
Este plato de pollo cremoso con arroz transforma ingredientes cotidianos en una delicia digna de restaurante que se ha convertido en mi comida reconfortante favorita para las noches ocupadas. Las pechugas de pollo tiernas cubiertas con una salsa rica y quesosa sobre arroz esponjoso crean una cena tan satisfactoria que toda mi familia la pide al menos dos veces al mes.
Creé esta receta buscando una manera de mejorar las pechugas de pollo básicas. Después de experimentar con diferentes combinaciones de salsas, esta versión cremosa se convirtió en un éxito instantáneo que hasta mi comensal más exigente devora sin quejarse.
Ingredientes
- Pechugas de pollo sin hueso ni piel: se mantienen jugosas cuando se cocinan bien y ofrecen una base proteica perfecta para la sabrosa salsa
- Ajo en polvo: añade profundidad sin tener que picar ajo fresco
- Cebolla en polvo: da notas sabrosas por todo el pollo
- Pimentón ahumado: aporta un toque ahumado sutil que realza todo el plato; busca variedades españolas para mejor sabor
- Sal y pimienta negra: fundamentales para un buen sazonado
- Aceite de oliva: ayuda a crear un hermoso dorado en el pollo
- Arroz blanco de grano largo: queda esponjoso y suelto; perfecto para absorber la salsa cremosa
- Caldo de pollo: le da sabor al arroz mientras se cocina en lugar de usar agua simple
- Sal: realza el sabor del arroz
- Mantequilla sin sal: crea la base para el roux; usa sin sal para controlar el nivel salado
- Harina normal: espesa la salsa cuando se combina con mantequilla para formar un roux
- Leche entera: añade riqueza y cremosidad
- Caldo de pollo: aporta profundidad sabrosa para equilibrar la riqueza de la leche
- Ajo en polvo: infunde la salsa con un ligero sabor a ajo
- Tomillo: añade una nota herbácea terrosa
- Queso cheddar rallado: aporta intensidad y un color precioso a la salsa; úsalo recién rallado para que se derrita mejor
- Queso parmesano rallado: añade profundidad y ayuda a espesar
- Perejil fresco: ilumina el plato final con color y sabor fresco
Instrucciones paso a paso
- Sazona el pollo:
- Toma las pechugas y cúbrelas bien con ajo en polvo, cebolla en polvo, pimentón ahumado, sal y pimienta negra. Sé generoso con los condimentos, presionándolos sobre la carne para que se adhieran. Deja reposar el pollo unos 5 minutos para que los sabores empiecen a penetrar.
- Dora el pollo:
- Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que brille. Coloca con cuidado las pechugas sazonadas en el aceite caliente, dejándolas cocer sin moverlas durante 4 o 5 minutos hasta conseguir una costra dorada. Voltea solo una vez y cocina el otro lado por otros 4 a 5 minutos. El pollo no necesita estar completamente cocido en esta etapa. Retira el pollo a un plato pero no limpies la sartén.
- Cocina el arroz:
- En una olla mediana aparte, lleva el caldo de pollo y la sal a ebullición. Añade el arroz y revuelve una vez para evitar que se pegue. Baja el fuego inmediatamente, tapa con una tapa ajustada, y cocina a fuego lento sin mover durante 15 a 18 minutos. El arroz estará listo cuando se absorba todo el líquido y los granos estén tiernos. Retira del fuego y déjalo reposar tapado por 5 minutos antes de esponjarlo con un tenedor.
- Prepara la salsa cremosa:
- Vuelve a la misma sartén que usaste para el pollo, con todos los sabrosos restos dorados. Derrite la mantequilla a fuego medio hasta que espume ligeramente. Espolvorea la harina uniformemente sobre la mantequilla derretida y bate continuamente durante 1 a 2 minutos hasta que la mezcla tome un color dorado claro y huela a nuez. Este roux es la base de tu salsa. Vierte gradualmente la leche y el caldo de pollo aproximadamente 1/4 de taza a la vez, batiendo constantemente para evitar grumos. La salsa parecerá aguada al principio pero espesará mientras se cocina. Añade el ajo en polvo y el tomillo, luego incorpora ambos quesos. Continúa cocinando por 3 a 4 minutos, revolviendo frecuentemente, hasta que la salsa esté suave y cubra el dorso de una cuchara.
- Termina el pollo:
- Regresa las pechugas doradas a la sartén, acomodándolas en la salsa cremosa. Cubre cada trozo de pollo generosamente con la salsa. Tapa la sartén y reduce el fuego a bajo. Cocina suavemente por 10 minutos, o hasta que el pollo alcance una temperatura interna de 74°C. Esta cocción suave en la salsa mantiene el pollo increíblemente jugoso.
