
Esta pasta e ceci combina ingredientes sencillos para crear un reconfortante clásico italiano que ha perdurado con el tiempo. La mezcla de pasta tierna y garbanzos cremosos nadando en un caldo sabroso crea un plato que se siente como un abrazo cálido en forma de sopa.
Preparé este plato por primera vez durante una semana muy estresante cuando necesitaba algo rápido pero reconfortante. La manera en que el agua con almidón de la pasta se mezcla con los garbanzos aplastados crea una textura casi cremosa sin nada de crema. Ahora es mi cena favorita entre semana cuando quiero algo satisfactorio sin mucha complicación.
Ingredientes
- Garbanzos: Aportan la base proteica sustanciosa y crean cremosidad al machacarlos parcialmente
- Pasta ditalini: Es la tradicional pero cualquier pasta pequeña funciona maravillosamente
- Cebolla blanca: Añade una base aromática dulce
- Dientes de ajo: Proporcionan profundidad esencial de sabor
- Romero fresco: Aporta una fragancia terrosa que define el plato
- Pasta de tomate: Concentra el sabor umami y añade un color intenso
- Hojuelas de chile: Dan un calor suave en vez de picante intenso
- Vino blanco seco: Desglasa la sartén y añade acidez sutil
- Caldo de verduras: Forma la base de la salsa sedosa
- Queso pecorino: Aporta riqueza salada y cremosidad
Instrucciones paso a paso
- Base de sofrito:
- Calienta aceite de oliva en una sartén a fuego medio hasta que brille pero sin humear. Pon la cebolla picada y cocina por 5 o 6 minutos hasta que se vuelva transparente pero no dorada. Esto crea la base aromática para todo el plato. Agrega el ajo en rodajas y cocina solo 1 o 2 minutos más hasta que suelte su aroma. Ten cuidado porque el ajo puede quemarse rápido y volverse amargo.
- Construyendo sabor:
- Añade el romero picado y las hojuelas de chile a la sartén y revuelve constantemente por unos 60 segundos. El calor liberará los aceites esenciales del romero y activará el chile. Luego agrega la pasta de tomate y cocínala unos 2 minutos removiendo frecuentemente. Esto carameliza los azúcares del tomate e intensifica mucho su sabor.
- Creando la base:
- Vierte el vino blanco o vinagre de vino blanco para desglasar la sartén rascando cualquier trocito sabroso pegado al fondo. Deja que se reduzca por 2 minutos para eliminar el alcohol pero mantener el sabor. Añade los garbanzos y el caldo de verduras llevando todo a un hervor suave. Con el dorso de tu cuchara, aplasta aproximadamente un cuarto de los garbanzos contra el lado de la sartén. Esto libera su almidón y ayuda a espesar la salsa naturalmente.
- Magia en una olla:
- Agrega la pasta ditalini seca directamente al líquido hirviendo. Revuelve frecuentemente para evitar que se pegue y cocina hasta que la pasta esté al dente, unos 6 a 7 minutos. La pasta absorberá el caldo sabroso y liberará almidón adicional creando una salsa sedosa. Si la mezcla se espesa demasiado, añade un poco más de caldo o agua.
- Toque final:
- Retira la sartén del fuego y mezcla inmediatamente el queso Pecorino rallado. El calor residual lo derretirá en la salsa creando una emulsión cremosa sin volverse pegajosa. Prueba y ajusta el sazonado con sal si es necesario.
- Servir:
- Sirve la pasta e ceci en tazones calientes. La consistencia debe estar entre un plato de pasta y una sopa espesa. Decora generosamente con pimienta negra, más queso Pecorino y un chorrito de tu mejor aceite de oliva. Añade más hojuelas de chile o perejil fresco si lo deseas.

El verdadero secreto de este plato es aplastar algunos de los garbanzos, lo que crea una textura naturalmente cremosa sin necesidad de lácteos. Aprendí esta técnica de una vecina italiana mayor que insistía en que esta era la diferencia entre una pasta e ceci buena y una excepcional. Siempre decía que la pasta debería estar nadando, no ahogándose en la salsa, y esos garbanzos aplastados eran la clave para la consistencia perfecta.
Ideas de personalización
Esta pasta e ceci acepta personalizaciones según lo que tengas a mano. Intenta añadir zanahorias y apio picados junto con las cebollas para una base de sofrito más compleja. Verduras de hoja como la col rizada o espinacas pueden incorporarse durante los minutos finales de cocción para añadir nutrición y color. Para una versión con carne, considera añadir panceta o tocino con las cebollas para una profundidad ahumada.
Preparación anticipada y almacenamiento
Este plato en realidad mejora con el tiempo mientras los sabores se fusionan. Puedes prepararlo completamente hasta dos días antes y recalentarlo suavemente en la estufa con un poco de agua o caldo para aflojar la salsa. La pasta seguirá absorbiendo líquido mientras reposa, así que quizás necesites ajustar la consistencia al recalentar. Las sobras se conservarán en un recipiente hermético en el refrigerador hasta cinco días, haciéndolo perfecto para la planificación semanal de comidas.
Contexto histórico
La pasta e ceci representa el estilo de cocina ingenioso de la cucina povera o cocina pobre que define gran parte de la cocina italiana tradicional. Con siglos de antigüedad, este plato ejemplifica cómo los cocineros italianos transformaron ingredientes asequibles de despensa en algo verdaderamente especial. Existen variaciones regionales por toda Italia, con algunas versiones más caldosas mientras otras son más espesas, casi como guisos. En Roma, la pasta e ceci tradicionalmente se disfruta los viernes como parte de la tradición católica de abstenerse de carne.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar otros tipos de pasta para este plato?
Claro que sí, aunque la pasta pequeña es lo tradicional, puedes cambiarla por orzo, conchas pequeñas o espaguetis rotos. Solo ajusta el tiempo de cocción según las instrucciones del paquete de la pasta que elijas.
- → ¿Cómo puedo hacer este plato vegetariano o vegano?
El plato ya es vegetariano si usas caldo de verduras. Para hacerlo vegano, simplemente no le pongas queso Pecorino o reemplázalo con una alternativa vegana o levadura nutricional para conseguir un sabor parecido.
- → ¿Cuál es la mejor manera de recalentar las sobras?
Recalienta en una cacerola a fuego medio-bajo con un chorrito de agua o caldo para aflojar la consistencia. Revuelve de vez en cuando hasta que esté bien caliente. La pasta habrá absorbido más líquido durante el almacenamiento, así que añadir algo de líquido ayuda a recuperar la textura original.
- → ¿Puedo usar garbanzos en lata o secos?
Esta receta pide una lata de 400g de garbanzos escurridos por conveniencia. Si usas garbanzos secos, remójalos toda la noche y cocínalos hasta que estén tiernos antes de añadirlos a la receta. Necesitarás aproximadamente 1½ tazas de garbanzos cocidos.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de vino blanco?
Si prefieres no usar vino blanco o vinagre de vino blanco, puedes sustituirlo con más caldo de verduras y un chorrito de limón para añadir acidez. El vinagre de manzana diluido con un poco de agua también puede funcionar como alternativa.
- → ¿Cómo puedo hacer este plato más espeso o más líquido?
Para una consistencia más espesa, machaca más garbanzos contra el lado de la olla. Para una versión más líquida, tipo sopa, añade más caldo de verduras. El plato se espesará naturalmente al enfriarse y la pasta seguirá absorbiendo líquido.