
Este sartén de bistec, queso y arroz ha salvado mis cenas entre semana muchísimas veces cuando necesito algo sustancioso, reconfortante y listo con poco esfuerzo. La mezcla de trozos de bistec tiernos, arroz esponjoso y queso derretido crea una obra maestra de comida casera que agrada tanto a adultos como a los más exigentes.
Inventé este plato durante una semana particularmente ocupada cuando necesitaba algo abundante pero rápido. Mi familia inmediatamente lo declaró ganador, y ahora aparece en nuestra mesa al menos dos veces al mes cuando queremos algo reconfortante pero no tenemos ganas de cocinar algo complicado.
Ingredientes
- 450 gramos de bistec cortado en trocitos: Elige solomillo o costilla para mayor suavidad, aunque cortes más económicos también funcionan bien si los cortas contra la fibra
- 1 cucharada de aceite de oliva: Usa uno de buena calidad con punto de humo alto para mejor dorado
- 1 cebolla mediana picada: Las cebollas amarillas o blancas dan mejor sabor base
- 2 dientes de ajo picados: El ajo fresco es imprescindible para un sabor auténtico
- 1 taza de arroz de grano largo crudo: Las variedades de grano largo quedan sueltas y esponjosas en este plato
- 2 tazas de caldo de res: Da más sabor que el agua, preferiblemente bajo en sodio para controlar la sal
- 1 taza de queso cheddar rallado: El rallado fresco se derrite mejor que el empaquetado
- Sal al gusto: La sal kosher se distribuye más uniformemente
- Pimienta al gusto: Recién molida aporta mejor sabor
- 1 cucharadita de tomillo seco: Añade una nota herbal terrosa que complementa perfectamente la carne
- 1 cucharadita de pimentón: Aporta un toque cálido sutil y color
- 2 cucharadas de perejil fresco picado: Añade frescura y un toque de color
Instrucciones paso a paso
- Dorar la carne:
- Calienta aceite de oliva en un sartén grande a fuego medio-alto hasta que brille pero no humee. Añade los trozos de carne sin amontonarlos, trabajando en tandas si es necesario. Déjalos cocinar sin moverlos unos 2 minutos por lado hasta que estén bien dorados. La meta es conseguir un buen sellado, no cocinarlos completamente. Retíralos a un plato y reserva.
- Crear la base de sabor:
- Añade la cebolla picada al mismo sartén aprovechando todos esos sabrosos trocitos dorados de la carne. Cocina unos 5 minutos hasta que la cebolla se ablande y transparente, rascando el fondo para incorporar el sabor. Agrega el ajo picado y cocina solo hasta que suelte su aroma, unos 60 segundos, con cuidado de que no se queme.
- Cocinar el arroz:
- Agrega el arroz crudo al sartén y remueve 30 segundos para tostarlo ligeramente. Vierte el caldo de res y añade el tomillo seco y el pimentón, removiendo para mezclar. Lleva a ebullición y baja inmediatamente el fuego. Tapa con una tapa que ajuste bien y cocina a fuego lento sin molestar durante 15 a 20 minutos hasta que el arroz esté tierno y el líquido absorbido.
- Combinar y terminar:
- Devuelve los trozos de carne sellados al sartén, mezclándolos suavemente con el arroz. Espolvorea el queso rallado uniformemente por encima y remueve hasta que se derrita por todo el plato. El calor residual calentará la carne a la perfección sin sobrecocinarla. Sazona con sal y pimienta al gusto y finaliza con un generoso espolvoreado de perejil fresco.

El secreto del éxito de este plato está en la carne perfectamente sellada. Aprendí tras muchos intentos que la paciencia durante el sellado inicial da grandes dividendos en sabor. Mi abuelo, que era ganadero, siempre decía que el sonido de la carne al tocar un sartén caliente debería cantarte, y tenía razón. Ese chisporroteo crea la base para todo el plato.
