
Esta receta de albóndigas griegas mezcla hierbas aromáticas mediterráneas y especias con ternera jugosa, todo coronado con una refrescante salsa tzatziki casera. La mezcla logra un equilibrio perfecto de sabores que te transporta directamente a una taberna griega junto al mar sin salir de tu cocina.
Preparé estas albóndigas por primera vez para una cena donde buscaba algo más allá del estilo italiano típico. Cuando mis invitados las probaron, la habitación quedó en silencio excepto por murmullos de satisfacción. Ahora son mi opción favorita tanto para cenas familiares como para reuniones.
Ingredientes
- Carne picada: La base de nuestras albóndigas. Elige carne con algo de grasa, un 85/15 es perfecto para mantenerlas jugosas sin que queden demasiado grasientas.
- Pan rallado tipo panko: Este pan rallado japonés mantiene las albóndigas ligeras y tiernas. Absorbe la humedad sin volverse pesado como el pan rallado tradicional.
- Hierbas frescas y aromáticos: Perejil, cebolla, ajo y ralladura de limón aportan frescura y profundidad. Usa siempre frescos cuando puedas ya que dan mucho más sabor.
- Mezcla de especias mediterráneas: Orégano, cilantro, comino y canela crean un auténtico perfil de sabor griego. Tuesta brevemente tus especias antes de añadirlas para realzar su aroma.
- Queso feta: Añade salinidad y cremosidad a las albóndigas. Busca feta griego tradicional de leche de oveja para el sabor más auténtico.
- Yogur griego: La base de nuestro tzatziki debe ser yogur griego espeso, con toda su grasa para el sabor y textura más ricos.
- Pepino: Aporta frescura y crujido a la salsa. Los pepinos ingleses o persas funcionan mejor ya que tienen menos semillas y menos agua.
Instrucciones paso a paso
- Prepara el horno y la bandeja:
- Calienta tu horno a 230°C, una temperatura que parece alta pero este calor intenso y rápido ayuda a sellar los jugos mientras crea un exterior dorado hermoso. Forra tu bandeja con papel para hornear o aluminio para facilitar la limpieza y rocía con una capa fina de aceite para evitar que se peguen.
- Crea la base de sabor:
- En un bowl grande mezcla todos los ingredientes excepto la carne. Esto asegura una distribución uniforme de hierbas, especias y aromáticos en tus albóndigas. El zumo y la ralladura de limón son particularmente importantes ya que iluminan todo el plato.
- Mezcla y forma las albóndigas:
- Añade la carne picada a tu base de sabor y mezcla suavemente con las manos. Si trabajas demasiado la carne resultará en albóndigas duras, así que mezcla solo hasta combinar. Forma porciones del tamaño de una cucharada que se cocinan rápida y uniformemente. Mantener tus manos ligeramente mojadas evita que la mezcla se pegue.
- Hornea a la perfección:
- Coloca tus albóndigas en la bandeja preparada asegurándote de dejar un poco de espacio entre cada una. Píntalas con aceite de oliva para que se doren bonito. Hornea durante 10 a 12 minutos en la rejilla central hasta que la temperatura interna alcance los 70°C.
- Prepara el tzatziki:
- Mientras las albóndigas se hornean, combina todos los ingredientes de la salsa en un bowl mediano. La clave está en escurrir bien el pepino exprimiéndolo en un paño limpio de cocina o usando un colador fino. Esto evita que el tzatziki quede aguado.
- Sirve y disfruta:
- Saca las albóndigas del horno y déjalas reposar 2 minutos antes de servir. Esto permite que los jugos se redistribuyan por toda la carne. Sirve junto con el tzatziki fresco y cremoso para mojar o rociar.

La primera vez que hice estas albóndigas dudaba sobre añadir canela, pero esa cantidad mínima crea el perfil de sabor griego más auténtico. Mi abuela, que creció en un barrio griego, me contó que es el ingrediente secreto que separa las albóndigas comunes de las extraordinarias. Solo su aroma me transporta a las reuniones familiares donde la comida siempre era el centro de atención.
