Jugosos Trozos con Pasta Parmesano

Estos trocitos de carne con mantequilla de ajo y pasta cremosa al parmesano traen la experiencia de un restaurante elegante a tu cocina sin complicaciones. La mezcla de jugosos trozos de carne bañados en mantequilla con ajo junto a una pasta sedosa cubierta de parmesano crea una comida que parece lujosa pero se prepara rápido para cualquier día entre semana.

Encontré esta receta durante una semana súper ocupada cuando necesitaba algo especial pero veloz. La primera vez que la serví, mi familia quedó callada por un minuto entero antes de decir que estaba mejor que la pasta de nuestra asadería favorita. Ahora es nuestro plato para celebrar que parece elegante sin tanto lío.

Ingredientes

• Solomillo 450g: alto en proteínas con sabor excelente sin gastar mucho
• Mantequilla 3 cucharadas: da esa sensación suave y un dorado perfecto
• Ajo 3 dientes: añade profundidad aromática busca cabezas firmes con piel ajustada
• Aceite de oliva 1 cucharada: aumenta el punto de humo de la mantequilla para mejor sellado
• Sal y pimienta: realza el sabor natural de la carne
• Pimentón 1 cucharadita: da notas ahumadas sutiles mejor si es húngaro
• Perejil fresco 2 cucharadas: ilumina el plato con color y frescura

• Fettuccine 225g: ofrece la superficie ideal para que se adhiera la salsa
• Mantequilla 2 cucharadas: forma la base para una salsa aterciopelada
• Ajo 3 dientes: crea la base aromática de la salsa
• Nata para cocinar 240ml: produce esa consistencia lujosa tipo restaurante
• Queso parmesano 240g: añade complejidad a nuez rállalo tú mismo para mejor fundido
• Agua de pasta reservada 120ml: contiene almidón que ayuda a unir la salsa a la pasta

Instrucciones paso a paso

Cocina la pasta:

Pon a hervir agua con bastante sal en una olla grande. El agua debe saber como el mar para sazonar bien la pasta. Añade los fettuccine y cocina hasta que estén al dente, un minuto menos de lo que dice el paquete. Antes de escurrir, guarda media taza del agua con almidón, tu arma secreta para una salsa sedosa. Escurre la pasta pero no la enjuagues para conservar el almidón exterior.

Prepara los trocitos de carne:

Seca bien los cubos de carne con papel absorbente, esto es clave para un buen sellado. Sazónalos bien con sal, pimienta y pimentón, asegurándote que cada trozo quede cubierto. Calienta una sartén de hierro hasta que esté muy caliente, luego añade aceite que debe brillar al instante. Coloca con cuidado los trozos de carne en una sola capa sin amontonarlos, trabajando por tandas si es necesario. Déjalos sellar sin moverlos por 2 minutos antes de voltearlos para desarrollar esa codiciada costra dorada. Cocina 1-2 minutos más para término medio y pásalos a un plato.

Crea la salsa de mantequilla con ajo:

Baja el fuego a medio y pon mantequilla en la misma sartén, conservando todos esos trocitos de sabor. Mientras se derrite, añade el ajo picado, removiendo constantemente por exactamente 30 segundos hasta que suelte aroma pero sin dorarse porque el ajo puede amargar rápido. Regresa los trozos de carne y sus jugos a la sartén, mezclando suavemente para cubrir cada pieza con la mantequilla aromática. Retira del fuego después de 1 minuto para evitar sobrecocinar la carne.

Haz la salsa de parmesano:

En otra sartén derrite mantequilla a fuego medio hasta que espume. Añade ajo picado y cocina solo hasta que suelte aroma, unos 30 segundos. Vierte la nata en un chorro lento y constante mientras bates continuamente. Deja que la nata hierva suavemente nunca a borbotones por 3-4 minutos hasta que espese un poco. Retira del fuego y espolvorea gradualmente el parmesano rallado mientras remueves para crear una emulsión suave. Si la salsa parece muy espesa, añade el agua reservada de la pasta cucharada a cucharada hasta lograr la consistencia deseada.

Combina y sirve:

Añade la pasta cocinada directamente a la salsa de parmesano, mezclando suavemente con pinzas para asegurar que cada hebra quede gloriosamente cubierta. Pasa la pasta a platos calientes creando una base para la carne. Sirve los trocitos de carne con mantequilla de ajo sobre la pasta, distribuyéndolos uniformemente. Decora con perejil fresco y lascas adicionales de parmesano para dar vistosidad y dimensión de sabor.