- Sirve y decora:
- Coloca una buena porción del arroz esponjoso en cada plato, creando una base para el pollo. Pon encima una pechuga y vierte bastante salsa cremosa sobre ambos, el pollo y el arroz. Termina con un poco de perejil fresco picado para dar color y frescura. Sirve inmediatamente mientras está caliente.

El secreto del increíble sabor de este plato es permitir que el pollo se dore correctamente. Cuando empecé a preparar esta receta, movía y volteaba constantemente el pollo, impidiendo que se formara esa hermosa costra dorada. Ahora pongo un temporizador y me obligo a dejar el pollo sin tocar durante los 4 minutos completos, lo que libera esos increíbles compuestos de sabor que enriquecen todo el plato.
Consejos para preparar con anticipación
Este pollo en salsa funciona perfectamente como comida preparada con anticipación. Puedes preparar los componentes por separado hasta con dos días de antelación. Cocina el arroz y guárdalo en un recipiente hermético en la nevera. Dora el pollo pero no lo cocines completamente. Cuando estés listo para servir, prepara la salsa fresca, añade el pollo parcialmente cocinado y cocina a fuego lento hasta que se caliente por completo. El arroz puede recalentarse en el microondas con un chorrito de agua para refrescarlo. Este enfoque es perfecto para noches ocupadas cuando el tiempo es limitado.
Combinaciones perfectas
El perfil rico y cremoso de este pollo combina maravillosamente con guarniciones brillantes y ácidas que cortan la riqueza. Te recomiendo servirlo con una simple ensalada de rúcula aliñada con vinagreta de limón o judías verdes al vapor con un poco de mantequilla y ralladura de limón. Para una comida más sustanciosa, añade pan de ajo crujiente para mojar en la salsa extra. Una copa de vino blanco fresco como Sauvignon Blanc o Pinot Grigio complementa el plato perfectamente para una cena de adultos.

Solución de problemas comunes
Si tu salsa se corta o parece cuajada, baja el fuego inmediatamente y bate con una cucharada de mantequilla fría. Esto normalmente vuelve a unir la salsa. Otro problema común es que el arroz se pegue. Para evitarlo, siempre enjuaga el arroz antes de cocinarlo para eliminar el exceso de almidón y asegúrate de esponjarlo con un tenedor en lugar de revolverlo, lo que puede romper los granos y crear una textura pegajosa. Para el pollo que parece seco, el culpable más probable es la sobrecocción. Usa un termómetro de carne para verificar el punto de cocción y retira el pollo una vez que alcance los 74°C.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar muslos de pollo en vez de pechugas?
Claro, los muslos de pollo deshuesados y sin piel quedan geniales en este plato. Tal vez necesiten un poquito más de tiempo de cocción (unos 6-7 minutos por lado al dorarlos) pero te darán carne más jugosa y sabrosa.
- → ¿Cómo puedo hacer este plato más saludable?
Para aligerar este plato, prueba usar leche baja en grasa, queso reducido en grasa y arroz integral en lugar de blanco. También puedes añadir verduras como espinacas, champiñones o brócoli a la salsa para más nutrientes.
- → ¿Puedo prepararlo con anticipación?
Sí, este plato se recalienta muy bien. Guarda el pollo con la salsa separado del arroz en recipientes herméticos en la nevera hasta por 3 días. Al recalentar, añade un chorrito de leche o caldo si la salsa está muy espesa.
- → ¿Qué puedo servir como acompañamiento?
Esta comida combina de maravilla con verduras al vapor como brócoli, judías verdes o espárragos. Una simple ensalada con vinagreta también complementa perfectamente los sabores cremosos del plato.
- → ¿Hay alguna alternativa sin lácteos para este plato?
Sí, puedes hacer una versión sin lácteos sustituyendo la mantequilla por aceite de oliva, usando leche vegetal (la de almendra o avena sin azúcar funcionan bien) y alternativas de queso vegano. La textura puede variar un poco, pero el sabor seguirá siendo muy rico.
- → ¿Puedo congelar las sobras?
Aunque puedes congelar este plato, las salsas con crema a veces se separan al descongelarse. Para mejores resultados, congela el pollo y la salsa separados del arroz en recipientes herméticos hasta por 2 meses. Descongela en la nevera toda la noche y recalienta suavemente, removiendo la salsa para que se mezcle bien.