
Esta receta de milanesa de pollo con albahaca al estilo italiano convierte pechugas comunes en un plato digno de restaurante con capas de sabor. La cobertura crujiente de parmesano y albahaca va perfectamente con la mozzarella derretida y la salsa marinara, creando una comida que parece elaborada pero se prepara fácilmente en noches ocupadas.
Encontré esta receta durante una clase de cocina en Florencia, y se ha vuelto mi favorita para reuniones. La mezcla de albahaca fresca y dos tipos de queso siempre impresiona a mis invitados, pero es tan sencilla que puedo prepararla mientras charlo con ellos.
Ingredientes
- Pechugas de pollo deshuesadas: cortadas horizontalmente crean filetes delgados que se cocinan rápido y parejo
- Harina común: forma la primera capa para lograr una textura crujiente perfecta
- Mezcla de huevos y leche: ayuda a que el pan rallado se pegue bien al pollo
- Pan rallado: combinado con queso parmesano crea el exterior crujiente ideal
- Albahaca fresca: mezclada con el pan rallado le da un aroma delicioso a la cobertura
- Salsa marinara: aporta humedad y sabor a tomate que complementa el pollo
- Queso mozzarella: crea esa irresistible capa derretida que une todos los sabores
- Aceite de oliva: con sus notas afrutadas es ideal para freír las milanesas
Instrucciones paso a paso
- Prepara tu espacio:
- Coloca tres platos hondos en secuencia para el rebozado: mezcla de harina en el primero, huevo batido en el segundo, y mezcla de pan rallado en el tercero. Esto crea una línea eficiente para rebozar el pollo.
- Prepara el pollo:
- Corta las pechugas horizontalmente con un cuchillo afilado para crear filetes más delgados. Lo importante es mantenerlos de un grosor uniforme, como de 0.6 cm, para una cocción perfecta. Quita cualquier exceso de grasa para mejorar la textura y sabor.
- Prepara los rebozados:
- Mezcla la harina con sal y pimienta en el primer plato. En el segundo, bate los huevos con leche hasta combinar por completo. Para el tercer plato, mezcla bien el pan rallado, parmesano rallado y albahaca picada, usando tus dedos para distribuir la albahaca uniformemente.
- Reboza los filetes:
- Pasa cada trozo de pollo por la harina, sacudiendo el exceso. Luego, sumerge en la mezcla de huevo, dejando escurrir lo que sobre. Finalmente, presiona firmemente en la mezcla de pan rallado por ambos lados, asegurando una cobertura completa y presionando suavemente para que se adhiera.
- Fríe hasta dorar:
- Calienta aceite de oliva en una sartén hasta que brille pero sin humear. Coloca los filetes rebozados con cuidado en el aceite caliente sin sobrecargar la sartén. Cocina hasta que estén bien dorados, unos 3-4 minutos por lado, ajustando el fuego si se doran demasiado rápido.
- Prepara la cobertura:
- Transfiere los filetes dorados a una bandeja para horno. Cubre cada pieza con salsa marinara, cubriendo aproximadamente dos tercios de la superficie. Espolvorea generosamente con mozzarella rallada, asegurando una cobertura pareja para lograr ese efecto de queso estirado.
- Hornea hasta que burbujee:
- Coloca en el horno precalentado hasta que el queso se derrita por completo y comience a burbujear y dorarse ligeramente en los bordes, unos 5-7 minutos. Vigila para evitar que el queso se queme.
- Reposa antes de servir:
- Deja reposar los filetes por 3-5 minutos después de sacarlos del horno. Esto ayuda a que los jugos se redistribuyan por toda la carne para máxima suavidad.

Debes saber
La albahaca fresca en esta receta marca toda la diferencia. Una vez la hice con albahaca seca porque pensé que serviría en un apuro, y mi esposo notó inmediatamente que faltaba algo. El aroma de la albahaca fresca impregna el rebozado y crea ese auténtico sabor italiano que las hierbas secas simplemente no pueden reproducir.
