
Siempre que quiero algo dulce pero nada pesado, hago estas barritas de frambuesa y limón. El bizcocho es súper quebradizo, y el relleno jugoso combina lo ácido del limón con el dulzor intenso de la frambuesa recién hecha. No importa si es pleno invierno, saben como un día soleado de junio.
La primera vez que horneé estas barritas fue un brunch frío de abril. Ni el café estuvo listo cuando ya no quedaba ni una. Ahora, cada festividad, mi sobrina insiste en que se las haga.
Ingredientes sabrosos
- Frambuesas: congeladas o frescas, siempre dan un sabor especial y vivo. Las congeladas tardan un poco más en cocerse, pero te sirven igual. Busca que sean gorditas y bien rojas.
- Mantequilla sin sal: derretida para que mezcles fácil; es lo que hace que el bizcocho quede crujiente. Si es fresca, el sabor destaca más.
- Harina común: es lo que mantiene la forma y la textura suave del bizcocho. Si tienes harina buena, mejor aún.
- Maicena: va tanto en la base como en la parte de arriba, para que la textura quede fina y el relleno, suavecito.
- Azúcar blanca: para darle el punto exacto de dulzor y suavizar el cítrico y la frambuesa. Si puedes, usa azúcar bien fina.
- Sal: solo una pizca y el resto de sabores saltan. Prueba con sal marina o kosher.
- Zumo de limón recién exprimido: esa chispa de frescura en cada mordida. Exprime el limón justo antes de echarlo para que no pierda fuerza.
- Huevos: ayudan a que el relleno quede compacto y denso. Saca los huevos con tiempo para que no estén fríos y batan bien.
Prácticas instrucciones
- Pon los toques finales:
- Con la ayuda del papel, saca toda la pieza para cortarla fácil sobre una tabla. Haz 18 porciones y ve limpiando el cuchillo para que queden bordes pulidos. Guarda las piezas cerradas en la nevera.
- Enfría y deja reposar:
- Deja que se enfríen a temperatura ambiente mínimo una hora. Después cúbrelas y mételas a la nevera al menos dos horas, así será más fácil cortarlas.
- Monta y hornea:
- Vierte la mezcla de limón y frambuesa sobre la base ya fría. Hornea a 160°C de nuevo, durante 20 o 25 minutos hasta que veas que apenas tiembla el relleno cuando lo mueves suave.
- Prepara la capa de limón y frambuesa:
- En un bol grande, mezcla bien la maicena y el azúcar. Agrega los huevos y bate hasta que se vea suave y uniforme. Incorpora la frambuesa ya fría y el jugo de limón. Mézclalo todo hasta que no queden manchas.
- Hornea la base:
- Mete al horno entre 20 y 25 minutos or hasta que solo los bordes estén dorándose y al tacto no esté duro. Pincha encima con un tenedor para que no se infle y déjalo enfriar mientras haces el relleno.
- Arma el bizcocho:
- Pon el horno en 160°C. Cubre una bandeja de 23 x 33 cm con papel para que luego puedas sacar la barra fácil. Mezcla harina, azúcar, maicena y sal en un bol. Añade la mantequilla derretida y revuelve. Pon la mezcla en la bandeja, repartiendo bien, subiendo un poquito por los bordes.
- Haz el puré de frambuesa:
- Licua las frambuesas y cuela la mezcla para sacarles todas las pepas. Echa el puré en un cazo y ponlo al fuego bajito, removiendo seguido, hasta que hierva y espese. Cuando tengas más o menos 60 ml, retíralo y espera a que se enfríe.

Lo que más disfruto es ver cómo los colores se mezclan cuando bato el relleno, y acordarme de mi hijo con las manos pegajosas, feliz lamiendo la cuchara. Ese toque extra de colar las frambuesas logra que queden súper suaves y con un color intenso.
Consejos para guardar
Espera siempre que estén bien frías antes de cortarlas. Si las cortas frías, quedan perfectas. Mételas bien tapadas en la nevera, duran cinco días fácil. El sabor es todavía mejor al segundo día. ¿Quieres congelarlas? Envuélvelas en papel y ponlas en bolsas herméticas. Aguantan dos meses en el frezzer. Descongela en la nevera durante la noche.
Cambios en los ingredientes
¿No tienes frambuesas frescas? Úsalas congeladas, solo cocina un poco más hasta que suelten el líquido. Si te faltan limones, puedes mezclar lima, pero cambia el sabor. Si tienes prisa, usa mermelada de frambuesa sin semillas para el toque final.

Ideas para servir
Un poco de azúcar en polvo encima les da el toque de pastelería. Yo las sirvo con té earl grey o un café fuerte. Si quieres que se vean de lujo, decora cada cuadrado con una frambuesa arriba o un poco de ralladura de limón. Quedan de lujo para un brunch.
Contexto y tradición
El shortbread viene de Escocia, famoso por su textura mantequillosa. En Estados Unidos, los cuadraditos de limón son icono de ventas caseras. Al sumarle frambuesa, tienes un guiño a la alegría del verano y se juntan dos clásicos en algo fresco y fácil, incluso entre semana.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo poner frambuesas congeladas en vez de frescas?
Sí, van bien congeladas. Solo nota que tardan algo más porque tienen más agua. Espera a tener un puré espeso antes de seguir.
- → ¿Por qué es bueno enfriar la masa antes de cortarla?
Si enfrías bien las barras, te salen cortes limpios y los niveles quedan firmes. Así no se te deshacen al sacarlas.
- → ¿Cuánto aguantan estas barras de limón y frambuesa?
En la nevera, bien tapadas, siguen frescas y ricas hasta por cinco días.
- → ¿Puedo hacer la mitad de cantidad?
Claro, usa la mitad de cada ingrediente y un molde pequeño (20x20 cm). Mira que tarde menos en el horno para que no se pase.
- → ¿Para qué sirve usar jugo de limón fresco?
El jugo recién exprimido da un sabor más vivo y equilibra mejor. Así notas más el cítrico en cada mordisco.