
Una frittata de cebolla caramelizada se siente sofisticada pero casera a la vez. Perfecta para un desayuno tranquilo un domingo o para lucirte en un brunch con amigos. Me encanta cómo unas pocas cosas sencillas pueden mezclarse para hacer algo delicioso. Las cebollas cocidas despacito con huevos quedan de lujo y siempre salen bien.
La primera vez que preparé esta frittata era solo para mí, pero ahora hasta el más melindroso en casa me pide repetir cada vez que la hago.
Riquísimos ingredientes
- Huevos grandes: son los que dan esa textura esponjosa, siempre busco que estén frescos
- Cebollas amarillas: cocínalas lentamente para que saquen todo su dulzor, usa las que estén firmes y sin brotes verdes
- Aceite de oliva: ayuda a que las cebollas se ablanden y caramelicen, el extra virgen da mejor sabor
- Sal: resalta todos los sabores, si tienes sal gruesa mejor
- Pimienta negra: equilibra con un toque picante, si puedes mólela al momento
- Hierbas frescas como perejil o tomillo: aportan color y frescura, aprovecha las que huelan más intenso
Instrucciones fáciles paso a paso
- Enfría y parte en porciones:
- Saca la sartén del horno. Espera unos minutos para que se asiente. Luego córtala a tu gusto y disfruta todavía tibia.
- Listo para hornear:
- Mete la sartén al horno precalentado a ciento setenta y cinco grados Celsius. Déjala unos veinte a veinticinco minutos. Mira que los bordes suban y que el centro apenas tiemble cuando lo mueves.
- Montaje y reunión:
- Echa la mezcla de huevos sobre las cebollas en la sartén. Revuelve con suavidad usando una espátula, así las cebollas quedan repartidas por todo sin batir demasiado.
- Bate huevos y mezcla con sabor:
- En un bol grande bate los huevos junto con el resto de la sal, la pimienta y las hierbas picadas. Mezcla hasta que no veas rayas claras y todo se vea esponjoso.
- Carameliza despacio las cebollas:
- Corta las cebollas bien fino y ponlas en una sartén con el aceite y un toque de sal, fuego medio. Cocínalas con cariño entre quince y veinte minutos moviendo seguido. Cuando estén doradas y huelen dulce ya están, la paciencia aquí hace la diferencia.

En mi familia esta frittata se volvió un clásico para esos días de antojo. Cada vez que caramelizo cebollas, recuerdo cómo mi abuela me enseñó que con paciencia lo más simple se convierte en magia pura.
Consejos para guardar
Si te sobra, guarda los pedazos en un recipiente tapado y mételo en la nevera, dura hasta tres días bien. Calienta los trozos en horno o sartén antiadherente a fuego bajo para que no se resequen. ¿Quieres congelar? Envuélvelo en plástico y luego en papel aluminio, después descongela en el refri durante la noche antes de calentar.
Cambios de ingredientes
Puedes poner cebolla morada para un sabor diferente o sumar un puñado de espinacas o pimientos asados entre las capas. Para cambiar el queso, prueba feta desmoronado o cheddar rallado. Si no tienes hierbas frescas, las secas sirven pero pon la mitad de cantidad.

Cómo servirla
Sírvela calentita con una ensalada fresca o dentro de un panecillo para llevar. También queda genial como cena acompañada de papas doradas y un poco de yogur con limón. Para una reunión, córtala en cubitos y ponlos de botana.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo logro que las cebollas queden bien caramelizadas?
Lávalas y córtalas en tiras. Ponlas en una sartén con un chorrito de aceite de oliva y sal a fuego medio. Remueve seguido hasta que tomen color doradito, más o menos 15-20 minutos. Así quedan blanditas y dulces.
- → ¿Se pueden poner otras verduras en la frittata?
¡Claro! Prueba con champiñones salteados, espinaca o pimientos. Solo asegúrate de que estén bien cocidos y sin mucho líquido antes de hornear, así no queda aguada.
- → ¿Qué hierbas quedan mejor con este plato?
El perejil y el tomillo combinan re bien con la cebolla dulce, pero puedes usar cebollino o albahaca si buscas algo distinto y fresco.
- → ¿Se puede dejar lista la frittata con anticipación?
Sí, hornéala antes y guarda en la heladera. Cuando la quieras comer, caliéntala suave en el horno hasta que esté calentita de nuevo.
- → ¿Con qué queso queda mejor la cebolla caramelizada?
El cheddar fuerte, el queso de cabra o ricotta cremosa le quedan espectacular, le dan sabor y cremosidad extra.
- → ¿Puedo usar cebolla morada en vez de amarilla?
Sí, la morada es más dulce y da color. Se cocina igual que la amarilla y queda riquísima.