Consejos para preparar con antelación
Este plato en realidad mejora con el tiempo a medida que los sabores se fusionan. Puedes prepararlo hasta con tres días de antelación y guardarlo en la nevera en un recipiente hermético. Para recalentar, añade un chorrito de caldo de res o agua para evitar que se seque y calienta suavemente en la estufa o microondas hasta que esté bien caliente. La textura se mantiene sorprendentemente buena en comparación con muchas comidas preparadas con antelación, lo que lo hace perfecto para noches ocupadas.
Variaciones sabrosas
La estructura básica de esta receta invita a infinitas personalizaciones. Cambia la ternera por pavo picado o muslos de pollo para una opción más ligera. Para aumentar las verduras, añade pimientos troceados, champiñones o guisantes congelados durante los últimos minutos de cocción. Puedes transformar el perfil de sabor por completo usando diferentes combinaciones de especias: leche de coco en lugar de caldo más curry crea una cena completamente diferente pero igual de deliciosa.

Sugerencias para acompañar
Esta contundente comida en un solo sartén queda maravillosa por sí sola, pero una simple ensalada con vinagreta aporta frescura y contraste bienvenidos. Para una presentación más sustanciosa, brócoli asado o judías verdes complementan los sabores intensos sin competir. Un vino tinto audaz como Cabernet Sauvignon o Malbec hace el maridaje perfecto para adultos, mientras que los niños podrían disfrutar de una limonada casera para contrarrestar la riqueza del plato.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar otro tipo de carne en este plato de sartén?
¡Claro que sí! Este plato es muy adaptable. La carne molida o el pollo funcionan perfectamente como alternativas a la carne en trozos. Solo ajusta los tiempos de cocción ya que las carnes molidas se cocinan más rápido que los trozos de carne. Para una versión vegetariana, podrías sustituir con alternativas vegetales a la carne o añadir más verduras como champiñones para una textura carnosa.
- → ¿Qué verduras puedo añadir a esta comida de sartén?
Pimientos, champiñones, guisantes, maíz o calabacín en cubitos son excelentes adiciones. Agrega verduras más firmes como pimientos o champiñones cuando cocines las cebollas. Para verduras de cocción más rápida como guisantes o maíz, mézclalas durante los últimos 5 minutos de cocción del arroz. Es una forma estupenda de incorporar más nutrientes y dar color a tu plato.
- → ¿Puedo usar un tipo diferente de arroz?
El arroz blanco de grano largo funciona mejor para los tiempos en esta receta. Si prefieres arroz integral, necesitarás aumentar el tiempo de cocción unos 15-20 minutos y quizás añadir media taza más de líquido. Para arroz arborio o de grano corto, reduce el líquido ligeramente ya que estas variedades absorben menos. No se recomienda arroz instantáneo pues quedaría pastoso con este método de cocción.
- → ¿Cómo guardo las sobras de este plato?
Deja que el sartén se enfríe por completo, luego pasa las sobras a un recipiente hermético y refrigera hasta 3-4 días. Para recalentar, añade un chorrito de agua o caldo para evitar que se seque, luego calienta en microondas hasta que esté bien caliente. También puedes congelar porciones hasta 2 meses - descongela en la nevera durante la noche antes de recalentar.
- → ¿Qué puedo servir con este sartén de carne y arroz?
Esta comida ya viene equilibrada con proteínas, carbohidratos y lácteos, pero combina de maravilla con una simple ensalada verde, brócoli al vapor o espárragos asados para añadir verduras. Un pan crujiente también va perfecto para mojar en la salsa restante. Para una comida más ligera, considera servir porciones más pequeñas junto a una sopa de verduras.
- → ¿Puedo hacer este plato más picante?
¡Por supuesto! Añade hojuelas de chile o un jalapeño picado con las cebollas y el ajo para un picor uniforme. Salsa picante, pimienta cayena o pimentón picante también pueden usarse para aumentar el nivel de picante. Para un enfoque más suave pero con complejidad de sabor, prueba añadir un chile poblano en cubitos o una pizca de polvo de chipotle.