
Estos scones de naranja y arándanos tienen justo el punto perfecto entre la acidez de los arándanos y el toque cítrico de la naranja en una masa suave y desmenuzable, ideal para un desayuno o un capricho por la tarde.
La primera vez que hice estos scones fue en una mañana fría de fin de semana. El olor calientito llenó la cocina de buena onda. Desde entonces se volvieron mi opción favorita para darme un gusto acogedor.
Lo Que Necesitas
- Seis cucharadas de mantequilla sin sal fría y en cubos: esto da las capas hojaldradas y suaves al mezclarla con la masa
- Una taza de arándanos frescos o secos: para una explosión de sabor ácido. Si usas secos, ponlos a remojar en agua tibia para que estén jugosos
- Una y media tazas de crema para batir: la parte húmeda que junta todo y le da riqueza a la masa
- Una cucharada de polvo para hornear: ayuda a que queden ligeros y esponjosos
- Dos tazas de harina de trigo común: da cuerpo a la masa; mejor si usas harina fresca y fina
- Un tercio de taza de azúcar blanca: solo un toque dulce justo
- Media cucharadita de sal: equilibra sabores y resalta el dulzor
- Ralladura de una naranja grande: para ese aroma y sabor cítrico que alegra todo
Cómo Prepararlos Paso a Paso
- Hornea y Prepara la Bandeja:
- Prende el horno a 200 grados Celsius o 400 Fahrenheit. Pon papel para hornear en la bandeja para que no se peguen y se doren parejo.
- Mezcla los Ingredientes Secos:
- En un bol grande mezcla la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal hasta que quede uniforme y sin grumos.
- Agrega la Mantequilla:
- Usa un cortapastas o tus dedos para deshacer la mantequilla fría en la mezcla seca hasta que parezca arena gruesa. Esto es vital para que la textura quede hojaldre—mantén la mantequilla fría y no mezcles demasiado.
- Incorpora los Arándanos y la Ralladura:
- Con cuidado une los arándanos (frescos o rehidratados) y la cáscara de naranja sin aplastarlos, distribuyéndolos bien.
- Agrega la Crema y Forma la Masa:
- Haz un hueco en el centro y vierte la crema. Mezcla solo hasta que la masa se una, sin pasarte o quedarán duros.
- Forma y Corta:
- Pon la masa en una superficie con harina y dale forma de círculo de unos dos dedos de grosor. Corta en ocho partes o usa moldes para darle formas divertidas.
- Hornea Hasta Que Se Doren:
- Coloca los trozos en la bandeja asegurándote que no estén pegados. Hornea de 15 a 20 minutos hasta que tomen un color dorado y estén firmes al tacto.

Me encanta espolvorear un poco de azúcar gruesa encima antes de hornear para que tengan textura crujiente y brillen un poco. Nunca olvidaré la primera vez que los serví recién salidos del horno; desaparecieron en minutos — prueba de que son irresistibles.
Tips para Guardarlos
Guarda los scones que te sobren en un recipiente cerrado a temperatura ambiente hasta dos días para que sigan suaves. Si quieres comerlos después, caliéntalos unos minutos en el horno para que vuelvan a estar como recién hechos. Para conservarlos más tiempo, envuélvelos uno a uno en plástico y mételos en una bolsa sellada al congelador por hasta tres meses. Déjalos descongelar a temperatura ambiente y caliéntalos suavemente antes de comer.
Opciones con Ingredientes Diferentes
Prueba cambiar los arándanos por cerezas secas o arándanos azules para variar el sabor frutal. Si quieres más aroma, usa jugo de naranja en vez de solo ralladura, pero mejor mantener un poco de ella para el olor. Cambia la crema por suero de leche entero o crema agria para darle un toque ácido y que queden más jugosos. Un poco de canela o cardamomo le va muy bien si quieres un toque especiado que combina genial con el cítrico.
Ideas para Acompañar
Sirve caliente con mantequilla o crema espesada junto con un chorrito de miel local para ese balance entre cremoso y dulce. Queda perfecto con una taza de té Earl Grey, porque su aroma a bergamota combina con la naranja. Un café suave, como uno de tueste ligero, también funciona para no opacar los sabores frutales.
Inspiración Cultural
Estos scones traen la clásica onda británica de la hora del té, pero adaptados con los arándanos americanos de temporada. Los scones nacieron como panes rápidos para tomar con té, y hoy en día se versionan en todo el mundo con frutas y especias locales. Su sencillez y calidez los hacen un básico querido en cocinas caseras.

Disfruta estos scones recién salidos del horno con tu bebida favorita y verás cómo se vuelven un dulce confort para tu cocina. Son la prueba de que con pocos trucos y buenos ingredientes puedes convertir cualquier momento en una celebración de sabor.
Preguntas Frecuentes Sobre Recetas
- → ¿Qué hace que los scones queden suaves y hojaldrados?
Cuando pones mantequilla fría en la harina, se forman bolsitas de grasa que al hornear se derriten y dan esa textura suave y hojaldrada.
- → ¿Se pueden usar arándanos secos en vez de frescos?
Claro que sí, remojarlos en agua tibia unos 10 minutos antes ayuda a que estén jugosos y los scones no queden secos.
- → ¿Por qué no hay que mezclar mucho la masa?
Si mezclas demasiado, el gluten se activa y los scones salen duros en vez de suaves y ligeros.
- → ¿Para qué sirve la ralladura de naranja en esta masa?
La ralladura aporta un toque cítrico que resalta el sabor ácido de los arándanos y le da más aroma a los scones.
- → ¿Cómo guardo los scones para que duren frescos?
Cuando se enfrían, guardalos en un recipiente cerrado a temperatura ambiente hasta dos días o congélalos para más tiempo.