
- Acaba con frescura:
- Cuando los huevos estén firmes, quita del fuego y echa un montón de perejil picado por encima para levantar el plato.
- Pochado de huevos:
- Pon la tapa y deja que cuezan lentamente de seis a ocho minutos. Vigila para dejarlos en el punto que te guste, si te van los huevos líquidos, sácalos rápido.
- Agrega los huevos:
- Haz cuatro huecos en la salsa con el dorso de una cuchara y suelta un huevo en cada uno con cuidado de no romper la yema.
- Deja hervir a fuego lento:
- Salpica con sal y pimienta y vuelve a dar una mezclada rápida. Baja el fuego y que burbujee sin tapar diez o quince minutos hasta que la salsa espese bien.
- Prepara la salsa:
- Vierte los tomates picados, echa las alubias bien lavadas y añade el agua o caldo. Remueve con ganas para que quede espeso y uniforme.
- Tuesta las especias:
- Pon encima de las verduras todo el pimentón, comino y chile. Mezcla sin parar por un minuto, solo lo justo para que huela intenso y las especias suelten su aroma.
- Ablanda las verduras:
- Echa el ajo y el pimiento rojo a la sartén y sigue dando vueltas tres o cuatro minutos. No dejes que se doren, lo importante es que estén blanditos.
- Sofríe la base:
- Pon aceite en una sartén grande y caliéntalo a fuego medio. Añade la cebolla picada y deja que suden cinco minutos, removiendo seguido para que quede suave y casi transparente. Esto hará que los sabores se fundan.

Cosas clave a saber
Lo que más me gusta siempre es pinchar la yema del huevo y verla mezclarse con el tomate bien picante. Cuando los peques eran chiquitos, comíamos todos alrededor y mojábamos pan en la salsa. Me recuerda las mañanas ocupadas pero felices.
Cómo guardarlo
Deja que se enfríe bien antes de meterlo en un táper hermético. Aguanta en la nevera hasta tres días. Para recalentarlo, calienta despacio en una sartén tapada a fuego suave, y puedes ponerle un huevo fresco si te animas. Acuérdate que el huevo se pone más duro cuanto más lo calientas. Si lo quieres congelar, hazlo sin los huevos y tendrás comida para otro día.
Cambia ingredientes sin problema
¿No tienes alubias cannellini? Prueba garbanzos o alubias rojas si te gustan más firmes. Si quieres más verduras, tira unas champiñones, espinacas o calabacín antes de cocer. ¿Buscas versión vegana? Sáltate el huevo y ponle un chorrito más de aceite y más legumbres o espinacas. Si te va el toque de chorizo, añade unas rodajas justo después de la cebolla y te quedará delicioso.
Ideas para acompañar
Sírvelo en plan tapeo con otros platos españoles como aceitunas o pimientos marinados. Para un desayuno fuerte, va genial con papas salteadas o tomate a la plancha. Si es para cenar, ponlo sobre arroz blanco o prepáralo con una ensalada verde fresca.

Un poco de historia
Este platillo tan sustancioso viene directamente de cocinas españolas, donde las alubias y los huevos son básicos en la despensa. El toque ahumado del pimentón es muy típico de España, y no hay nada como la calidez y la hospitalidad de esas casas. Con recetas así, la tradición se nota y aprendemos a sacar lo mejor de cada ingrediente con unas cuantas especias bien escogidas.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué tipo de alubias van mejor?
Las cannellini quedan muy cremosas, pero puedes usar garbanzos o judías rojas si prefieres variar.
- → ¿Cómo cuajo los huevos justo en la sartén?
Haz huequitos en la salsa, pon ahí cada huevo, tapa la sartén y cocina suave hasta que la clara esté blanca pero la yema siga blandita.
- → ¿Se puede hacer vegano este plato?
¡Claro! Solo quita los huevos y añade más verduras como champiñones o espinacas para seguir disfrutándolo.
- → ¿Ideas para acompañar?
Cómetelo caliente con pan, o prueba con arroz o papa si quieres hacerlo más llenador para el almuerzo o la cena.
- → ¿Cómo darle aún más sabor?
Si le pones chorizo o salchicha queda más potente, y con hierbas frescas o un poco de limón se refresca bastante.