
Esta ensalada de pera con nueces y queso feta combina fruta crujiente, frutos secos tostados y queso cremoso para lograr un equilibrio perfecto de sabores y texturas. El aderezo de arce y mostaza Dijon une todos los elementos con sus notas agridulces que complementan la dulzura natural de las peras.
Inventé esta ensalada el otoño pasado cuando necesitaba algo rápido pero especial para unos invitados inesperados. Gustó tanto que ahora la preparo regularmente cuando las peras están en su mejor momento.
Ingredientes
- Peras frescas: el ingrediente principal que aporta dulzura natural y textura jugosa. Elige peras ligeramente firmes pero maduras que cedan suavemente a la presión
- Mezcla de hojas verdes: proporciona una base tierna que no abrumará los sabores delicados. Busca hojas frescas y crujientes sin marchitar
- Nueces: añaden un crujido esencial y sabor a frutos secos. Tostarlas libera sus aceites naturales e intensifica su sabor
- Queso feta: aporta cremosidad y acidez que equilibra los elementos dulces. Las variedades griegas o búlgaras tienen mejor sabor
- Arándanos secos: contribuyen con textura masticable y acidez brillante. Busca los que no tengan azúcar añadido si es posible
- Chalota: ofrece un sabor a cebolla más suave que no dominará. Pícala muy finamente para mejor textura
- Sirope de arce: endulzante natural que combina perfectamente con frutas otoñales. Usa siempre sirope puro, no jarabe para panqueques
- Mostaza Dijon: actúa como emulsionante y potenciador de sabor en el aderezo. Su acidez contrarresta la dulzura
Instrucciones paso a paso
- Tuesta las nueces:
- Colócalas en una sola capa sobre una bandeja y hornea a 175°C durante 8-10 minutos exactos. Sabrás que están listas cuando huelas su aroma y se hayan oscurecido un poco. Sácalas inmediatamente para evitar que se quemen ya que seguirán cocinándose en la bandeja caliente.
- Prepara el aderezo:
- Mezcla chalota picada, aceite de oliva, vinagre de manzana, sirope de arce, Dijon, sal y pimienta en un bol y bate enérgicamente hasta emulsionar. El aderezo debe quedar espeso y ligeramente cremoso para adherirse bien a las hojas delicadas.
- Monta la capa base:
- Añade las hojas verdes a tu bol de servir junto con la mitad de cada ingrediente. Esto crea una base donde cada bocado contiene todos los elementos. Aliña ligeramente recordando que siempre puedes añadir más pero no quitar el exceso.
- Añade los toques finales:
- Esparce el resto de peras, feta, arándanos y nueces por encima para darle atractivo visual. Esta técnica asegura una presentación bonita con ingredientes visibles en lugar de escondidos en el fondo del bol.
Las nueces tostadas pueden parecer un detalle pequeño pero transforman completamente esta ensalada. Una vez la serví sin tostarlas y aunque estaba buena, le faltaba esa profundidad especial de sabor. Esos minutos extra para tostarlas marcan toda la diferencia.
Consejos para preparar con antelación
Esta ensalada brilla cuando sus componentes se preparan hasta con dos días de anticipación. Lava y seca bien las hojas verdes y guárdalas con papel absorbente en un recipiente cerrado. Tuesta las nueces y guárdalas a temperatura ambiente en un envase hermético. Prepara el aderezo y refrigéralo aparte. Corta las peras justo antes de servir para evitar que se oxiden.
Cómo elegir peras perfectas
La pera ideal para esta ensalada debe ceder ligeramente a una suave presión cerca del tallo pero sin sentirse blanda. Las peras Bartlett ofrecen dulzura con notas florales mientras que las Anjou proporcionan una textura más firme que aguanta mejor si preparas algo con antelación. Evita peras demasiado duras porque carecen de sabor, y las demasiado blandas se volverán pastosas en la ensalada.
Variaciones según la temporada
Versión de verano: sustituye los arándanos secos por bayas frescas y usa queso de cabra en lugar de feta. Versión de otoño: usa semillas de granada en vez de arándanos y añade manzanas finamente cortadas junto con las peras. Versión de invierno: añade gajos de naranja sanguina y sustituye el feta por queso azul mezclando un puñado de rúcula con las hojas verdes.

Sugerencias para servir
Esta ensalada versátil combina maravillosamente con pollo asado, salmón a la parrilla o junto a una sopa caliente para el almuerzo. Para una comida completa, añade pechuga de pollo a la parrilla o garbanzos para incorporar proteínas. Sirve inmediatamente después de mezclar con el aderezo ya que las hojas delicadas se marchitarán si permanecen demasiado tiempo aliñadas.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo cambiar el tipo de pera para esta ensalada?
Claro, aunque la receta sugiere peras Bartlett o Anjou por su jugosidad y dulzura, puedes usar peras Bosc o Comice. Solo asegúrate que estén maduras pero lo bastante firmes para mantener su forma al cortarlas.
- → ¿Qué puedo usar en vez de queso feta?
El queso de cabra es una gran alternativa al feta en esta ensalada, con un sabor similar pero textura más cremosa. El queso azul da un perfil de sabor más intenso, mientras que el ricotta salata ofrece una opción más suave.
- → ¿Cómo evito que las peras se oscurezcan?
Para evitar que se pongan marrones, prepara las peras justo antes de servir, o rocíalas con un poco de zumo de limón después de cortarlas. También puedes preparar primero todos los demás ingredientes y añadir las peras como paso final.
- → ¿Puedo hacer el aderezo con anticipación?
Sí, el aderezo de maple y mostaza puede prepararse hasta 5 días antes y guardarse en un envase hermético en la nevera. Agítalo bien antes de usar, ya que los ingredientes pueden separarse durante el almacenamiento.
- → ¿Qué tipos de hojas verdes van mejor con esta ensalada?
Aunque se recomienda la mezcla de brotes por su variedad de sabores y texturas, la rúcula añade un toque picante que complementa bien las peras dulces. Espinacas baby, mezcla de lechugas o incluso lechuga mantecosa son excelentes alternativas según tu gusto.
- → ¿Puedo hacer esta ensalada sin frutos secos?
Para una versión sin frutos secos, reemplaza las nueces con semillas de calabaza tostadas o pipas de girasol para lograr un crujido similar. Los garbanzos crujientes también aportan textura y proteína al plato.