
Blanditos y cubiertos con una costra azucarada que cruje, cada vez que hago estos crinkle de San Valentín siento que abrazo el chocolate. Siempre los preparo para sorprender a gente querida en febrero y la verdad, hacerlos es fácil y hasta divertido para una noche dulce en casa.
Cuando los horneé por primera vez un San Valentín, la casa olía increíble, a puro chocolate. Mi vecina todavía se ríe porque en la fiesta del barrio volaron y ni consiguió repetir.
Deliciosos Ingredientes
- Azúcar glass: da el look agrietado clásico y es mejor cernirlo para no tener bolitas luego
- Sal: hace que los sabores sean más intensos, usa la fina para que todo quede parejo
- Polvo para hornear: ayuda a que suban y se agrieten, revisa que todavía burbujee en agua
- Extracto de vainilla: realza lo achocolatado, escoge uno con sabor natural para más profundidad
- Leche: une la mezcla y le suma suavidad, sirve tanto la de vaca entera como alguna cremosa de vegetales
- Aceite vegetal: el secreto para que siempre estén blanditos, usa uno sin sabor como canola
- Azúcar normal: aporta dulzura y jugosidad, deshaz los grumos antes para mezclar mejor
- Cacao en polvo: esencial para el toque chocolatoso, elige uno sin endulzar y buena calidad
- Harina común: la base que da forma y una miga suave, que huela fresca y esté sin olor raro
Simples Pasos para Hacerlos
- Listo para hornear
- Pon bolitas bien cubiertas en azúcar glass sobre una bandeja con papel y separa bien cada una. Hornea entre diez y doce minutos a 350 F, busca bordes firmes y centro blando. Déjalas enfriar del todo para que no pierdan forma al moverlas.
- Arma y cubre
- Saca porciones del tamaño de una nuez de la masa. Haz bolitas y báñalas en azúcar glass por todos lados, sin miedo a que manches la mesa. Cuanto más azúcar, más crujiente luego.
- Mezcla y enfría
- Agrega la mezcla seca a la húmeda despacio. Usa cuchara o lengua para no batir de más. Cuando no queden vetas de harina, tapa y lleva a la heladera por media hora. Mejor textura y más fácil de manipular así.
- Combina líquidos
- Junta en un bol grande el aceite, azúcar normal, leche y vainilla. Revuelve hasta que brille y el azúcar casi desaparezca. Así la masa te saldrá blandita.
- Junta secos
- En un bol mediano, mezcla harina, cacao, sal y polvo de hornear. Así te evitas grumos y todo queda parejo.

Me encanta cómo el cacao los vuelve especiales. En febrero mis primos se aparecen solo por estas galletas y terminamos llenando la casa de azúcar hasta en los zapatos. Pura diversión.
Consejos para Guardar
Cuando se enfríen, guarda las galletas en un tarro hermético y a temperatura ambiente aguantan frescas unos cinco días. Si preparas con tiempo, las puedes congelar hasta tres meses, poniendo papel entre capas y así las agarras fácil cuando quieras.
Cambia un Poco los Ingredientes
Prueba con leche vegetal cremosa como de avena o almendra y así las haces veganas. Un poco de ralladura de naranja o espresso les da un plus. Si te sobran chispas de chocolate, agrégalas a la masa para que en el horno queden bolsitas derretidas deliciosas.
Ideas para Servir
Son lo máximo para fiestas de San Valentín o como parte de un desayuno dulce. Van genial con frutos del bosque y una taza de chocolate caliente. Si quieres regalar, envuélvelas en papel y ponles un lazo rojo. Ganarás sonrisas sí o sí.

Un Poco del Origen
Las crinkle surgieron en la cocina americana del siglo XX. La idea polvorienta y agrietada nació entre gente que quería hacer dulces lindos en casa sin tanta ciencia. Ahora son infaltables en celebraciones y reuniones familiares.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Por qué la superficie se agrieta?
Al rebozar la masa en azúcar glas antes del horno, el exterior se endurece mientras el interior sube, así salen esas grietas tan chulas.
- → ¿Puedo darle otros sabores?
¡Claro! Puedes poner chispas de chocolate o un poco de café en polvo para variar el sabor.
- → ¿Cómo hay que guardarlas?
Mételas en un recipiente bien cerrado y déjalas a temperatura ambiente para que sigan tiernas y ricas.
- → ¿Para qué sirve enfriar la masa?
Enfriando, la masa queda más firme, es más fácil armar bolitas y así salen los crinkles bien marcados.
- → ¿Se pueden dejar listas antes?
Sí, preparas la masa y la guardas en frío hasta dos días antes de hornearlas cuando quieras.