
Este plato de trocitos de carne con mantequilla de ajo y pasta Alfredo estilo Cajún transforma ingredientes cotidianos en un banquete digno de restaurante que impresionará hasta a los comensales más exigentes. La pasta cremosa y suave crea el escenario perfecto para los trozos de carne perfectamente sellados e impregnados con mantequilla de ajo, creando una sinfonía de sabores que bailan en tu paladar.
Inventé este plato cuando mis suegros me visitaron sin avisar y necesitaba preparar algo especial con lo que tenía a mano. La combinación fue tan exitosa que ahora es nuestra comida favorita para ocasiones especiales cuando queremos sentir que estamos en un asador sin salir de casa.
Ingredientes
- 700 gramos de bistec: Cortado en cubitos. Elige un corte bien veteado para mejor sabor y suavidad.
- 3 cucharadas de aceite de oliva: Usa uno bueno que aguante altas temperaturas.
- 4 cucharadas de mantequilla: Sin sal para controlar mejor el sazonado.
- 4 dientes de ajo: Picados. Frescos para un sabor más intenso.
- 1 cucharadita de ajo en polvo: Da profundidad más allá del ajo fresco.
- 1 cucharadita de pimentón ahumado: Aporta un toque ahumado que realza la carne.
- Sal y pimienta negra recién molida: Al gusto. La sal kosher va genial con la carne.
- 1/2 cucharadita de hojuelas de chile (opcional): Para picor. Da un calorcito agradable de fondo.
- 340 gramos de pasta en espiral: Rotini o fusilli recomendados. Sus surcos atrapan más salsa.
- 1 taza de nata para cocinar: La versión completa crea una textura más sedosa.
- 1/2 taza de queso parmesano recién rallado: Siempre rállalo tú mismo para que se derrita mejor.
- 2 cucharadas de condimento Cajún: Busca uno sin sal añadida para mejor control.
- 1 cucharadita de ajo en polvo: Crea profundidad de sabor en la salsa.
- 1 cucharada de mantequilla: Añade riqueza y ayuda a que la salsa se pegue a la pasta.
- Sal y pimienta negra recién molida: Prueba antes de añadir más.
- Perejil fresco: Picado. Ilumina los sabores intensos con color y frescura.
- Extra de queso parmesano rallado (opcional): Porque nunca sobra más queso.
Instrucciones paso a paso
- Cocina la pasta:
- Hierve agua con bastante sal en una olla grande. Cocina la pasta en espiral hasta que esté al dente según las instrucciones del paquete. Debe tener una ligera firmeza al morderla. Antes de escurrir, guarda 1/2 taza del agua de cocción para ajustar la consistencia de la salsa después. Escurre la pasta pero no la enjuagues para conservar el almidón que ayuda a que se pegue la salsa.
- Prepara y sazona la carne:
- Seca bien los cubitos de carne con papel de cocina para asegurar un buen sellado. La humedad es enemiga del dorado. Sazona generosamente con sal, pimienta, ajo en polvo y pimentón ahumado, mezclando bien para cubrir todos los lados. Esta capa uniforme crea una costra sabrosa durante la cocción.
- Sella la carne:
- Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que brille pero sin humear. Trabajando por tandas, coloca los cubitos de carne en una sola capa sin amontonarlos. Déjalos cocinar sin moverlos durante 1 o 2 minutos para desarrollar una costra dorada antes de voltearlos con pinzas para sellar todos los lados, unos 3 a 4 minutos en total para un término medio. Transfiere la carne sellada a un plato y cúbrela ligeramente con papel aluminio para mantenerla caliente mientras conservas los jugos.
- Crea la base de mantequilla de ajo:
- Baja el fuego a medio y añade mantequilla a la misma sartén con todos esos trocitos dorados de la carne. Una vez derretida, añade el ajo picado y saltea por 1 a 2 minutos hasta que esté fragante y ligeramente dorado. Vigila con cuidado ya que el ajo se quema rápido, lo que crearía sabores amargos. Añade las hojuelas de chile en este momento si quieres para infundir la mantequilla con un calor suave.
- Prepara la salsa Alfredo Cajún:
- Vierte la nata en la mezcla de mantequilla de ajo, raspando todos los trocitos dorados del fondo de la sartén. Estos trocitos contienen sabor concentrado. Añade el condimento Cajún, ajo en polvo, sal y pimienta, luego lleva a un hervor suave por 3 a 4 minutos hasta que espese ligeramente. Baja el fuego y añade gradualmente el queso parmesano mezclando hasta que esté completamente derretido y suave. La adición gradual evita grumos.
- Combina pasta y salsa:
- Añade la pasta escurrida directamente a la sartén con la salsa Alfredo Cajún. Mezcla bien para cubrir cada trozo con la cremosa salsa. Si la salsa parece demasiado espesa, añade el agua reservada de la pasta cucharada por cucharada hasta alcanzar la consistencia deseada. El agua con almidón ayuda a emulsionar y extender la salsa sin diluir el sabor.
