
Este Pollo Cremoso al Parmesano Sureño combina filetes tiernos de pollo con una cobertura crujiente de parmesano y pasta bañada en una sedosa salsa cajún. El plato equilibra texturas crujientes con una indulgente cremosidad para una cena familiar reconfortante y especial.
Preparé este plato cuando mi hermana vino de visita, y desde entonces se ha convertido en nuestra comida especial de reencuentro. El contraste entre la cobertura crujiente de parmesano y la salsa cremosa crea un bocado inolvidable que hace que todos repitan.
Ingredientes
- 450 gramos de filetes de pollo: quedan jugosos y se cocinan rápido, lo que va genial con este plato
- 1 taza de pan rallado Panko: da un crujido que el pan rallado normal no puede lograr
- 1 1/2 tazas de queso parmesano rallado: úsalo recién rallado para mejor sabor
- 4 cucharadas de aceite de oliva: aporta riqueza y ayuda a conseguir esa costra dorada
- Sal kosher y pimienta negra: realza todos los sabores del plato
- 450 gramos de pasta corta: los macarrones o espirales van muy bien pues retienen la salsa
- 1 cebolla amarilla mediana: da una base dulce a la salsa
- 2 pimientos: añaden color y un toque dulce para balancear la riqueza
- 3 dientes de ajo: fundamentales para dar profundidad a la salsa cajún
- 3-4 cucharaditas de condimento cajún: el alma de este plato sureño, ajusta según prefieras
- Hojuelas de chile rojo: te permiten personalizar el nivel de picante
- 2 tazas de leche: forma la base de nuestra salsa sedosa
- 1/2 taza de crema o leche de coco enlatada: aporta una riqueza lujosa
- 2 onzas de queso crema: el ingrediente secreto que hace la salsa extra aterciopelada
- 2 cucharadas de perejil fresco picado: ilumina el plato con color y frescura
Instrucciones paso a paso
- Prepara la pasta:
- Hierve agua con abundante sal. Cocina la pasta según las instrucciones hasta que esté al dente. Normalmente toma entre 8 y 10 minutos, pero vigila porque la pasta pasada se volverá blanda en la salsa. Escurre bien pero no la enjuagues para que la salsa se pegue mejor.
- Empana el pollo:
- En un plato hondo mezcla el pan rallado Panko y 1/2 taza de parmesano hasta que quede uniforme. Toma cada filete y presiona firmemente en la mezcla, asegurando que ambos lados queden bien cubiertos. La presión es clave para que se adhiera bien. Reserva en un plato formando una sola capa.
- Crea la salsa cremosa cajún:
- Calienta 2 cucharadas de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que brille. Añade la cebolla picada y sofríe por 5 minutos hasta que esté transparente. Agrega los pimientos y el ajo, cocinando otros 5 minutos, removiendo de vez en cuando hasta que los pimientos estén blandos pero con textura. Espolvorea el condimento cajún, las hojuelas de chile, sal y pimienta, dejándolos tostar brevemente por 1 minuto para despertar sus aromas. Vierte la leche y la crema en un chorro lento mientras remueves constantemente. Añade el queso crema en trocitos pequeños, batiendo hasta que se integre sin grumos. Deja que la salsa hierva suavemente por 5-8 minutos hasta que cubra el dorso de una cuchara.
- Fríe el pollo:
- Mientras la salsa hierve, calienta las 2 cucharadas restantes de aceite en otra sartén grande a fuego medio-alto hasta que brille pero sin humear. Coloca con cuidado los filetes empanados en el aceite caliente sin amontonarlos. Cocina por 3-4 minutos por lado hasta que desarrollen una costra dorada y alcancen una temperatura interna de 74°C. Pasa a una tabla de cortar, sazona con una pizca de sal y corta en tiras finas a contrafibra.
- Combina pasta y salsa:
- Añade el resto del parmesano a la salsa, removiendo hasta que se derrita por completo. Incorpora suavemente la pasta escurrida, asegurando que cada trozo quede bien cubierto. Deja que todo se cocine junto a fuego bajo por 3-5 minutos para que la pasta absorba algo del sabor de la salsa. Retira del fuego y espolvorea con perejil fresco, mezclándolo para distribuirlo uniformemente.
