
Este plato de pasta con filete, lleno de sabor y cremosidad, se ha robado mi corazón. Sirloin jugoso junto a una salsa suave de ajo, un toque de miel, y ese picante sutil que lo hace especial... Lo preparo en días ocupados cuando quiero algo delicioso sin complicaciones.
La primera vez que la preparé un viernes solo con lo que tenía en la despensa nos hicimos fans al primer bocado. Es mi cena exprés favorita cuando quiero puro consuelo.
Sabrosos Ingredientes
- Sirloin: Busca uno con buena grasa para que quede tierno y tenga más sabor
- Sal y pimienta: No pueden faltar para sazonar y resaltar todos los demás ingredientes
- Queso parmesano recién rallado: Se funde fácil y aporta sabor fuerte que no logra el de bolsa
- Aceite de oliva: Ayuda a darle ese dorado perfecto al filete
- Pimentón ahumado: Es suave y da un toque ahumado; usa pimentón dulce español si no te gusta tan fuerte
- Mantequilla: Deja la salsa brillante y más rica
- Crema para batir: De ahí viene esa textura suave y sedosa; usa la más fresca que puedas
- Pasta corta (penne o rigatoni): Aguanta bien la salsa; si puedes compra la de corte bronce que absorbe mejor
- Miel: Da esa nota dulce que equilibra el picante
- Ajo en polvo: Intensifica el sabor del filete
- Jugo de limón: Hace que la salsa tenga un toque fresco y balanceado; escoge un limón bien jugoso
- Ajo fresco: Ralla o pica para que suelte todo el aroma y enriquezca la salsa
- Perejil fresco: Para añadir color y frescura justo al final
- Pizca de chile en hojuelas: Regula el picante a tu gusto, poco a poco
Si consigues filete con vetas de grasa y parmesano bueno, no te imaginas cómo mejora el sabor. Es ese pequeño detalle que lo cambia todo.
Fáciles Pasos
- Prepara el filete:
- Corta el sirloin en trozos chicos y sécalo bien antes de sazonar. Mezcla con ajo en polvo, pimentón, sal y pimienta para repartir el sabor.
- Cocina la pasta:
- Hierve agua con sal en una olla grande. Echa la pasta y déjala justo al dente (que todavía tenga un mordisco). Antes de escurrir, guarda un poco del agua para la salsa más tarde.
- Dora el filete:
- Pon aceite de oliva en una sartén grande bien caliente. Cocina el filete por partes para evitar que se amontone y pierda ese dorado bonito. Déjalo unos 2-3 minutos por lado para que quede doradito pero jugoso. Saca a un plato y deja que repose.
- Salsa cremosa con ajo:
- En la misma sartén, baja el fuego y derrite mantequilla. Añade ajo fresco picado y las hojuelas de chile y sofríe solo hasta que huela rico, sin que se queme. Vierte la crema y pon un chorrito de miel, rascando el fondo para aprovechar todo el sabor. Da unos minutos hasta que espese un poco.
- Termina con parmesano y limón:
- Quita la sartén del fuego. Añade el queso parmesano y el jugo de limón. Mueve rápido hasta que el queso se funda sin quedar grumos.
- Mezcla todo:
- Pasa la pasta escurrida directo a la sartén y mezcla hasta que todo esté cubierto de salsa. Si ves que está seco, agrega un poco del agua que reservaste. Añade el filete y sus jugos y da una última mezclada. Rectifica la sal y esparce perejil fresco por encima.
- A comer:
- Sírvelo en platos calientes y disfruta en el momento para que la carne quede tierna y la salsa cremosa.

Si hay un ingrediente que nunca olvido es la miel, le da un fondo diferente y levemente acaramelado al plato. La primera vez que la usé todos en casa pusieron cara de sorpresa tras el primer bocado. Desde entonces, la miel ya no falta en mi despensa para hacer pasta.
Cómo Guardar
Deja que sobre lo que no comas se enfríe por completo antes de refrigerar. Guárdalo en un tupper bien cerrado en la nevera hasta tres días. Para recalentar, pon un chorrito de crema o leche y calienta tapado en sartén a fuego suave solo hasta que esté caliente. Así el filete sigue tierno y la salsa no se corta.
Cambios de Ingredientes
¿No tienes sirloin? Usa arrachera o bife de tira, pero córtalos en tiras finas y siempre contra la fibra. Si la crema no va contigo, prueba con mitad leche, mitad nata, o usa leche evaporada, igual te queda cremosa la salsa. Ya probé con pasta sin gluten y funciona perfecto—solo cuécela un poco menos para que aguante bien la salsa.
Ideas para Acompañar
Unas hojas de rúcula y pan crujiente quedan de diez al lado de este plato. Un poco más de parmesano rallado justo antes de comer suma mucho sabor. Y si quieres lucirte, acaba con ralladura de limón o un chorrito de aceite de oliva al ajo.
Detalles Culturales
Esta combinación mezcla el cariño por la comida abundante de América con los clásicos sabores italianos. La pasta y la carne son el dúo que más repetimos en casa, y aquí se encuentran con ese giro moderno de dulzura y picante. El ajo y el parmesano los uso para copiar esa salsa italiana cremosa tan reconfortante, pero con mi toque personal.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Qué corte de carne queda mejor aquí?
El lomo es suave y se cocina rápido. Si quieres, prueba con chuleta o bife de tira que también quedan riquísimos.
- → ¿Puedo cambiar el tipo de pasta?
Penne o rigatoni son geniales para agarrar salsa, pero cualquier pasta corta como fusilli o farfalle va bien.
- → ¿La salsa pica mucho?
La guindilla le da un picor suave. Puedes poner menos si prefieres algo más suave, o más si quieres que pique fuerte.
- → ¿Para qué sirve la miel aquí?
La miel equilibra el ajo y el picante, dándole a la salsa un dulzor suave y una textura aún más cremosa.
- → ¿Cómo evitar que la carne quede seca?
Dora la carne en trozos a fuego fuerte y solo un momento. Déjala reposar antes de mezclar con la salsa y la pasta; así queda súper jugosa.