
Este gratinado de papas cremoso es justo lo que necesitas cuando quieres algo cómodo y con sabor, pero sencillo de hacer. Capas de papas tiernas horneadas con crema rica y queso Gruyère fundido, que juntas crean un sabor cremoso y salado que siempre encanta.
La primera vez que hice este gratinado fue en una reunión familiar y me sorprendió lo mucho que llamó la atención. Desde entonces es un plato reconfortante que nunca falla.
Ingredientes Clave
- Papas Russet: firmes y con almidón alto, ideal para que mantengan su forma al hornearse. Busca papas sin golpes para mejor textura
- Crema para batir: necesaria para una salsa sedosa y cremosa entre las capas de papa
- Queso Gruyère: le da cremosidad y un toque a nuez, fundiéndose perfecto para una cubierta dorada
- Ajo fresco: picado finito para dar un aroma sutil que se distribuye bien
- Mantequilla sin sal: sirve para engrasar el molde y evitar que se pegue, además de sumar sabor
- Sal y pimienta negra recién molida: para realzar todos los sabores
Pasos Para Preparar
- Calienta el horno:
- Enciende tu horno a 190 grados Celsius (375 Fahrenheit). Unta bien el molde con mantequilla para que no se pegue y se dore parejo.
- Corta las papas:
- Lava, pela y rebana las papas en rodajas delgadas, de unos 3 milímetros más o menos. Así se cocinarán bien y las capas quedan suaves.
- Mezcla crema y ajo:
- En un tazón mezcla la crema con el ajo picado, sal y pimienta. Revuelve para que el ajo se distribuya y el sazón quede parejo.
- Arma las capas:
- Empieza poniendo una capa de papas en el molde. Espolvorea queso rallado encima y echa un poco de la mezcla de crema. Repite hasta que termines, asegurándote de acabar con queso suficiente por encima.
- Cubre y hornea:
- Tapa con papel aluminio y mete al horno. Cocina por 45 minutos para que las papas se cuezan suave y absorban la crema.
- Destapa y dora:
- Saca el papel aluminio y hornea otros 15 a 20 minutos. Esto crea una capa gratinada dorada y burbujeante, deliciosa a la vista y al gusto.
- Deja reposar:
- Espera unos minutos antes de cortar y servir. Así las capas se fijan y los sabores se intensifican.

Este gratinado de papas es un favorito en casa desde hace años. Siempre me alegra ver a todos repitiendo mientras charlan. La comida reconfortante es para conectar y este platillo lo logra perfecto, calentando el cuerpo y el alma.
Tips Para Guardar
Alternativas de Ingredientes
Ideas para Acompañar

Disfruta este gratinado clásico francés como un acompañante cargado de calidez y elegancia. Sus capas preparadas con cariño y su costra de queso te harán volver a él cada vez que quieras algo reconfortante y rico.
Preguntas Frecuentes Sobre Recetas
- → ¿Qué patatas son mejores para este platillo?
Las patatas russet son las mejores porque su almidón ayuda a que queden cremosas y tiernas al hornear.
- → ¿Puedo usar otro queso en vez de Gruyère?
Claro, el Gruyère tiene un sabor suave y nuez, pero el Emmental o un cheddar blanco fuerte también funcionan bien.
- → ¿Qué tan finas deben ser las rodajas de patata?
Corta las patatas de unos 3 mm para que se cocinen parejo y el gratinado quede con buena textura.
- → ¿Por qué se tapa durante parte del horneado?
Taparlo atrapa el vapor, así las patatas se cocinan parejo y quedan jugosas antes de dorar la superficie sin tapa.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
Sí, arma las capas y refrigera antes de hornear. Hornéalo justo antes de comer para mejor textura.
- → ¿Qué le da más sabor además de lo básico?
Agregar un toque de nuez moscada a la crema le da un sabor más profundo y cálido.