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Este pollo con miel y pimienta picante acompañado de macarrones con queso combina dos favoritos de la comida casera en un plato irresistible. El pollo glaseado dulce y picante va perfecto con la pasta cremosa y quesosa, creando una cena que gusta tanto a los adultos como a los niños más exigentes.
Inventé esta receta durante un invierno muy frío cuando mi familia necesitaba algo reconfortante y a la vez emocionante. La combinación fue tan exitosa que ahora me la piden en todas las cenas de cumpleaños y ocasiones especiales en nuestra casa.
Ingredientes
- Pechugas de pollo sin hueso ni piel el pollo fresco garantiza jugosidad y cocción uniforme
- Ajo fresco picado para un sabor aromático que complementa ambos componentes
- Miel pura aporta dulzura natural y ayuda a crear el glaseado perfecto
- Pimienta negra recién molida molerla fresca crea un sabor más intenso que la pre-molida
- Mantequilla sin sal te permite controlar el nivel de sal mientras añade riqueza
- Macarrones la forma clásica que retiene la salsa de queso en cada surco
- Queso cheddar fuerte el cheddar añejo proporciona mayor profundidad de sabor en la salsa
- Leche entera crea la textura más cremosa para los macarrones con queso
Instrucciones paso a paso
- Prepara el pollo
- Sazona cuatro pechugas de pollo por completo con sal y pimienta negra recién molida por ambos lados. Asegúrate de secarlas primero con papel de cocina para que los condimentos se adhieran mejor y favorezcan el dorado. Una base bien sazonada es crucial para la profundidad del sabor.
- Crea el glaseado de miel
- Derrite un cuarto de taza de mantequilla sin sal en una cacerola pequeña a fuego medio hasta que empiece a hacer espuma. Añade tres dientes de ajo picado y cocina solo hasta que desprenda aroma, unos 30 segundos, con cuidado de no dorarlo ya que el ajo se vuelve amargo cuando se cocina demasiado. Vierte media taza de miel y remueve continuamente hasta que se incorpore por completo y quede suave. La mezcla debe cubrir el dorso de una cuchara.
- Hornea el pollo
- Transfiere las pechugas de pollo sazonadas a una fuente para horno dejando un poco de espacio entre cada trozo. Vierte la mitad del glaseado de miel preparado uniformemente sobre el pollo, reservando el resto para servir. Hornea en un horno precalentado a 200°C durante 25 a 30 minutos hasta que la temperatura interna alcance los 74°C. El glaseado se caramelizará maravillosamente en los bordes.
- Prepara la pasta
- Mientras el pollo se hornea, pon a hervir una olla grande de agua bien salada. Añade dos tazas de macarrones y cocina según las instrucciones del paquete hasta que estén al dente, normalmente de 7 a 8 minutos. La pasta debe tener todavía un ligero mordisco ya que seguirá cocinándose ligeramente en la salsa de queso. Escurre bien pero no la enjuagues.
- Haz la salsa de queso
- En una cacerola mediana, derrite dos cucharadas de mantequilla a fuego medio. Espolvorea dos cucharadas de harina y bate constantemente durante un minuto para eliminar el sabor a harina cruda. Este roux espesará tu salsa. Añade gradualmente dos tazas de leche entera, batiendo continuamente para evitar que se formen grumos. Sigue cocinando hasta que la mezcla espese lo suficiente para cubrir el dorso de una cuchara, aproximadamente de 3 a 5 minutos.
- Termina el plato
- Añade el queso cheddar rallado a la mezcla de leche espesada, un puñado cada vez, removiendo hasta que se derrita por completo antes de añadir más. Sazona con sal al gusto. Incorpora los macarrones cocidos en la salsa de queso, asegurando que cada trozo quede bien cubierto. Sirve las pechugas de pollo horneadas junto a una generosa porción de macarrones con queso, rociando el glaseado de miel restante sobre el pollo justo antes de servir.
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La miel en esta receta es verdaderamente el ingrediente estrella. Descubrí que usar miel de flores silvestres local en lugar de las variedades comerciales añade una increíble profundidad que complementa perfectamente la pimienta negra. Mi abuela siempre decía que una buena miel marca toda la diferencia y tenía toda la razón: este simple ingrediente transforma un plato de pollo ordinario en algo memorable.
Opciones para preparar con antelación
Este plato funciona de maravilla como comida parcialmente preparada. Puedes hacer el glaseado de miel hasta con tres días de antelación y guardarlo en un recipiente hermético en la nevera. Simplemente caliéntalo suavemente antes de usarlo. Los macarrones con queso también pueden prepararse un día antes hasta el punto de combinar la pasta con la salsa de queso. Guárdalos tapados en la nevera y recaliéntalos lentamente a fuego lento con un chorrito de leche para recuperar la cremosidad mientras el pollo se hornea.
Combinaciones perfectas
Equilibra esta comida contundente con una ensalada crujiente aliñada con una vinagreta ligera. La acidez corta la riqueza del queso y la dulzura del glaseado de miel. Una simple ensalada de rúcula con zumo de limón, aceite de oliva y parmesano rallado va muy bien. Para bebidas, prueba una cerveza lager fría o si prefieres vino, un Chardonnay ligeramente tostado complementa tanto los macarrones cremosos como el pollo dulce y picante.
Variaciones para probar
Crea una versión del suroeste añadiendo una cucharadita de comino y media de pimentón ahumado al glaseado de miel. Cubre los macarrones con queso terminados con nachos triturados y cilantro picado. Para una versión más sofisticada para adultos, añade una cucharada de bourbon al glaseado de miel e incorpora trocitos de bacon y cebollas caramelizadas a los macarrones con queso. También puedes hacerlo más amigable para niños reduciendo la pimienta negra y añadiendo una cucharada de zumo de naranja al glaseado para obtener un dulzor cítrico más suave.
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Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar otros cortes de pollo?
Claro que sí, las piernas de pollo son una buena opción. Tienen más grasa, lo que las hace más jugosas y sabrosas. Ajusta el tiempo de cocción unos 5-8 minutos más, asegurándote que la temperatura interna alcance los 75°C.
- → ¿Qué tan picante es este plato?
El plato tiene un nivel de picante suave a moderado por la pimienta negra. Para más picante, añade hojuelas de chile o cayena al glaseado de miel. Si prefieres menos picante, reduce la cantidad de pimienta negra a la mitad.
- → ¿Puedo prepararlo con anticipación?
Puedes preparar los componentes por separado hasta un día antes. Guarda el pollo horneado y los macarrones con queso separados en la nevera. Recalienta el pollo en horno a 175°C por 15 minutos y los macarrones a fuego lento con un chorrito de leche para recuperar su cremosidad.
- → ¿Qué otros quesos funcionan bien para los macarrones?
El Gruyere aporta un sabor a nuez, mientras que el Monterey Jack se derrite muy bien. Una mezcla de cheddar y parmesano da profundidad de sabor. Para una versión más suave, prueba con Colby o Havarti.
- → ¿Qué acompañamientos van bien con este plato?
Como ya combina proteína y almidón, un simple vegetal verde lo completa perfectamente. Prueba con brócoli asado, judías verdes al ajo o una ensalada fresca con vinagreta para equilibrar la riqueza del plato principal.
- → ¿Cómo sé cuando el pollo está listo?
La manera más segura es usar un termómetro para carne y verificar que la temperatura interna llegue a 75°C. A simple vista, los jugos deben salir claros al pincharlo y el glaseado de miel debe formar una capa caramelizada y pegajosa.