
Este postre de cheesecake con limón y arándanos es tan vistoso que roba todas las miradas. Lo suave del queso con el toque ácido del limón y el sabor dulce de los arándanos. Es ideal para sorprender en reuniones o cuando te quieres lucir con un cheesecake de horno lleno de sabor y ese remolino clásico de salsa casera de arándanos.
La primera vez que horneé este cheesecake un sábado acabó en una celebración improvisada en casa. Ahora lo preparo siempre cuando cumpleaños en verano o cuando se junta la familia y nunca queda nada en el plato.
Ingredientes sorprendentes
- Agua: Solo un chorrito para ligar la salsa, no necesita mucho
- Maizena: Hace que la salsa de arándanos quede con cuerpo, debe ser fina y sin grumos
- Arándanos frescos: Lo mejor para el remolino colorido, busca los gorditos y firmes
- Extracto de vainilla: Un fondo cálido para todos los sabores, escoge extracto puro
- Ralladura de limón: El toque aromático, lava bien los limones antes de rallar
- Zumo recién exprimido de limón: Da frescor ácido, quita las semillas al exprimir
- Huevos: Dan textura y ayudan a cuajar la mezcla, sácalos antes para que estén templados
- Queso crema: La clave del cremoso, debe estar bien blando para que no queden grumos
- Mantequilla derretida sin sal: Une la base y suma sabor, usa mantequilla auténtica
- Azúcar blanca: Endulza de principio a fin, usa granulada para que todo quede suave
- Galletas tipo Graham trituradas: Para la base crujiente, elige recién molidas y con olor a tostado
Trucos
Si mezclas arándanos grandes con otros pequeños consigues distintas texturas y más jugo. No te saltes el queso crema entero y auténtico para que quede súper suave.
Pasos Sencillos para Hacerlo
- Deja Enfriar y Mete en la Nevera:
- Saca el cheesecake y deja que baje a temperatura ambiente. Ponlo en la nevera mínimo 4 horas, mejor toda la noche, así se asientan sabores y fija la textura. Sácalo del molde solo cuando esté bien frío.
- Tapa y Hornea:
- Forra el molde con papel aluminio grande para evitar filtraciones. Luego coloca el molde dentro de una fuente al baño maría con agua caliente que llegue a la mitad. Lleva al horno a 175°C cerca de una hora, cuando el centro apenas tiemble sácalo.
- Capa de Queso y Remolino:
- Pon la mitad del relleno sobre la base fría y apunta bien con la espátula. Agrega la mitad de la salsa de arándanos y pasa un palillo para hacer dibujitos de remolino. Termina con la otra mitad del relleno y de la salsa, mezclando de nuevo para que se vea marmoleado y llegues a todas las porciones.
- Prepara la Crema:
- Bate el queso con el azúcar hasta que quede extra suave. Añade los huevos uno a uno, despacio, así todo mezcla perfecto. Echa el zumo de limón, la ralladura y la vainilla, aquí todo huele a verano.
- Salsa de Arándanos:
- Pon 125 g de arándanos con azúcar, maizena, agua y zumo de limón en un cazo pequeño. Remueve a fuego medio hasta que los arándanos revienten y la mezcla espese. Añade el resto de arándanos solo para que se ablanden un poco. Deja enfriar.
- Hornear y Enfriar la Base:
- Mete la base al horno a 175°C durante unos 12 minutos, tiene que dorar en los bordes. Deja enfriar bastante para que luego la tarta monte bien en capas.
- Haz la Base:
- Mezcla las galletas, el azúcar y la mantequilla en un bol. Revuelve hasta que se vean brillosas y pon la mezcla en el fondo y un poco los lados del molde, presionando bien para que quede firme.
- Prepara el Molde:
- Usa spray desmoldante en un molde desmontable de 23 cm, pon papel de horno en la base y vuelve a rociar. Así luego todo sale fácil.

Ese remolino de arándanos siempre me recuerda a mi abuela. Horneábamos juntas y decía que los postres pueden ser elegantes. Al rallar el limón, la casa huele como en sus veranos.
Consejos para Guardar
Guarda la tarta tapada en la nevera y aguanta hasta cuatro días perfecta. Si la quieres guardar más tiempo, córtala en porciones y congela cada trozo separado por papel para que no se peguen. Descongela en la nevera la noche anterior. Queda genial y el sabor mejora cada día.
Cambios de Ingredientes
¿Necesitas que sea sin gluten? Usa tus galletas aptas favoritas para la base. ¿Quieres variar? Pon frambuesas en vez de arándanos, siempre usa la fruta de temporada. ¿Buscas un punto más suave? Los limones Meyer son ideales porque son más dulces y menos ácidos.
Ideas para Servir
Una rebanada fina es suficiente pero si quieres que quede con estilo añade más salsa de arándanos o un poco de nata montada. Unos arándanos frescos por encima y más ralladura de limón la hacen especial para invitados. Refréscala bien y sírvela fría en verano, es lo mejor.

Un Poco de Historia y Cultura
Las tartas de queso neoyorquinas marcaron la pauta para postres cremosos como este, pero añadirles frutas y cítricos es ya costumbre moderna. Para mi familia, limón y arándanos significan verano y esta versión es parte de nuestras reuniones incluso antes de que se pusiera de moda en internet.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo queda la base tan crujiente y sabrosa?
La base tiene migas de galleta, mantequilla derretida y un poco de azúcar. Al presionarla bien en el molde y hornearla, queda firme y dorada debajo del relleno cremoso.
- → ¿Qué hago para lograr un relleno suave y sin grumos?
Usa el queso crema a temperatura ambiente y bátelo con el azúcar hasta que quede muy cremoso. Agrega los huevos de a uno con velocidad bajita, luego el limón y la vainilla, sólo hasta integrar.
- → ¿Para qué sirve el baño María al hornear?
El baño María da calor suave y parejo. Así evitas que se parta por arriba y el centro queda de textura lisa.
- → ¿Cómo se hacen esos remolinos de arándano?
Sólo pon algo de la salsa de arándanos sobre el relleno y mezcla suavemente antes de hornear. El resto va por encima al final para esos efectos marmoleados.
- → ¿Cuánto tiempo se deja enfriar antes de comerlo?
Déjalo en la nevera mínimo 4 horas, pero toda la noche es mejor. Así toma sabor y queda súper cremoso.