Opciones para preparar con anticipación
Puedes rebozar los filetes de pollo hasta con 8 horas de antelación y guardarlos en el refrigerador sobre una rejilla encima de una bandeja. Esto permite que el aire circule alrededor de los filetes, evitando que se pongan blandos. Cuando estés listo para cocinar, simplemente sigue la receta desde el paso de freír.
Para noches ocupadas entre semana, también puedes cocinar completamente los filetes, añadir salsa y queso, y luego refrigerar hasta por 2 días. Cuando quieras servirlos, hornea a 175°C durante unos 15 minutos hasta que estén calientes y el queso se derrita.
Combinaciones perfectas
Estas milanesas de pollo italianas brillan junto a una simple ensalada de rúcula aliñada con jugo de limón y aceite de oliva. Las hojas picantes y la acidez contrastan con la riqueza del pollo. Para una comida más contundente, sírvelas sobre espaguetis o con puré de papas al ajo para absorber la salsa extra.
Si las sirves para invitados, considera empezar con una tabla de antipasto y terminar con un postre ligero como panna cotta. Un vino blanco italiano fresco como Pinot Grigio o Vermentino complementa los sabores sin abrumarlos.

Ideas para personalizar
Esta receta sirve como base maravillosa para variaciones. Prueba añadiendo una capa de prosciutto bajo el queso para darle un toque más salado, o mezcla hierbas como orégano, tomillo o romero en el pan rallado para diferentes perfiles de sabor. Para una versión más picante, añade chile en hojuelas a la salsa marinara.
Para restricciones dietéticas, el pan rallado puede reemplazarse con alternativas sin gluten o incluso chicharrones triturados para una opción baja en carbohidratos. El queso puede omitirse o sustituirse por versiones sin lácteos si es necesario.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo puedo hacer estos filetes de pollo más saludables?
Para una versión más ligera, usa pan rallado integral y hornea los filetes después de empanarlos en vez de freírlos. También puedes usar mozzarella parcialmente descremada y menos parmesano para reducir el contenido de grasa sin perder sabor.
- → ¿Puedo preparar estos filetes de pollo con anticipación?
¡Claro! Puedes empanar los filetes hasta un día antes y guardarlos en la nevera, separados con papel de hornear. Para mejores resultados, cocínalos frescos cuando vayas a servirlos. También puedes cocinarlos completamente, dejar que se enfríen y refrigerarlos por 1-2 días, recalentándolos en horno a 180°C hasta que estén calientes.
- → ¿Qué puedo servir con estos filetes de pollo italiano?
Estos filetes van de maravilla con pasta aliñada con aceite de oliva o más salsa marinara. Una sencilla ensalada de rúcula con vinagreta de limón queda perfecta como acompañamiento, igual que verduras asadas o pan de ajo para completar la comida de inspiración italiana.
- → ¿Cómo sé cuando los filetes están bien cocinados?
Los filetes deben estar dorados por fuera después de freírlos 3-4 minutos por cada lado. Para asegurarte de que están bien hechos, la temperatura interna debe llegar a 74°C. Si no tienes termómetro, corta la parte más gruesa - la carne debe estar blanca por completo sin rastros de rosa.
- → ¿Puedo usar albahaca seca en lugar de fresca?
Aunque la albahaca fresca da mejor sabor, puedes usar albahaca seca si es necesario. Usa como 1-2 cucharadas de albahaca seca en vez de 1/4 taza de fresca. Para mejor sabor con hierbas secas, mézclalas con el pan rallado y déjalas reposar unos minutos antes de empanar el pollo para que los sabores se mezclen bien.
- → ¿Qué tan delgados deben ser los filetes de pollo?
Al cortar las pechugas horizontalmente, busca que los filetes queden como de 0.5 a 1 cm de grosor. Un grosor uniforme garantiza una cocción pareja. Si todavía están muy gruesos después de cortarlos, puedes golpearlos suavemente con un mazo de carne entre capas de papel film hasta lograr el grosor deseado.