Guardar
Estos biscuits con queso cheddar y hierbas tienen esa mezcla perfecta de hojuela mantequillosa con un cheddar fuerte y fresco que se equilibra con hierbas del jardín. Son muy fáciles de hacer y elevan cualquier desayuno o merienda con su crujido y su dorado que te invita a probarlos.
Los hice por primera vez en una mañana de fin de semana buscando algo calentito que reconfortara y se volvieron un básico en nuestra mesa en cualquier comida.
Ingredientes Clave
- Dos tazas de harina todo uso: base para que el biscuit tenga la estructura y suavidad, usa harina recién tamizada para mejores resultados
- Una cucharada de polvo para hornear: le da vida al dough para que quede ligero y esponjoso
- Una cucharadita de sal: realza el cheddar y las hierbas sin que se sienta apagado
- Media taza de mantequilla fría en cubos: esencial para lograr esa textura hojaldrada, siempre fría para evitar que la masa se ponga grasosa
- Una taza de cheddar fuerte rallado: aporta cremosidad y sabor que derrite, mejor si lo rallas al momento
- Un cuarto de taza de hierbas frescas picadas finamente, como cebollín o tomillo: entrega frescura que despierta el paladar, escoge hierbas vivas y verdes
- Tres cuartos de taza de leche entera: hidrata y da suavidad, también puedes usar suero de leche para un toque ácido
Pasos Para Cocinar
- Mezcla los secos primero
- En un bol grande bate la harina, polvo para hornear y sal hasta que esté todo parejo, esto ayuda a que suban parejos y con buen sazón.
- Agrega la mantequilla
- Incorpora la mantequilla fría cortándola con un tenedor o cortapastas hasta que la mezcla se vea grumosa con pedacitos no mayores al guisante, esto hace que quede hojaldrado.
- Incorpora el queso y las hierbas
- Con cuidado mezcla el cheddar rallado y las hierbas picadas, procurando no batir demasiado para que la masa quede suave.
- Forma la masa
- Añade la leche poco a poco y mezcla solo lo necesario para que la masa se una, debe quedar algo pegajosa. Si la mezclas demasiado estará dura.
- Dale forma y hornea
- Con una cuchara saca porciones y ponlas en una bandeja con papel para hornear dejando espacio para que crezcan. Hornea en horno a 220°C por 15 a 20 minutos hasta que estén dorados y al tocarlos reboten un poco. Deja reposar unos minutos en una rejilla y sirve calientes para disfrutar todo su sabor mantequilloso y a queso.
Estos biscuits me recuerdan a esas mañanas lentas de domingo cuando toda la familia se junta en la cocina, platicando y riendo con bebidas calientes y pan recién hecho. Transforman momentos simples en recuerdos bonitos.
Cómo Guardarlos Bien
Guarda los biscuits en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por dos días para que mantengan frescos y suaves. Si están viejos, caliéntalos rápido en el horno tostador o envueltos en papel aluminio para que recuperen su crujiente y aroma. Para más tiempo guárdalos en congelador bien envueltos y descongélalos y caliéntalos suave cuando quieras.
Ideas Para Variar Ingredientes
Cambia el cheddar por gouda o fontina para un sabor más suave pero cremoso. Prueba hierbas como romero o perejil para darle tu toque. Cambia la leche entera por suero o crema agria para un biscuit un poco más ácido y con miga más rica.
Buenas Combinaciones
Sírvelos calientes con mantequilla y miel para un contraste dulce y salado. Acompáñalos con huevos revueltos y salmón ahumado para un brunch elegante. Van genial con sopas densas como tomate con albahaca o guisos cremosos de pollo para mojar cada bocado delicioso.
Estos biscuits con queso y hierbas traen a tu cocina un toque rústico y reconfortante sin complicarte. Son un placer horneado que todos van a querer repetir.
Preguntas Frecuentes Sobre Recetas
- → ¿Qué queso va mejor en estas galletas?
El cheddar fuerte aporta un sabor intenso y fresco que combina con las hierbas y la mantequilla. La mejor textura sale usando cheddar recién rallado.
- → ¿Puedo cambiar las hierbas frescas por secas?
Las hierbas frescas como el cebollín o tomillo dan un sabor vivo, pero si usas secas, pon la mitad para que no queden muy fuertes.
- → ¿Cómo lograr galletas hojaldradas y suaves?
Mantén la mantequilla fría y mézclala con la harina hasta que parezca migas gruesas. No revuelvas mucho al poner la leche para que queden capas suaves.
- → ¿Cuál es la mejor forma de servirlas?
Calientes, recién salidas del horno, se disfrutan más con el queso derretido y aroma de hierbas. Van muy bien con desayunos o solas como botana.
- → ¿Puedo hacer la masa con anticipación?
Claro, prepara la masa y guárdala en el refri unas horas antes de hornear. Así se mezclan bien los sabores y quedan perfectas.