
Este pollo cremoso con arroz y parmesano es mi salvación cuando necesitamos comida reconfortante sin pasar toda la noche cocinando. La técnica de una sola olla logra que los sabores se mezclen maravillosamente mientras el arroz absorbe la esencia sabrosa del pollo, creando un plato digno de restaurante directamente en tu cocina.
Lo preparé por primera vez un domingo lluvioso cuando mi familia quería algo acogedor pero yo no deseaba pasar toda la tarde en la cocina. Ahora forma parte de nuestro menú regular, con mi hija pidiendo específicamente "esa cosa cremosa de pollo con arroz" al menos dos veces al mes.
Ingredientes
- Aceite de oliva: Crea la base perfecta para desarrollar sabor y ayuda a conseguir esa costra dorada en el pollo
- Pechugas de pollo sin piel ni hueso: Aportan proteína magra y se cocinan rápido busca trozos de tamaño similar para una cocción uniforme
- Sal, pimienta negra, ajo en polvo, cebolla en polvo y tomillo seco: Forman una mezcla perfecta que sazona tanto el pollo como el arroz
- Arroz blanco de grano largo: Se mantiene esponjoso y separado cuando se cocina bien elige una marca de calidad para mejores resultados
- Caldo de pollo: Infunde el arroz con sabor salado usa bajo en sodio si cuidas tu consumo de sal
- Crema para batir: Transforma el plato en algo especial añadiendo una riqueza lujosa
- Queso parmesano: Crea un sabor complejo y a nuez que eleva todo el plato funciona mejor recién rallado
- Guisantes congelados: Añaden color, nutrición y un toque de dulzura no hace falta descongelarlos
Instrucciones paso a paso
- Dora el pollo:
- Calienta el aceite hasta que brille pero sin humear. Sazona bien las pechugas por ambos lados y colócalas en la sartén caliente, dejando que desarrollen una costra dorada profunda antes de voltearlas. Este sellado inicial atrapa los jugos y crea compuestos de sabor que sazonarán todo el plato.
- Reposa el pollo:
- Pasa el pollo cocinado a un plato y cúbrelo con papel aluminio. Este periodo de reposo permite que los jugos se redistribuyan por toda la carne asegurando ternura mientras preparas la base de arroz.
- Tuesta el arroz:
- Añade el arroz directamente a la sartén llena de sabor y remueve continuamente durante unos dos minutos. Este paso crucial de tostado desarrolla un sabor a nuez y ayuda a cada grano a mantener su integridad durante la cocción evitando que quede pastoso.
- Cocina a fuego lento:
- Vierte el caldo de pollo rascando cualquier trozo dorado del fondo de la sartén ya que contienen sabor concentrado. Tapa bien y mantén un hervor suave permitiendo que el arroz absorba el líquido gradualmente hasta que esté tierno.
- Crea cremosidad:
- Incorpora la crema y el parmesano en el arroz caliente removiendo hasta formar una salsa sedosa. El calor residual derrite el queso mientras la crema añade una textura lujosa que cubre cada grano.
- Reincorpora el pollo:
- Devuelve el pollo en rodajas a la sartén, acomodando los trozos en el arroz cremoso. La breve cocción final permite que los sabores se mezclen mientras calienta suavemente el pollo sin sobrecocinarlo.

El queso parmesano es verdaderamente el ingrediente mágico aquí. Lo descubrí después de probar la receta con varios quesos una noche que solo tenía parmesano a mano y la profundidad que añadió fue notable. Ahora mi cocina siempre tiene un trozo de buen parmesano listo para rallar directamente en platos como este.
Preparación anticipada
Este plato mantiene su calidad sorprendentemente bien cuando se prepara con antelación. Cocina la receta completamente, déjala enfriar y refrigérala en un recipiente hermético hasta por tres días. Al recalentar, añade un chorrito de caldo o leche para restaurar la cremosidad y calienta suavemente a fuego lento, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue. Los sabores en realidad se desarrollan más después de un día, haciéndolo perfecto para preparar comidas anticipadas.
Sustituciones fáciles
La fórmula básica permite incontables variaciones según lo que tengas disponible. Los muslos de pollo ofrecen más riqueza y perdonan si se cocinan un poco más. El arroz arborio crea una consistencia más parecida al risotto mientras que el arroz integral añade sabor a nuez y fibra, solo ajusta el tiempo de cocción. Para las verduras, considera espinacas, espárragos o pequeños floretes de brócoli en lugar de guisantes. Cuando no hay crema disponible, sustituye con leche evaporada mezclada con un poco de mantequilla.
Sugerencias para servir
Yo sirvo este plato con una simple ensalada de rúcula aliñada con zumo de limón y aceite de oliva, cuyo frescor contrarresta perfectamente la riqueza cremosa. Para una comida más sustanciosa, pan crujiente caliente con mantequilla de ajo es un excelente acompañante. Un vino blanco seco como Pinot Grigio o Chardonnay sin roble complementa el perfil cremoso mientras corta la riqueza.

Origen y variaciones
Este plato reconfortante se inspira en la cocina francesa clásica, donde combinar aves con arroz en preparaciones cremosas se ha perfeccionado durante generaciones. En el norte de Italia, platos similares incorporan quesos locales y verduras de temporada, creando especialidades regionales que varían de casa en casa. Mi versión equilibra la conveniencia con el sabor auténtico, estableciendo su propio lugar en la tradición culinaria de mi familia.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar muslos de pollo en vez de pechugas?
Claro, los muslos de pollo sin hueso quedan fantásticos en este plato y muchas veces dan más sabor y jugosidad. Normalmente necesitan el mismo tiempo de cocción que las pechugas, pero usa un termómetro de carne para asegurarte que alcanzan 74°C de temperatura interna.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de crema espesa?
Para una versión más ligera, puedes usar media crema, leche entera o incluso leche evaporada. La salsa no será tan rica pero seguirá estando buenísima. Alternativas sin lácteos como crema de coco sin azúcar también funcionan, aunque añadirán un sabor sutil.
- → ¿Puedo usar arroz integral en vez de arroz blanco?
El arroz integral necesita mucho más tiempo de cocción y líquido. Si usas arroz integral, añade una taza extra de caldo y espera cocinarlo por 35-40 minutos antes de agregar la crema y el queso. Tal vez necesites cocinar el pollo aparte y añadirlo al final.
- → ¿Cómo guardo y recaliento las sobras?
Guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 3 días. Recalienta en un sartén tapado a fuego medio-bajo con un chorrito de caldo o leche para recuperar la cremosidad. Recalentar en microondas también sirve, pero revuelve a la mitad y añade un poco de líquido para evitar que se seque.
- → ¿Qué verduras puedo añadir además de guisantes?
¡Este plato es muy versátil! Prueba añadir espinacas, floretes de brócoli, trozos de espárragos, pimientos o champiñones. Las verduras más duras deben saltearse antes de añadir el arroz, mientras que las hojas tiernas pueden mezclarse durante los últimos minutos de cocción.
- → ¿Este plato es libre de gluten?
La receta básica es naturalmente libre de gluten, pero siempre revisa tu caldo de pollo ya que algunas marcas pueden contener gluten. Asegúrate que todas las especias y condimentos sean puros sin agentes antiaglomerantes o aditivos que puedan contener gluten.