- Sirve y disfruta:
- Sirve la pasta cremosa en platos calientes formando un nido para el pollo. Coloca las tiras de pollo encima, distribuyéndolas ligeramente. Sirve inmediatamente mientras todo está caliente y el pollo está en su punto más crujiente. Un último toque de parmesano nunca sobra.

Mi parte favorita de esta receta es el momento en que el queso crema se derrite en la salsa creando esa textura sedosa inconfundible. Aprendí esta técnica de mi abuela, quien siempre decía que un poco de queso crema era el secreto sureño para cualquier buena salsa. La primera vez que lo preparé para mi pareja, declaró que era "de calidad restaurante", que sigue siendo mi mejor cumplido culinario.
Consejos para preparar con antelación
Este plato funciona perfectamente para preparar con antelación si mantienes los componentes separados. La salsa desarrolla un sabor más profundo después de reposar toda la noche en el refrigerador. Guarda la salsa, la pasta y el pollo por separado, luego recalienta la salsa suavemente a fuego lento añadiendo un chorrito de leche si hace falta para aflojarla. Calienta la pasta sumergiéndola en agua caliente por 30 segundos y devuelve el crujiente al pollo en un horno caliente a 180°C durante unos 5 minutos.
Acompañantes ideales
Este Pollo Cremoso al Parmesano Sureño pide guarniciones frescas y sencillas que equilibren su riqueza. Una ensalada de rúcula aliñada con limón y aceite de oliva corta maravillosamente la salsa cremosa. Para una experiencia verdaderamente sureña, sirve junto a vegetales encurtidos como cebollas rojas o pepinillos dulces. Para beber, un Pinot Grigio fresco o una limonada ayudan a refrescar el paladar entre bocados.
Todo sobre el condimento cajún
El condimento cajún es el corazón y alma de este plato sureño. Aunque el comprado funciona perfectamente bien, hacer el tuyo propio permite un control preciso sobre el sabor y nivel de picante. El pimentón ahumado aporta profundidad mientras que el cayena determina el picor. La verdadera cocina cajún equilibra el calor con sabor, nunca dejando que el picante domine el plato. Tradicionalmente, el condimento cajún refleja la influencia francesa acadiana en la cocina de Luisiana, que se basa en sabores cuidadosamente superpuestos en lugar de un calor abrumador.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar pechugas de pollo en lugar de filetes?
¡Claro que sí! Puedes usar pechugas de pollo, pero tendrás que aplanarlas hasta un grosor uniforme (aproximadamente 1,5 cm) para que se cocinen parejo. También puedes cortar las pechugas grandes horizontalmente para crear tus propios filetes.
- → ¿Qué formas de pasta funcionan mejor con este plato?
Las pastas medianas que retienen bien la salsa cremosa son ideales, como los macarrones, fusilli, farfalle (lacitos) o rigatoni. Mejor no uses pastas largas como espaguetis porque los trocitos de la salsa no se adherirán tan bien.
- → ¿Puedo preparar este plato con antelación?
Puedes preparar los componentes por separado: cocina el pollo y refrigéralo, luego haz la pasta y la salsa (dejándolos ligeramente al dente). Al recalentar, calienta la pasta con un chorrito de leche para refrescar la salsa, y recalienta el pollo aparte en el horno para mantener su textura crujiente.
- → ¿Cuánto pica este plato con el condimento cajún?
El nivel de picante es moderado y fácil de ajustar. Para un sabor más suave, reduce el condimento cajún a 1-2 cucharaditas y omite los copos de chile. Para más picante, aumenta el condimento cajún hasta 5 cucharaditas y añade más chile.
- → ¿Con qué puedo sustituir la nata?
Como se indica en los ingredientes, la leche de coco enlatada funciona bien como sustituto de la nata. Otras alternativas incluyen la nata ligera (para una opción menos calórica) o una mezcla de leche entera y una cucharada de mantequilla derretida. Para una versión sin lácteos, usa leche de coco y alternativas vegetales al parmesano y queso crema.
- → ¿Qué guarniciones van bien con este plato?
Este plato combina de maravilla con verduras verdes simples como espárragos asados, brócoli al vapor o una ensalada fresca con vinagreta. El pan de ajo o una baguette crujiente también son excelentes para mojar en la salsa cremosa.