Guardar

Los trocitos de carne siguen cocinándose un poco después de retirarlos del fuego, así que sácalos justo antes del punto que deseas. Aprendí esta técnica en una clase de cocina hace años y cambió totalmente mi forma de preparar cortes de cocción rápida. El instructor explicó que dejar reposar permite que los jugos se redistribuyan haciendo cada bocado más jugoso y sabroso.

Mejores cortes de carne para usar

Aunque el solomillo se especifica en la receta, el entrecot ofrece mejor veteado para los bocados más tiernos que se deshacen en la boca. El lomo alto proporciona un equilibrio excelente entre ternura y sabor intenso, siendo algo más económico. El solomillo da los bocados más suaves como mantequilla pero carece del sabor robusto de otros cortes. Para opciones económicas, considera la espaldilla o el aguja que ofrecen una ternura sorprendente cuando se cortan contra la fibra y se cocinan rápido a fuego alto.

Variaciones de pasta

Los fettuccine funcionan de maravilla en esta receta, pero puedes cambiar por otras formas según tu gusto o lo que tengas en la despensa. Los pappardelle son cintas anchas que aguantan perfectamente la salsa espesa y los trozos de carne. Para un enfoque más rústico prueba con formas cortas como rigatoni o penne que capturan la salsa dentro de sus tubos. Las pastas integrales o enriquecidas con proteínas pueden mejorar el perfil nutricional, mientras que opciones sin gluten como pasta de arroz o garbanzos se adaptan a restricciones dietéticas sin perder la esencia del plato.

Consejos para preparar con antelación y almacenar

Los componentes de este plato pueden prepararse por separado hasta dos días antes, perfecto para planificar comidas especiales. Cocina la pasta al dente, escúrrela bien y mézclala con un poco de aceite antes de refrigerar. La salsa de parmesano puede hacerse con anticipación y recalentarse suavemente con un chorrito de nata o leche para recuperar su textura sedosa. Para la carne, recomiendo sazonarla con antelación pero cocinarla justo antes de servir para una textura óptima. Las sobras pueden guardarse juntas en un recipiente hermético hasta tres días, aunque la pasta puede absorber más salsa durante el almacenamiento. Recalienta suavemente en una sartén tapada con una cucharada de agua para revivir la textura cremosa.

Guardar

Preguntas y respuestas sobre la receta

→ ¿Qué corte de carne funciona mejor para este plato?

Se recomienda el solomillo por su equilibrio entre ternura y sabor, pero el ribeye sería una sustitución excelente para una versión más lujosa. Busca cortes bien veteados para obtener resultados más jugosos. En caso necesario, el entrecot o el lomo también funcionarían bien.

→ ¿Puedo sustituir la nata por una opción más ligera?

Aunque la nata proporciona la textura más rica, puedes usar media crema para una versión más ligera. Para una alternativa sin lácteos, la leche de coco entera funciona sorprendentemente bien con el parmesano. Ten en cuenta que las sustituciones más ligeras pueden necesitar espesantes adicionales como maicena o más tiempo de reducción.

→ ¿Qué tipo de pasta va mejor con la salsa cremosa de parmesano?

La fettuccine es ideal porque su superficie plana y ancha retiene la salsa cremosa maravillosamente. Sin embargo, otras formas como pappardelle, linguine o incluso rigatoni funcionan bien. Elige pasta con textura o estrías para que la salsa se adhiera mejor.

→ ¿Cómo puedo evitar que los trozos de carne queden duros?

Para trozos de carne tiernos: 1) Asegúrate que tu sartén esté muy caliente antes de añadir la carne, 2) No abarrotes la sartén - cocina por tandas si es necesario, 3) Corta contra la fibra al preparar los cubos, y 4) No cocines demasiado - 2-3 minutos por lado suele ser suficiente para un punto medio, dependiendo del tamaño de tus trozos.

→ ¿Puedo preparar este plato con anticipación?

Aunque es mejor disfrutarlo recién hecho, puedes preparar algunos componentes con antelación. Cocina y refrigera la pasta (mezclada con un poco de aceite para evitar que se pegue), y prepara la salsa de parmesano por separado. Cuando vayas a servir, recalienta la salsa suavemente con un chorrito de leche para restaurar la cremosidad, luego añade la pasta. Cocina los trozos de carne al momento para conseguir la mejor textura y sabor.

→ ¿Qué verduras combinan bien con este plato?

Para equilibrar la riqueza, sírvelo con espárragos asados, judías verdes salteadas o una simple ensalada de rúcula con vinagreta de limón. Para una opción más contundente, las coles de Bruselas o el brócoli asados quedan genial. Si quieres incorporar verduras directamente al plato, puedes añadir espinacas a la salsa cremosa o tomates cherry al saltear los trozos de carne.