- Incorpora la carne:
- Añade suavemente los trocitos de carne sellada y cualquier jugo acumulado a la mezcla de pasta. Revuelve con cuidado para combinar todo sin romper la pasta o dañar la carne. Deja que la carne se caliente en la pasta caliente por 1 a 2 minutos, teniendo cuidado de no sobrecocinarla para que no se ponga dura.
- Sirve y decora:
- Transfiere el plato terminado a una fuente grande o platos individuales mientras está caliente. Espolvorea generosamente con perejil fresco picado para dar color, frescura y atractivo visual. Ofrece parmesano adicional en la mesa para quienes deseen más queso. Sirve inmediatamente mientras está caliente.

Mi parte favorita de esta receta es cómo los jugos de la carne se mezclan con la salsa Alfredo, creando una profundidad de sabor que simplemente no puedes conseguir de un frasco. La primera vez que preparé esto para mi esposo, se quedó callado a media mordida, lo que si lo conoces, significa que la comida está absolutamente extraordinaria. Ahora cuando ve bistec en oferta en el mercado, me da esa mirada que solo significa una cosa: se acerca la noche de pasta con carne estilo Cajún.
El arte de los trocitos de carne perfectos
El secreto para lograr trocitos de carne con calidad de restaurante está en dos pasos críticos. Primero, seca completamente tu carne antes de sazonarla. La humedad superficial crea vapor durante la cocción, impidiendo esa hermosa costra dorada que aporta máximo sabor. Segundo, resiste la tentación de amontonar en la sartén o mover constantemente la carne. Da a cada trozo espacio y tiempo para desarrollar una costra antes de voltearlo. Esta paciencia te recompensa con trozos de carne crujientes por fuera y jugosos por dentro, no grises y gomosos.
Hazlo a tu manera
Esta versátil receta acepta personalizaciones para adaptarse a tus preferencias. Para una versión más ligera, sustituye la nata por leche evaporada y usa menos mantequilla. Si prefieres más picante, aumenta el condimento Cajún o añade jalapeños en rodajas a la salsa. Los amantes de las verduras pueden agregar pimientos, champiñones o espinacas salteadas a la salsa Alfredo. Para fans del marisco, cambia la carne por gambas o vieiras, ajustando el tiempo de cocción. La pasta puede cambiarse por fideos de calabacín para una opción baja en carbohidratos.
Combinaciones perfectas
Este plato rico y satisfactorio combina maravillosamente con guarniciones sencillas que equilibran su opulencia. Una ensalada fresca con vinagreta corta perfectamente la riqueza. El pan de ajo, aunque indulgente, ofrece el vehículo perfecto para absorber cualquier salsa restante. Para los amantes del vino, un tinto medio como Merlot o Zinfandel complementa la carne, mientras un Chardonnay mantecoso armoniza con la pasta cremosa. Para una ocasión especial, considera empezar con un aperitivo ligero como bruschetta para preparar el paladar para el plato principal.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué corte de carne va mejor con este plato?
El solomillo es lo que más te recomiendo porque tiene buen equilibrio entre suavidad y sabor, además no es tan caro. Pero también puedes usar costilla para más sabor, lomo para extrema suavidad, o entrecot como alternativa. Lo importante es cortar la carne en trozos uniformes y no pasarte de cocción.
- → ¿Qué tan picante es la salsa Alfredo Cajun?
El nivel de picante es moderado con 2 cucharadas de condimento Cajun, dando sabor sin ser abrumador. Puedes ajustar fácilmente reduciendo a 1 cucharada para un sabor más suave o añadiendo las hojuelas de chile opcional para más calor. Recuerda que los condimentos Cajun comerciales varían en picor, así que prueba mientras cocinas.
- → ¿Puedo preparar este plato con anticipación?
Aunque sabe mejor recién hecho, puedes preparar los componentes por separado. Cocina los trozos de carne y guárdalos aparte de la pasta y la salsa. Cuando vayas a servir, calienta la pasta con un chorrito de nata a fuego lento, luego añade la carne solo hasta que se caliente. Esto evita que la carne se cocine demasiado al recalentar.
- → ¿Qué acompañamientos van bien con este plato?
Este plato principal se combina genial con acompañamientos ligeros como una ensalada verde sencilla con vinagreta, espárragos asados, o pan de ajo para mojar la deliciosa salsa. Un vegetal ligero como espinacas salteadas o brócoli al vapor da un buen contraste de color y equilibra la riqueza del plato.
- → ¿Puedo sustituir la nata por algo más ligero?
Aunque la nata da la textura más rica, puedes usar mitad nata y mitad leche para una versión más ligera. Para una alternativa sin lácteos, la leche de coco entera funciona sorprendentemente bien con los sabores Cajun. Evita la leche normal porque no dará el espesor necesario para la salsa.
- → ¿Cómo evito que la salsa Alfredo se corte o separe?
Para mantener una salsa suave, cocina a fuego lento y no la hiervas después de añadir el queso. Agrega el parmesano poco a poco mientras la nata está caliente pero no hirviendo. Si la salsa parece que empieza a separarse, quítala del fuego inmediatamente y bate con fuerza o añade un chorrito del agua de la pasta reservada para ayudar a emulsionar de nuevo.