
Pollo con miel y mostaza llena la casa con ese aroma dulce y ácido que dan ganas de probar de inmediato. Si busco algo que parezca elegante pero sea facilísimo, siempre hago esto. Yo misma me sirvo un poquito más de salsa porque nadie puede resistirse a esa mezcla cremosa.
Siempre preparo este plato principal cuando necesito algo rico y no tengo mucho tiempo. Lo hice por primera vez para el cumple de un amigo y desde entonces lo preparo entre semana un montón.
Sabrosos Ingredientes
- Pechugas de pollo sin hueso ni piel: Lo mejor es elegir piezas de más o menos dos centímetros de grosor para que se cocinen parejas y queden jugosas. Trata de que el pollo no tenga agua añadida, así agarra más sabor.
- Sal y pimienta: Realzan el sabor natural del pollo y equilibran lo dulce de la salsa. Mejor si la pimienta es recién molida para ese toquecito extra.
- Aceite de oliva extra virgen: Da sabor, ayuda a dorar el pollo y aporta cuerpo. Elige uno que huela fresquito y no apagado.
- Mostaza Dijon: Suma cremosidad y un sabor fuerte. Si puedes, compra una sin azúcares ni rellenos.
- Mostaza amarilla: Es la clásica y aporta ese toque vibrante y ácido. Es la responsable de ese sabor tan típico de la salsa.
- Miel: No puede ser jarabe, usa miel pura; le da dulzura y brillo a todo.
- Ajo en polvo: Da calidez, pero sin tapar los otros sabores. Apenas se nota, pero hace la mezcla.
- Mantequilla con sal: Unas rodajas encima del pollo lo mantienen tierno mientras se hornea. Mejor usa mantequilla real, no margarina.
- Perejil: Para terminar, ponle encima un poco picado y verás el toque verde súper fresco.
Instrucciones Paso a Paso
- Adorna y Sirve:
- Al salir del horno, ponle perejil picadito. Se ve lindo y agrega frescura.
- Hornear:
- Lleva el molde al horno ya caliente y espera unos veinte o veinticinco minutos. Mete un termómetro en la parte más gruesa, debe llegar a 74 °C. Vas a ver salsa burbujeando y el pollo muy jugoso.
- Pon la mantequilla:
- Arriba de cada pechuga pon una rodajita de mantequilla con sal. Así el pollo no se seca en lo que se hornea.
- Distribuye en la fuente:
- Pon la mitad de la salsa de miel y mostaza en el fondo del refractario, acomoda las pechugas doradas y vierte el resto de la mezcla encima.
- Mezcla la salsa:
- En un bowl pequeño une lo que sobra de aceite de oliva, mostaza amarilla, Dijon, miel y ajo en polvo. Bate bien hasta que tome brillo.
- Dora el pollo:
- Calienta dos cucharadas de aceite en una sartén grande a temperatura media-alta. Pon las pechugas y deja que se doren por cada lado un par de minutos sin moverlas. Esto las deja doraditas y sella sus jugos.
- Golpea y sazona el pollo:
- Aplana las pechugas con un rodillo o mazo hasta que todas tengan entre 1,5 y 2 cm de grosor. Echa sal y pimienta por los dos lados.
- Precalienta y prepara todo:
- Pon a calentar el horno a 190 °C y rocía tu molde para que nada se pegue. Eso hace más fácil servir después.

Cuando lo preparo me encanta probar la salsa directo de la cuchara. La miel y las dos mostazas hacen magia. Siempre me trae recuerdos de comidas en familia donde todos querían limpiar el plato hasta el final.
Trucos para Guardar
Guarda el pollo que sobre en un recipiente hermético y ponlo en la nevera hasta por cuatro días. Si quieres congelar, espera a que esté frío y pásalo a un tupper para el freezer por hasta tres meses. Caliéntalo suave para que la salsa no pierda textura.
Alternar Ingredientes
Si no tienes Dijon, pon solo mostaza amarilla, sabrá un poco más suave. El jarabe de maple también funciona si no hay miel. Puedes usar muslos o piezas con hueso, pero déjalos en el horno unos minutos más.

Ideas para Servir
Acompáñalo con puré de papas, verduras asadas o una ensalada crujiente. Si sobra pollo, pártelo en pedazos y súmalo a una ensalada o mételo en un pan para un sándwich rápido.
Un Poco de Historia
La salsa de miel y mostaza viene de la cocina americana y se usa mucho en barbacoas. Tiene la mezcla de mostaza potente y dulzura de la miel, lo que la hace quedar bien con casi cualquier carne. Así consigues lo mejor de esa salsa sin salir de casa.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo logro que el pollo quede jugoso?
Golpea las pechugas para nivelarlas, no las hornees de más y déjalas reposar un momento antes de comer.
- → ¿Puedo usar otro tipo de mostaza?
Claro, si prefieres puedes cambiar las mostazas por alguna más picante o en grano, y ajustar al gusto.
- → ¿Sirve para preparar con antelación?
Sí, el pollo guarda bien en el refri hasta cuatro días y se puede recalentar sin problema en microondas o al horno.
- → ¿Qué guarniciones combinan con el pollo mostaza miel?
Puedes acompañar con papas asadas, verduras al vapor o ensalada verde; todo queda bien con el toque dulce y ácido del pollo.
- → ¿Cómo guardo lo que me sobre?
Cuando se enfríe, ponlo en un recipiente con tapa en la nevera o congélalo si no lo vas a comer pronto.