
El pastel de fresa y ruibarbo es mi favorito cuando empieza el calor y estos frutos están frescos. La mezcla entre el dulzor de la fresa y el toque ácido del ruibarbo explota en cada mordida, mientras que la miga suave y amantequillada hace que nadie quiera comer solo una porción. En casa ya no pueden faltar en las reuniones familiares, aunque es igual de rico cuando tienes ganas de un postre diferente con el café de la tarde.
La primera vez que horneé este pastel fue para una comida con los vecinos y todos terminaron pidiéndome la receta. Ya es una costumbre hacerlo cada vez que aparecen las fresas y el ruibarbo en el súper.
Irresistibles Ingredientes
- Fresas frescas en rebanadas: escoge las más rojas y firmes para que el sabor se note
- Ruibarbo fresco picado: elige tallos crujientes y vistosos, si ves alguno marchito descártalo
- Azúcar blanca: puedes ajustar la cantidad, si las frutas están dulzonas baja un poco
- Harina de trigo común: es lo que le da estructura, tamízala si quieres un resultado más esponjoso
- Polvo para hornear: ayuda a que suba y quede liviano
- Mantequilla sin sal suave: da sabor y una miga tiernita, mejor si está a temperatura ambiente
- Leche entera: suma humedad y sabor, así queda más rico
- Huevos grandes: ayudan a que todo se una y la textura quede perfecta, sácalos antes del refri
- Extracto de vainilla: ese toque especial y aromático, puro es mejor
- Pizca de sal: resalta todos los sabores, si la mantequilla ya tiene sal puedes omitirla
Fáciles Pasos a Pasito
- Enfría y sirve:
- Deja reposar el pastel unos diez minutos en el molde, pasa el cuchillo por el borde para sacarlo sin problema y deja que termine de enfriarse en una rejilla. Está rico a temperatura ambiente pero tibio queda increíble.
- Hornea:
- Vuelca la masa en un molde redondo previamente engrasado y alisa un poco la superficie si lo necesitas. Mete al horno precalentado y hornea aproximadamente cuarenta y cinco minutos; sabrás que está listo cuando tome color dorado y salga limpio el palillo del centro.
- Incorpora la fruta:
- Integra con cuidado el mix de fresas y ruibarbo con una espátula. No mezcles mucho, así se ven los trozos y vetas de fruta en cada rebanada.
- Une mezclas secas y húmedas:
- Alterna la mezcla de harina y polvo para hornear con la leche en el bowl de la mezcla de mantequilla y azúcar. Hazlo poco a poco y solo hasta que no veas más harina, así queda muy suave.
- Mezcla los secos:
- En otro recipiente bate bien la harina, el polvo para hornear y la sal. Así el pastel sube igual por todos lados y no quedan grumos.
- Agrega huevos y vainilla:
- Echa los huevos uno por uno, mezclando bien cada vez para que todo quede cremoso. Agrega la vainilla para el aroma clásico y mezclá bien.
- Bate azúcar y mantequilla:
- En un bowl grande bate la mantequilla suave y el azúcar que resta, hasta que esponje y tome un color clarito. Entrará aire y así el pastel sube mejor.
- Prepara la fruta:
- Pon las fresas y el ruibarbo en un bowl con un poco de azúcar y deja reposar diez minutos. Esto ayuda a que la fruta suelte jugo y quede blandita.

El ruibarbo es lo que hace único este pastel. La primera vez mi abuela me trajo unos tallos recién cortados y pensé que solo servían para pay. Pero aquí brilla y me trae recuerdos de esas tardes soleadas cocinando juntas.
Consejos de conservación
Si lo guardas bien tapado o en un tupper, aguanta suave unos tres días a temperatura ambiente. Más tiempo puedes meterlo al refri hasta una semana. Y si preparas dos, congela las porciones envueltas individualmente: por la noche las descongelas y están igual de buenas que recién hechas.
Cambios de ingredientes
¿No encuentras fresas o ruibarbo frescos? Puedes usar congelados, solo escurre el líquido extra para que no quede aguado. Si te gusta con un poco más de textura, pon unas almendras fileteadas tostadas junto con la fruta antes de hornear, quedan buenísimas.
Ideas para servir
Solo está delicioso, pero con una cucharada de crema batida o un poco de helado de vainilla es el postre ideal. Calentito está increíble o llévatelo al picnic envuelto en papel y disfruta donde quieras.

Contexto cultural y orígenes
La fresa y el ruibarbo siempre han sido pareja favorita en dulces de verano tanto en Norteamérica como en Europa, ya que coinciden en temporada. Antes casi todos los usaban en pays y crumbles, pero hacerlos en pastel es más sencillo y práctico para llevar, así celebras lo mejor de ambos mundos.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar fresa o ruibarbo congelados?
Sí, sirve fruta congelada, solo recuerda descongelar bien y quitar el exceso de líquido antes de mezclar.
- → ¿Cómo consigo que quede jugoso?
No batas de más la mezcla y mide bien líquidos y secos. La manteca y la fruta hacen que se mantenga esponjoso.
- → ¿Se puede poner menos azúcar?
Sí, ajústala a tu gusto o usa el endulzante que prefieras, la textura apenas cambia.
- → ¿Qué molde es mejor?
Uno redondo de 20 o 23 cm va de maravilla. Engrásalo bien para que no se pegue.
- → ¿Alguna idea para servirlo?
Córtalo y sírvelo con nata montada, helado de vainilla o un poco de azúcar glas.