
Cuando el hambre aprieta y nadie tiene ganas de ensuciar la cocina, yo hago Cazuela de Albóndigas al Horno sin líos. Solo mezclas pasta, albóndigas y un montón de queso en una fuente... y el horno hace la magia. Es ese tipo de comida acogedora que se siente perfecta después de un día largo y deja la casa oliendo delicioso.
Mis hijos hacen fiesta cuando ven esta maravilla salir humeante del horno. Me acuerdo que la primera vez que la horneé comimos volando porque nadie quería quedarse sin la segunda porción caliente y con queso derretido.
Ingredientes Deliciosos
- Albóndigas frescas o congeladas: una libra para que cada bocado tenga proteína ya sea de res pura o mixtas para su toque especial
- Pasta corta tipo coditos o rotini: tres tazas ambas opciones agarran bien la salsa me gusta usar de trigo integral para sumar fibra
- Salsa de tomate marinara: tres tazas la base jugosa de este plato busca alguna con poco azúcar para un mejor sabor
- Condimento italiano: una cucharadita para ese aroma a hierbas clásico orégano tomillo o albahaca van perfecto
- Ajo picado o en polvo: una cucharadita del fresco o media de polvo para un toque perfumado si eres fan del sabor fuerte usa el crudo
- Queso mozzarella rallado: taza y media para ese estirón cremoso siempre mejor si lo rallás vos mismo se derrite genial
- Queso parmesano rallado: media taza para ese sabor potente y salado si puedes consigue Parmigiano Reggiano del bueno
- Perejil fresco: dos cucharadas opcional para el colorcito final mejor si es de hoja plana es más intenso
Súper Fácil Paso a Paso
- Prepara y enciende el horno:
- Poné el horno a ciento noventa grados Celsius o trescientos setenta y cinco Fahrenheit. Engrasa generoso un molde de treinta y tres por veintitrés centímetros para que luego solo tengas que desmoldar y limpiar rápido.
- Pasta lista:
- Herví la pasta que elijas apenas justo hasta que esté al dente usando agua bien salada. Escúrrela enseguida porque se va terminar de cocer al horno, así no queda blanda.
- Todo junto:
- En un bol grandote combina la pasta escurrida, las albóndigas, la marinara, el condimento italiano y el ajo. Mezclá bien para que toda la mezcla quede bañada en salsa y especias.
- Al molde:
- Echá la mezcla en la fuente y distribuí bien usando la espátula apurando hasta las esquinas. Esparcí arriba el queso mozzarella y el parmesano para que salga crocante y dorado.
- Al horno:
- Lleva el molde sin tapar al centro del horno y cocínalo entre veinticinco y treinta minutos hasta que el queso burbujee y se dore y el interior esté bien caliente.
- Decora y a la mesa:
- Sacá del horno, poné el perejil fresco picado si querés y esperá cinco minutos antes de cortar así todo queda en su lugar y se sirve más fácil.

Sigo sorprendida de cómo la mezcla de mozzarella y parmesano gratinados arriba forma una costra dorada que todos quieren. Mi abuela solía robarse la esquina más crocante porque le encantaba ese queso crujiente.
Consejos Para Guardar
Deja que las sobras se enfríen bien antes de pasar todo a un tupper cerrado. Aguanta cuatro días en la heladera y recalentás en microondas o un toque de horno. Si querés tener para más adelante, porciones al freezer hasta por dos meses. Para un almuerzo rápido, puedes calentar directo del congelador.
Cambios de Ingredientes
Animate a usar albóndigas de pollo o pavo para una opción más ligera. Cualquier pasta corta queda bien, penne o conchitas también sirven. Usa queso vegano rallado si evitás los lácteos y reemplazá pasta por una versión sin gluten, solo cocinala menos tiempo antes de hornear.

Ideas Para Servir
Va genial con una ensalada fresca y pan de ajo para una comida completa. Si hay mucha gente, podés servirla en bowls pequeños como bocadito fuerte. A veces le mezclamos verduras asadas para sumar color y nutrientes.
Rincón Cultural
Este plato viene del clásico estadounidense de las cazuelas todo-en-uno que inventaron las familias ocupadas. Une los sabores italianos con la facilidad americana de cocinar todo junto por eso nunca falla cuando querés algo rico sin complicaciones.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo poner albóndigas hechas en casa en vez de las congeladas?
Claro, si quieres usar albóndigas caseras quedan muy bien. Solo asegúrate de cocinarlas o dorarlas antes de juntarlas con los otros ingredientes.
- → ¿Qué tipo de pasta recomiendas para este plato?
Rotini y coditos van perfecto, aunque penne o ziti también dejan que la salsa y el queso se mezclen espectacularmente.
- → ¿Cómo puedo evitar que me quede muy húmedo?
Deja la pasta un poco durita al cocerla. Así terminará justo bien cuando esté en el horno con la salsa.
- → ¿Esta preparación puede ser para quienes no comen gluten o lácteos?
Sin problema, usa pasta y albóndigas libres de gluten y cambia los quesos por versiones sin lácteos.
- → ¿Conviene tapar el horno mientras se cocina?
Mejor no lo tapes, así el queso burbujea y queda doradito arriba. Si ves que se dora mucho, ponle papel aluminio flojito hasta que esté listo.
- → ¿Qué otros toppings puedo usar?
Perejil o albahaca picada le dan un toque fresco. Si quieres, más parmesano rallado siempre suma sabor.