
Los caramelos blandos de mantequilla, o butter mints, son esos dulces pequeñitos que siempre alegran una bandeja de postres o se lucen en un regalito casero. Se deshacen en la boca, llevan un toque suave a menta y sus colores pastel te hacen pensar en las reuniones familiares. Lo más chido es que cualquiera los puede hacer en casa. Solo necesitas ingredientes normales y nada especial para prepararlos.
La primera vez que hice estos caramelos fue con mi abuelita después de comer en domingo. Hacer bolitas de colores con ella y comernos unos cuantos en secreto es algo que atesoro. Ahora los hago con mis hijos para cumpleaños o Pascua y se vuelve muy divertido juntos.
Exquisitos Ingredientes
- Mantequilla sin sal: Es la base para que estos caramelos sean tan suaves al morder. Si quieres un sabor aún más rico usa mantequilla tipo europea.
- Azúcar glass: Endulza y da cuerpo a la mezcla. Si la tuya está muy apelmazada pásala por un colador.
- Leche condensada dulce: Aporta suavidad y hace que todo se junte. Busca una con pocos ingredientes para que sepa mejor.
- Extracto de menta: Da el sabor característico. Un extracto de buena calidad es clave para que sepan a menta fresca de verdad.
- Extracto de vainilla: Equilibra el sabor a menta y suma dulzura. Si puedes, usa vainilla natural y no imitación.
- Colorante comestible: Para esos tonos pastel que tanto gustan. Mejor si usas en gel o pasta, así no hace líquida la mezcla.
Fáciles Pasos para Preparar
- Deja la mantequilla súper cremosa
- Con una batidora, bate la mantequilla suave por unos 30-45 segundos hasta que se vuelva esponjosa y sin grumos. Ese paso es clave para que el caramelo quede muy tierno.
- Arma la mezcla
- Pon azúcar glass, leche condensada, extracto de menta y vainilla en el bol. Empieza batiendo despacio para que no vuele el azúcar, luego sube la velocidad y mezcla hasta que formes una masa bien espesa. Si se te pega en los dedos, agrega más azúcar poquito a poco hasta que deje de ser pegajosa pero siga suave.
- Pinta y separa
- Divide la mezcla en varias partes, según los colores que quieras hacer. Agrega unas gotas de colorante y amasa suavemente hasta que se mezclen los tonos (usa guantes si no te quieres manchar).
- Forma los caramelos
- Toma una pequeña bola de masa de color y, sobre la tabla, hazla rodar hasta estirar como una cuerda de medio centímetro de grosor. Corta en trocitos chicos usando cuchillo filoso o cortapizzas.
- Deja que se endurezcan
- Colócalos separados sobre una charola limpia. Déjalos secar al aire libre por 24 horas, sin tapar, para que se forme la capita crujiente y el centro siga suavecito.

Mi parte favorita es el remolino de colores en la masa. Me recuerda al fudge marmoleado que hacía mi mamá en las fiestas. Siempre discutíamos cuál color sabía mejor, aunque en realidad todos sabían igual.
Consejos para Guardar
Conserva los caramelos ya listos en un bote bien cerrado en el refri. Así duran varias semanas. Si quieres, puedes congelarlos hasta dos meses en un recipiente apto. Solo sácalos y espera que se pongan a temperatura ambiente antes de comerlos para que vuelvan a estar suavecitos.
Sustituciones de Ingredientes
Yo siempre combino menta y vainilla para el sabor clásico. Pero si quieres experimentar, puedes usar extracto de almendra, naranja o limón. Si no usas lácteos, prueba con mantequilla vegana y leche condensada de coco (solo que el sabor cambiará un poco).

Ideas para Servir
Estos caramelos son ideales para poner en frascos con moño y regalar. Van perfectos en bandejas de fiesta, bolsitas para eventos o para baby showers. También me encanta poner un tazón en la mesa de postres cuando se reúne la familia.
Contexto Cultural y Historia
En el sur de Estados Unidos estos dulces llevan cien años en bodas, tertulias y fiestas en la iglesia. Antes de que vendieran caramelos ya hechos, cada familia tenía su propia combinación de colores y sabores para prepararlos en casa.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar otros extractos de sabor aparte de menta?
Claro, puedes cambiar el sabor usando extractos como almendra, limón o naranja para variar las mentas.
- → ¿Cómo evito que la masa se me pegue en las manos?
Pon un poco más de azúcar glas y usa guantes cuando agregues colorante para no ensuciarte.
- → ¿Cuánto tiempo deben secarse las mentas antes de guardarlas?
Déjalas en una bandeja a temperatura ambiente por 24 horas para que queden con la textura perfecta.
- → ¿Cuál es la mejor manera de dar color a las mentas?
Echa unas gotitas de colorante en cada porción de masa y amasa siempre hasta que el color quede uniforme. Los guantes te salvan de manchas.
- → ¿Cómo guardo las mentas para que duren más?
Mételas en un recipiente cerrado dentro del refri unas semanas, o congélalas y te aguantan hasta dos meses.