Opciones para preparar con antelación
Estas albóndigas son perfectas para preparar con antelación. Puedes preparar la mezcla de carne hasta un día antes y guardarla tapada en la nevera. También puedes formar las albóndigas y congelarlas crudas en una bandeja, luego transferirlas a una bolsa de congelación una vez sólidas. Cuando vayas a cocinarlas, solo añade 3 a 5 minutos al tiempo de horneado. El tzatziki en realidad mejora después de reposar en la nevera unas horas, permitiendo que los sabores se mezclen.

Sugerencias para servir
Aunque son deliciosas por sí solas, estas albóndigas se transforman en una comida completa cuando se sirven con pan de pita caliente, una ensalada griega fresca y quizás arroz con limón o patatas asadas. Para una fiesta, crea una barra de albóndigas con tzatziki, hummus, pan plano caliente y varios toppings como tomates picados, aceitunas y cebolla roja en rodajas finas. Así los invitados pueden armar sus propios sándwiches al estilo griego.
Sustituciones de ingredientes
Si no te gusta la ternera, estas albóndigas quedan maravillosas con cordero picado para un sabor griego aún más auténtico, o con pavo picado para una opción más ligera. ¿Sin lácteos? Omite el feta dentro de las albóndigas y usa un yogur vegetal para el tzatziki. Los hogares sin gluten pueden usar panko certificado sin gluten o incluso harina de almendra como aglutinante. La receta es increíblemente flexible y adaptable a varias necesidades dietéticas.
El significado cultural
En Grecia, las keftedes o albóndigas son un aperitivo meze muy querido que se encuentra en casi todas las tabernas. Tradicionalmente se sirven como parte de una variedad de platillos pequeños para compartir junto con ouzo o vino. Este estilo comunitario de comer refleja los valores griegos de hospitalidad y unión. Al traer estos sabores a tu hogar, participas en una tradición culinaria que se remonta a generaciones.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar estas albóndigas griegas con anticipación?
¡Claro! Puedes hacer la mezcla para las albóndigas hasta 24 horas antes y guardarla en la nevera. También puedes cocinarlas completamente, refrigerarlas hasta 3 días y recalentarlas en el horno a 180°C durante 10 minutos. La salsa tzatziki incluso mejora su sabor cuando se prepara un día antes.
- → ¿Qué puedo servir con las albóndigas griegas y tzatziki?
Estas albóndigas combinan genial con pan pita caliente, ensalada griega, arroz al limón, verduras asadas o como parte de un plato mezze mediterráneo. Para una comida completa, sírvelas sobre arroz o con patatas asadas.
- → ¿Puedo sustituir la carne de res en esta receta?
¡Por supuesto! Aunque las albóndigas griegas tradicionales (keftedes) suelen usar res, puedes cambiarla por cordero para un sabor más auténtico, o usar pavo o pollo para una opción más ligera. Una mezcla de res y cordero (50/50) crea un sabor excelente.
- → ¿Cómo evito que mis albóndigas queden secas?
Para asegurar unas albóndigas jugosas, no trabajes demasiado la mezcla de carne, usa la cantidad recomendada de pan rallado, incluye el huevo como aglutinante y no las cocines de más. El tiempo de horneado de 10-12 minutos a 230°C debería dar unas albóndigas perfectamente húmedas.
- → ¿Por qué mi salsa tzatziki se vuelve aguada?
El pepino contiene mucha agua que puede hacer que el tzatziki quede aguado. Asegúrate de exprimir bien el líquido del pepino rallado antes de mezclarlo con el yogur. Usar yogur griego espeso en lugar de yogur normal también ayuda a mantener la consistencia adecuada.
- → ¿Puedo congelar estas albóndigas griegas?
¡Sí, las albóndigas se congelan muy bien! Después de cocinarlas, déjalas enfriar completamente y guárdalas en un recipiente hermético o bolsa para congelar hasta por 3 meses. Descongélalas en la nevera durante la noche y recaliéntalas en el horno. La salsa tzatziki no se congela bien y debe prepararse fresca.