
Este pollo Parmesano estilo Longhorn Steakhouse, dorado y crujiente, ha cambiado por completo mis cenas entre semana con su sabor de restaurante que mi familia me pide al menos dos veces al mes. La mezcla del exterior empanizado y crujiente con la cobertura derretida de parmesano y mozzarella crea un plato que compite con el original del restaurante pero se puede hacer en tu propia cocina.
Descubrí esta receta después de una cena inolvidable en Longhorn Steakhouse donde mi esposo no paraba de hablar del pollo parmesano. Tras varios intentos de cocinarlo en casa, esta versión finalmente recibió su aprobación y desde entonces ha sido nuestra opción favorita para sorprender a los invitados.
Ingredientes
- 4 pechugas de pollo sin piel ni hueso Escoge cortes de grosor uniforme para una cocción pareja
- ½ taza de harina común Forma la primera capa de la base del empanizado
- 2 huevos grandes El elemento que hace que todo se pegue bien
- ¼ taza de leche Da riqueza y ayuda a crear un recubrimiento ligero
- 1 taza de pan rallado estilo italiano Proporciona la textura crujiente característica
- 1 cucharadita de condimento italiano Le da al empanizado hierbas aromáticas
- ½ cucharadita de sal Realza todos los sabores del plato
- ¼ cucharadita de pimienta negra Aporta un toque cálido y profundo
- 2 cucharadas de aceite de oliva Un aceite de buena calidad mejora el dorado
- 1 taza de queso parmesano rallado Úsalo recién rallado para que se derrita mejor
- 1 taza de queso mozzarella rallado El elemento elástico que crea ese estiramiento perfecto
- 2 dientes de ajo picados Da profundidad aromática a la cobertura de queso
Instrucciones paso a paso
- Prepara tu espacio:
- Calienta el horno a 375°F y reúne tres platos hondos para tu estación de empanizado. La organización es clave aquí ya que trabajarás con ingredientes húmedos y secos que deben mantenerse separados para un buen recubrimiento.
- Prepara tus mezclas:
- En el primer plato, coloca la harina. En el segundo, bate los huevos con la leche hasta que se mezclen bien. En el tercero, combina el pan rallado con la mitad del queso parmesano, el condimento italiano, la sal y la pimienta, asegurándote que todo quede bien distribuido.
- Empaniza el pollo:
- Trabaja con una pechuga a la vez, cúbrela completamente en harina, sacude el exceso antes de sumergirla en la mezcla de huevo, deja escurrir el líquido extra. Por último, presiónala firmemente en la mezcla de pan rallado, girando y dando golpecitos para que se adhiera el recubrimiento por todos lados.
- Dóralas en la sartén:
- Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que brille pero sin que humee. Con cuidado, coloca el pollo empanizado sin sobrellenar la sartén. Cocina 3-4 minutos por cada lado hasta que estén bien doradas, ajustando el fuego si se doran demasiado rápido.
- Añade la mezcla de quesos:
- Pasa el pollo dorado a una fuente para horno. En un tazón pequeño, mezcla el parmesano restante, todo el mozzarella y el ajo picado. Distribuye esta mezcla de queso uniformemente sobre cada pechuga, creando una capa generosa que se derretirá formando una costra deliciosa.
- Hornea hasta que queden perfectas:
- Mete la fuente en el horno precalentado y hornea durante 20-25 minutos. El pollo está listo cuando el queso burbujea y se dora, y la temperatura interna alcanza los 165°F al medirla con un termómetro en la parte más gruesa.

Mi parte favorita de esta receta es sin duda la cobertura de queso. Descubrí que dejar que el queso se dore ligeramente en los bordes crea unos trocitos crujientes increíbles que todos se pelean en la mesa. La primera vez que preparé esto para mi suegra, me pidió la receta antes de terminar su plato!
Opciones para preparar con anticipación
Esta copia de la receta de Longhorn funciona genial para preparar comidas por adelantado. Puedes empanizar el pollo hasta con 24 horas de antelación y guardarlo tapado en la nevera. El pollo pre-empanizado desarrolla mejor sabor porque los condimentos tienen tiempo de penetrar en la carne. Cuando estés listo para cocinar, simplemente continúa con los pasos de dorado y horneado como se indica. Incluso puedes congelar el pollo empanizado crudo hasta por 3 meses. Descongélalo completamente en la nevera antes de cocinar para obtener mejores resultados.
Acompañamientos perfectos
El sabor rico y quesoso de este pollo parmesano pide guarniciones que equilibren su opulencia. Una simple ensalada de rúcula aliñada con zumo de limón y aceite de oliva corta perfectamente la riqueza. El puré de patatas con ajo asado es un excelente complemento para absorber cualquier queso que pueda escaparse al cortar. Para una experiencia completa al estilo Longhorn, sírvelo con su famoso pan y mantequilla de miel, que puedes recrear fácilmente en casa con panecillos calientes y mantequilla batida con un toque de miel.
Consejos para solucionar problemas
Si el empanizado tiende a desprenderse durante la cocción, prueba a refrigerar el pollo empanizado durante 30 minutos antes de dorarlo. Esto ayuda a que el recubrimiento se adhiera mejor a la carne. Otro problema común es el pollo poco hecho con exteriores perfectamente dorados. Usar un termómetro para carne elimina las conjeturas y garantiza la seguridad alimentaria. Para quienes cuidan las calorías, pueden hornear el pollo por completo en lugar de dorarlo primero en la sartén, aunque sacrificarás parte del color dorado y la textura que hace que este plato sea especial.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo logro que mi pollo quede jugoso por dentro y crujiente por fuera?
Para un pollo jugoso con exterior crujiente, asegúrate que tus pechugas tengan grosor uniforme (aplánalas si es necesario), no te saltes el paso inicial de dorar en sartén antes de hornear, y usa un termómetro de lectura instantánea para evitar sobrecocción. El pollo está perfecto a 74°C de temperatura interna.
- → ¿Puedo preparar este plato con anticipación?
¡Claro! Puedes empanar el pollo hasta 8 horas antes y guardarlo en la nevera. Para mejores resultados, haz el dorado inicial justo antes de hornear. También puedes cocinar el plato completo, refrigerarlo y recalentarlo en horno a 175°C hasta que esté caliente por completo.
- → ¿Qué guarniciones combinan mejor con este pollo parmesano?
Este pollo va genial con puré de papas al ajo, pasta con mantequilla, espárragos asados o una ensalada César fresca. Para una experiencia auténtica estilo Longhorn Steakhouse, sírvelo con arroz pilaf sazonado y brócoli al vapor.
- → ¿Puedo usar muslos de pollo en lugar de pechugas?
¡Sin duda! Los muslos de pollo deshuesados y sin piel funcionan maravillosamente en esta receta. Son naturalmente más jugosos que las pechugas, pero pueden necesitar un poco más de tiempo de cocción. Asegúrate que alcancen 74°C de temperatura interna antes de servir.
- → ¿Cómo puedo hacer este plato más saludable?
Para una versión más ligera, usa pan rallado integral, reduce el queso a la mitad o prueba con mozzarella parcialmente descremada. También puedes hornear el pollo completamente (sin freírlo) sobre una rejilla en una bandeja de hornear a 200°C durante unos 20 minutos antes de añadir la cobertura de queso.
- → ¿Por qué se desprende el empanizado durante la cocción?
Para evitar que el empanizado se caiga, asegúrate de secar bien el pollo antes de empezar, presiona firmemente el pan rallado sobre el pollo y deja reposar el pollo empanado en la nevera por 20-30 minutos antes de cocinarlo para que la cobertura se adhiera mejor.